¿Cuánto dinero guardan los alicantinos en planes de pensiones?

A pesar de los continuos augurios sobre la falta de sostenibilidad de la Seguridad Social, los alicantinos no parecen confiar demasiado en los planes de pensiones privados para garantizarse una jubilación sin apuros económicos. Tanto la cifra de residentes que contrata este tipo de productos en la provincia, como, sobre todo, la cantidad que cada uno de ellos decide reservar para este propósito son notablemente más bajos que la media del país, hasta el punto de que el patrimonio medio de los planes de pensiones de los alicantinos se encuentra entre los más escasos de España.

Así se puede comprobarse en el último informe realizado con los datos del año pasado por el Observatorio Inverco, la asociación que agrupa a las principales gestoras que operan en España.

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De acuerdo con el balance realizado por esta organización, al cierre de 2023 tenían contratado un plan de pensiones individual 256.470 alicantinos, lo que representa el 13,1% del total de residentes de la provincia. Son dos puntos menos que a nivel nacional, donde la población que cuenta con estos seguros privados para su jubilación alcanza el 15,3%.

Pero, además, la cifra se ha reducido en casi 2.000 personas con respecto al ejercicio anterior, lo que significa que el número de nuevas contrataciones fue inferior al de aquellos ciudadanos que llegaron a la edad del retiro y decidieron cobrar su plan.

Poco dinero

Por lo que respecta a la cuantía, el patrimonio total que los alicantinos guardan en sus planes de pensiones ascendía al cierre del año pasado a 2.060 millones de euros. Aunque en conjunto pueda parecer una cifra bastante abultada, lo cierto es que esto sólo supone 8.032 euros por titular, la octava cifra más baja entre todas las provincias españolas.

La media nacional asciende a 11.573 euros, es decir, 3.541 euros más, mientras que en Lleida, Madrid, Zaragoza, Soria, Vizcaya, Burgos o Barcelona se superan los 14.000 euros, y en el caso de Navarra la cifra alcanzar los 17.159 euros por partícipe. Unas diferencias que se explican por el distinto nivel de renta que existe en cada zona del país, aunque también por las diferencias culturales. Otro problema suele ser que muchos ciudadanos abren sus planes, pero luego no son constantes a la hora de realizar ingresos periódicos. 

Eso sí, cabe señalar que este patrimonio medio se vio incrementado considerablemente durante el año pasado -alrededor de un 7%, unos 510 euros de media-, aunque el aumento se debió básicamente a la revalorización que experimentaron los activos de estos fondos, con la subida de las bolsas y de la renta fija, y no a las nuevas aportaciones de los partícipes, como reconoce el colaborador del Observatorio Inverco Rubén de Domingo.

El gran problema está en las modificaciones que se han introducido en los límites máximos de las aportaciones que se pueden desgravar y que suponía su gran atractivo de cara a los ahorradores. De los 8.000 euros que cualquier contribuyente podía deducir de su declaración hasta el año 2020, se pasó solo a 2.000 euros en 2021 y a 1.500 euros a partir del siguiente ejercicio.

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Unos cambios que se reflejaron rápidamente en el volumen de dinero que los ciudadanos están dispuestos a apartar con este fin. Así, de los 4.314 millones de dinero nuevo que el conjunto de españoles ingresó en planes de pensiones privados en 2020, se pasó a 2.560 millones en 2021 y a 1.710 millones el siguiente ejercicio, según la información facilitada por De Domingo. Es decir, que estos años los planes de pensiones privados han dejado de recibir alrededor de 7.700 millones.

Planes de empresa

Frente al declive de los planes individuales, la gran esperanza del sector es el desarrollo de los nuevos Planes de Empleo Simplificados, con los que el Gobierno quiere impulsar los planes privados colectivos frente a los individuales. Con esta fórmula, las empresas están obligadas a poner una cantidad, que los trabajadores pueden complementar e incrementar.

De momento, el primer sector que ha dado el paso al frente ha sido el de la construcción, que ha incluido esta figura en su convenio colectivo, lo que obliga a todas las empresas del ramo a contribuir. De esta forma, el plan simplificado de la construcción ya cuenta con 544.360 partícipes y con un patrimonio de 116 millones, según la información del colaborador del Observatorio Inverco.

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Además, también se han puesto en marcha ya hasta 35 planes para autónomos, que han captado el interés de 34.390 de estos profesionales por cuenta propia, con aportaciones que suman 26 millones de euros hasta la fecha. El objetivo final de estos cambios es que el uso de los planes de pensiones privados se generalice poco a poco y no se limite únicamente a las clases más acomodadas o los profesionales mejor remunerados como ocurría hasta ahora con los planes particulares.

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