Alicante sufre un déficit de al menos 35.000 viviendas hasta 2025

Un estudio del Banco de España sitúa a Alicante como la cuarta provincia donde más casas faltan para atender la demanda de los nuevos hogares

Un edificio en construcción en Alcoy, en imagen de archivo.

Un edificio en construcción en Alcoy, en imagen de archivo. / Juani Ruz

David Navarro

David Navarro

A pesar de la reactivación que ha experimentado en los últimos años, el número de viviendas nuevas que se construyen en toda España es insuficiente para cubrir la demanda de los nuevos hogares que se crean. Un déficit de obra nueva que ha contribuido a la actual escalada de precios, al derivar toda la presión a los inmuebles de segunda mano.

En el caso de Alicante, si se tienen en cuenta las casas que se han dejado de construir en el periodo 2022-2023 y las estimaciones de formación de nuevas familias que hay para el periodo 2024-2025, significa que la provincia necesitaría al menos 35.000 nuevas viviendas, una cifra que podría ascender a más de 45.000 con las estimaciones más pesimistas.

Así se desprende del informe El Mercado de la vivienda residencial en España que publicó ayer el Banco de España y que sitúa a la provincia como la cuarta con mayor déficit, únicamente por detrás de Madrid, Barcelona y València.

En concreto, las estimaciones de los autores del estudio -Andrés Lajer Baron, David López Rodríguez y Lucio San Juan- señalan que Alicante acumula el 7,58% de la carencia de inmuebles residenciales del país, lo que se traduciría en una horquilla que desde las 35.000 hasta más de 45.000 casas, en función de la hipótesis sobre la evolución de los hogares que se baraje.

En este sentido, los autores recuerdan que, en el caso del periodo 2022-2023, se crearon en todo el país 545.000 hogares, mientras que apenas se construyeron 180.000 nuevas viviendas. Es decir, que se produjo un descuadre de más de 365.000 casas. Y eso sin tener en cuenta la demanda de los compradores no residentes, que sumaría otras 120.000 unidades a esa cifra, o la de viviendas vacacionales.

Un edificio en construcción en Alcoy.

Un edificio en construcción en Alcoy. / Juani Ruz

Una carencia que solo se logró compensar gracias a la movilización de viviendas usadas que estaban desocupadas y con la conversión de segundas residencias en viviendas principales. De hecho, otra de las cosas que destaca el informe es que actualmente la segunda mano copa alrededor del 90% del mercado.

Si al número anterior se le suman las que harán falta en 2024 y 2025, inicialmente el Banco de España estimaba que la cifra total para esos cuatro años sería de 600.000 en todo el país, aunque la reciente desaceleración en la constitución de nuevos hogares le ha llevado a analizar otros escenarios, que rebajarían el total por debajo de las 500.000.

Este déficit es uno de los motivos de que los precios se hayan disparado. En el caso de la vivienda nueva la revalorización desde 2014 sería ya del 95% nominal, aunque si se descuenta la inflación se reduce al 57%. En cualquier caso, se trata de uno de los detonantes de la actual crisis de accesibilidad que se registra en el mercado inmobiliario español.

Inmigración y venta internacional

En la misma línea, el informe también destaca que este déficit se acumula especialmente en determinadas zonas. En concreto, en las grandes urbes y en las provincias turísticas, donde hay más oportunidades de empleo, lo que atrae a la inmigración, que está detrás de gran parte del crecimiento demográfico actual. Además, también influye la demanda de compradores internacionales que buscan segundas residencias. De esta forma, el propio informe recuerda que Alicante es la provincia donde se vende un mayor porcentaje de viviendas a extranjeros, más de la mitad del total.

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