Ineca señala el talón de Aquiles de la economía alicantina: se crea empleo, pero los salarios son bajos

La economía alicantina sigue por la senda del crecimiento, con una evolución especialmente positiva del empleo, que no ha dejado de batir récords durante buena parte del año. Sin embargo, esta mejora no acaba de trasladarse a la renta per cápita debido a que los salarios alicantinos siguen entre los más bajos del país. En concreto, según las bases de cotización que se abonan a la Seguridad Social, la provincia se sitúa en la posición 49 de un total de 52 en esta clasificación, un peldaño más abajo del que ocupaba el año pasado, debido a que gran parte de los puestos de trabajo de la zona son de escasa cualificación.

Así lo recoge el último Informe Trimestral de Coyuntura que ha presentado este miércoles el presidente del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca), Nacho Amirola, acompañado del director de Estudios de la organización, Francisco Llopis, y del director de zona de Alicante de Caja Rural Central, Jorge Morales.

En su intervención, Amirola ha puesto de relieve que el buen momento que atraviesa el mercado laboral –que cerró junio en máximos históricos, con más de 586.000 asalariados y 144.000 autónomos- "debería materializarse en renta per cápita". Sin embargo, lo cierto es que Alicante continúa muy por debajo de la media nacional en este indicador debido a las bajas remuneraciones que reciben los trabajadores de la provincia.

Es más, durante el trimestre al que se refiere el informe la base media de cotización incluso se redujo, lo que significa que los nuevos empleos que se crearon, muchos vinculados a los servicios turísticos, se situaron en la banda baja salarial, según el presidente de Ineca. En otras palabras, gran parte del empleo no requiere cualificación, lo que hace que su remuneración sea baja.

 En concreto, el informe señala que Alicante ocupa la posición 49 entre las 52 provincias españolas, con una base media de cotización de 1.864 euros mensuales, 204 euros menos que en el conjunto del país.

Territorio pyme

El director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis ha apuntado que uno de las principales causas de esta situación es el escaso tamaño de las empresas de la zona, que tienen una media de 9,1 trabajadores frente a los 12 con los que cuentan a nivel nacional. "Somos una provincia con empresas pequeñas y eso repercute en la productividad, el proceso de internalización o los esfuerzos de innovación que pueden realizar para competir", ha recalcado Llopis.

Una situación que contrasta, además, con la que se da en el resto de la autonomía ya que, frente a la posición que ocupa Alicante en el vagón de cola, Valencia se sitúa en el número 22 y Castellón en el 23.

Por este motivo, Nacho Amirola ha considerado que los esfuerzos tanto públicos, como privados, deberían centrarse en mejorar esta situación. Es decir, "en incrementar el tamaño, la productividad y la competitivad de las empresas", para que también pueden subir los salarios. Un incremento de tamaño que puede lograrse, según ha apuntado, "buscando alianzas o bien mediante una mayor inversión en innovación".

Igualmente, ha insistido en la necesidad de que las Administraciones Públicas también hagan su parte, con mayores inversiones para completar las infraestructuras que necesita la provincia para prosperar.

En cualquier caso, Amirola se ha mostrado optimista sobre la evolución económica general de Alicante, de la que ha destacado que  es "una provincia fuerte y resiliente", con un tejido productivo diversificado. Una característica que permite que cuando uno de sus sectores registra problemas, otro tome el relevo como motor de la economía.

Es lo que estaría ocurriendo en estos momentos, donde la buena marcha del sector turístico está compensando la caída de producción del calzado, que está acusando especialmente el recorte de presupuestos que han tenido que realizar las familias por la inflación. Así, frente a lo que suele ser habitual, el sector agroalimentario ha superado al zapatero como principal exportador en la zona, con 653 millones hasta el segundo trimestre frente a 577 millones.

¿Más dinero en el banco?

Por otro lado, el informe de Ineca también destaca el importante salto que se ha registrado tanto en la cantidad de dinero que los alicantinos tienen en el banco, como en el volumen de créditos concedidos. En concreto, recogiendo datos del Banco de España, los depósitos en sucursales de la provincia aumentaron en un solo trimestre en 8.848 millones de euros, hasta situarse en un total de 46.320 millones. Un aumento del 23,6% en solo tres meses, que los propios responsables del think tank alicantino reconocen que es difícil de explicar, y que no descartan que sea por alguna cuestión administrativa.

Algo similar ha ocurrido con los préstamos, donde el saldo vivo –la cantidad que adeudan los residentes de la provincia- ha crecido en 12.162 millones, un 40,6%, hasta situarse en 42.144 millones.

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En este respecto, el director de zona de Alicante de Caja Rural Central, Jorge Morales, ha asegurado que en su entidad el aumento de los depósitos y de los créditos está siendo incluso mayor. Morales ha vinculado en parte esta evolución con la "guerra de los depósitos" y de las cuentas remuneradas que se desató en el primer semestre en el sector financiero, que llevó a que muchos impositores contratarán imposiciones a plazo para beneficiarse de los elevados intereses que se pagaban, antes de que empezaran a bajar.

En cuanto a los créditos, Morales ha llamado la atención sobre el hecho de que algunas empresas a las que se les han concedido créditos ha reclamado carencias en la disposición del dinero, lo que indica que estarían retrasando sus proyectos.