Así serán los nuevos supercohetes de PLD Space

La compañía ilicitana prevé poner en el mercado en la próxima década hasta cuatro nuevos modelos cada vez de mayor capacidad para competir en la liga de los superlanzadores con Space X o la Nasa

Así serán los supercohetes de PLD Space

C. Suena

David Navarro

David Navarro

«Hasta ahora decíamos que éramos una compañía de microlanzadores europea, pero hoy vamos a contar una nueva versión». Con esta enigmática frase, el presidente de la ilicitana PLD Space, Ezequiel Sánchez, anunciaba el pasado 7 de octubre el salto de gigante que se ha propuesto dar la compañía. Una auténtica «refundación», como él mismo la definió, con la que la firma pretende liderar la industria espacial europea y convertirse en algo así como el Space X de este lado del Atlántico.

Si en 2011, cuando crearon el proyecto, la idea inicial de sus fundadores -Raúl Torres y Raúl Verdú- era atacar un nicho de mercado concreto y plantar cara a las grandes agencias públicas como la NASA en el lanzamiento de pequeños satélites de hasta 500 kilos a un coste mucho más asequible, ahora los éxitos cosechados les han animado a ir mucho más lejos.

La nueva hoja de ruta de la empresa -que han bautizado como Beyond, más allá en inglés- pasa por desarrollar también grandes lanzadores con los que cubrir todo el espectro de mercado, incluso el transporte de pasajeros hasta la estación espacial o las futuras bases que se puedan construir en la Luna o Marte.

Y todo, claro está, ganando dinero, como corresponde a una empresa privada, tal y como recalcaron durante la presentación, tanto Ezequiel Sánchez, como los dos fundadores de PLD.

Producción en serie

La clave para conseguirlo pasa por dos grandes objetivos. El primero es tener la capacidad de producir en serie, para lo que sus responsables han apostado por interiorizar al máximo todo el proceso de fabricación de los cohetes. En su nueva sede central en el Parque Empresarial de Elche, los trabajadores de PLD fabrican una a una todas sus piezas, para lo que han tenido que desarrollar un ingente trabajo de ingeniería. Así, PLD es una de las pocas firmas -junto a la NASA y Space X- con tecnología para soldar aluminio 2014, conocido como el aluminio insoldable, que posee una gran resistencia con un bajo peso que lo hacen ideal para fabricar los cohetes. También es una de las únicas tres compañías de Europa capaces de desarrollar motores de combustible líquido.

La cofia del Miura 5.

La cofia del Miura 5. / PLD

En esa carrera tecnológica otro de los hitos de los que se muestran más orgullosos es de la turbobomba que han sido capaces de crear, y que es crítica en el éxito del proyecto, ya que es la que permite a sus motores desarrollar la potencia necesaria al bombear el combustible a velocidad supersónica, tal y como explicó en la presentación Raúl Torres.

El otro gran objetivo es conseguir que los lanzadores sean reutilizables, lo que será fundamental para abaratar los costes y alcanzar la rentabilidad. «Si no eres capaz de recuperar el lanzador, nuestra visión es que vas a estar fuera del mercado», dejó claro Raúl Verdú durante la presentación. Gracias a esa recuperabilidad, la firma calcula que se podría llegar a márgenes brutos de hasta el 60%. «¿Significa esto que no vamos a hacer ricos? No, seguramente bajarán los precios, por eso tenemos que prepararnos y tener la estructura necesaria para cuando baje el precio por kilo de lanzamiento», añadió.

Dentro de esta línea de actuación, la firma ya está trabajando en un sistema de reentrada y aterrizaje que permita que los cohetes regresen a la tierra sin daños. Es lo que bautizaron como «propulsive landing» o aterrizaje propulsivo, algo similar a lo que esta misma semana ha logrado Space X, para asombro de todo el mundo. Eso sí, la firma de Elon Musk tuvo a su disposición los conocimientos previos de la Nasa.

Etapas

En cuanto a la planificación, tras haber logrado lanzar con éxito el Miura 1, considerado un demostrador tecnológico para probar los sistemas creados por los ingenieros de la firma, la compañía ya trabaja en la construcción de las primeras unidades del Miura 5, que será su primer lanzador con capacidad de transportar carga comercial. Con 35,7 metros de altura          -casi el triple que su antecesor- se trata de un cohete de dos fases, con cinco motores en la primera, y otro en la segunda. Podrá llevar al espacio hasta 500 kilos de carga hasta una altura de 500 kilómetros en una órbita heliosíncrona (sincronizada al sol) o 1.040 kilos a una órbita ecuatorial.

El Miura Next Heavy estará compuesto de tres cohetes.

El Miura Next Heavy estará compuesto de tres cohetes. / PLD

La compañía asegura que ya cuenta con muestras de interés comercial -es decir, con empresas dispuestas a contratar sus servicios- por valor de casi 600 millones de euros y el objetivo es llegar a unos 30 lanzamientos anuales con este cohete.

Si todo va según lo previsto, el Miura 5 despegará desde la futura base de PLD en la Guayana Francesa a finales del próximo año o principios de 2026 y sus creadores esperan conseguir un nuevo lanzamiento en tres intentos, según apuntó Verdú.

Como reconocieron los fundadores de la compañía, con la puesta en órbita del Miura 5 se habrían cumplido los objetivos con los que se creó la firma. Pero los avances y el apoyo recibido -han captado 155 millones de financiación y ya tienen contratos con el Gobierno, a través del PERTE aerospacial, y con la Agencia Espacial Europea- les han animado a seguir, con la ambición de convertirse en el referente europeo del sector.

El mayor cohete europeo

Y, además, con una ruta muy definida. Así, tras el Miura 5 llegará el primer gran lanzador, el Miura Next, que alcanzará los 60 metros de altura y los 3,5 metros de diámetro. Un cohete que ya será capaz de transportar hasta 13,5 toneladas en su configuración desechable, o hasta 10,2 toneladas cuando sea recuperable.

Recreación de la cápsula tripulada Lince.

Recreación de la cápsula tripulada Lince. / PLD

La línea temporal con la que trabajan en PLD es que este nuevo cohete esté listo para 2030. Será esta versión la que pueda empezar a llevar también acoplada el módulo Lince, la primera cápsula espacial tripulada de una empresa privada europea. Un dispositivo en el que podrán viajar hasta cinco astronautas. Pero la firma ilicitana no se conforma con eso. Sólo dos años después, la compañía prevé poner en el mercado el Miura Next Heavy, de 67 metros de altura y que estará formado en realidad por tres cohetes para conseguir la potencia necesaria. El Next Heavy podrá transportar hasta 36 toneladas por trayecto o 20 toneladas en la versión reutilizable, «lo que excede la capacidad de lanzamiento que jamás ha tenido Europa», según Torres. Es decir, más que los Arianne desarrollados por la ESA.

La siguiente etapa será el Miura Next Super Heavy, que tendrá una fase central, rodeada de otros cuatro cohetes. Un superlanzador capaz de desplazar hasta 53 toneladas a órbita terrestre, pero también de volar hasta la Luna para llevar hasta 3.600 kilos, o hasta Marte, para transportar 2.400 kilos, según sus creadores.

«Será uno de los cohetes más potentes del mundo en servicio comercial, quitando Starship de Space X y SLS de la Nasa», aseguró Torres. En otras palabras, un cohete que pondrá a PLD en la primera división de la industria espacial, capaz de hablar de tú a tú con los gigantes del sector.

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