Los alicantinos son 7.000 euros más pobres que la media de los españoles

La provincia sigue en el furgón de cola entre las demarcaciones españolas, según Ineca

Una de cada cuatro familias españolas está en riesgo de pobreza

Agencia ATLAS

David Navarro

David Navarro

Ni el impulso del turismo ni el fuerte incremento del empleo son suficientes para que Alicante consiga recortar la importante brecha que aún le separa del resto del país en términos de riqueza. A pesar de que en números absolutos se mantiene como la quinta demarcación en importancia, con un PIB conjunto de 41.757 millones de euros en 2022 -una cifra que solo superan Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla-; si se distribuye ese importe entre todos los habitantes de la zona, lo que se conoce como renta per cápita, lo cierto es que Alicante desciende hasta el número 44 entre las 52 provincias españolas. En otras palabras, que la demarcación no logra salir del furgón de cola.

Así lo revela el análisis realizado por Ineca de las cifras de PIB por provincias publicadas ayer por el INE, en las que Alicante no sale nada bien parada. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el año anterior ocupaba la posición 39 en esa clasificación. De hecho, Alicante no se encontraba tan abajo desde los años 2011 y 2012, cuando se convirtió en la «zona cero» del derrumbe del sector inmobiliario.

Tras la caída que se registró con la pandemia, en 2022 la renta per cápita de los alicantinos repuntó un 6,5%, hasta situarse en una media de 21.622 euros, su máximo histórico. Sin embargo, lo cierto es que este aumento fue inferior al contabilizado a nivel nacional, donde la riqueza generada por ciudadano ascendió un 10,2 %, hasta los 28.748 euros. Es decir, 7.126 euros más.

En otras palabras, la renta media de la provincia apenas alcanza el 75,2% de la nacional. Son 2,7 puntos más de diferencia que en 2021 y, sobre todo, queda muy lejos del 88,6% que llegó a representar en el año 2000, lo que refleja claramente el progresivo distanciamiento que se ha registrado entre el indicador alicantino y el español, tal y como reflejan los cálculos del director de Estudios de Ineca, Francisco Llopis.

Comparativa

De esta forma, actualmente, sólo Jaén, con 18.860 euros; Melilla, con 19.501; Córdoba, con 19.930; Cádiz, con 20.304; Badajoz, con 20.308; Granada, con 20.349; Ceuta, con 21.303; y Málaga, con 21.444 presentan peores datos, con la última información disponible.

Gráfico de Barras Interactivo

Y eso si se compara con la media, porque las cifras que alcanzan las provincias más ricas quedan a años luz. Así, en Madrid el PIB por habitante ya supera los 39.000 euros (un 81,3% superior al alicantino) y el de Álava llega a los 38.591. Sin ir tan lejos, en Castellón generan 29.198 euros por residente y en Valencia, 26.009.

Unos datos que no dejan de contrastar con el importante incremento de la cifra de empresas activas o de empleo. Entonces, ¿cuál es el problema? «Los nuevos negocios que se crean son en sectores con bajo valor añadido, lo que significa que los sueldos que se pagan también son bajos», explica Llopis.

Así, actividades como la hostelería o la de servicios personales -dos de las que están más en auge- tienen convenios muy por debajo de los que presentan sectores relacionados con las nuevas tecnologías o la banca, por lo que su mayor peso en la economía provincial significa una renta más baja.

Tamaño

De igual forma, el escaso tamaño de las empresas también contribuye a esta diferencia. Más allá del hecho de que las pymes tienen menos recursos para innovar, por una simple cuestión numérica también tienen menos mandos intermedios y altos, que son los que consiguen mayores retribuciones, como recuerda el experto de Ineca.

«Si no logramos que aumente el tamaño empresarial y potenciamos sectores que aporten mayor valor -o conseguimos que los actuales innoven más-, se trata de un problema crónico para la economía alicantina», concluye Francisco Llopis.

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