El Banco Sabadell confía en que la lluvia de dividendos pese más que su marcha de Alicante
La entidad cuenta con 34.000 accionistas en la Comunidad Valenciana, que pueden ser clave en el desenlace de la opa

Banco Sabadell oficializa la vuelta de su sede social a Cataluña / Europa Press
Los responsables del Sabadell están convencidos de que al final pesarán más los bolsillos que las banderas y que los accionistas alicantinos de la entidad no tendrán problema en apoyarles y rechazar la opa de BBVA, a pesar de su decisión de llevarse la sede social a Cataluña. Claro está, siempre que los números salgan y les resulte rentable.
La posible reacción de los inversores alicantinos fue uno de los factores que el banco presidido por Josep Oliu tuvo que analizar cuidadosamente antes de decidirse a cambiar de nuevo su domicilio social. No en vano, tras el canje de preferentes y deuda subordinada de la desaparecida Caja Mediterráneo (CAM) los accionistas de la denominada Territorial Este pasaron a ser los segundos más numerosos en el capital del Sabadell -únicamente por detrás de los inversores catalanes-, por lo que el posible rechazo de este colectivo a la decisión podría resultar clave en el desenlace de la opa, que podría decidirse por un margen muy pequeño.
Son en concreto unos 34.000 de los algo más de 200.000 accionistas minoritarios con los que cuenta el Sabadell y que ostentan el 48% de su capital. El restante 52% está en manos de grandes inversores institucionales.
Sin embargo, desde el Sabadell consideran que el posible sentimiento de agravio quedará más que olvidado ante la enorme cantidad de dinero que el banco piensa destinar a retribuir a sus accionistas. Una rentabilidad que siempre han considerado su mejor arma frente al ataque lanzado por el BBVA ya que, al final, lo que tendrán que decidir los accionistas es qué propuesta les ofrece más valor.
Una estrategia que quedó clara desde el primer momento, cuando el banco de origen catalán anunció el reparto de 2.400 millones en dos años -ya sea mediante dividendos o mediante recompra de acciones-, una cantidad que posteriormente elevó hasta un mínimo de 2.900 millones de euros al decidir que también distribuiría cualquier exceso de capital que acumulara por encima del 13% CET1, que considera el más adecuado para su balance. Es decir, que esos 2.900 millones serían un suelo.
Récord de beneficios
Pero, además, los responsables del banco quieren demostrar a sus accionistas que la entidad tiene capacidad de convertir esta lluvia de millones en algo recurrente. En otras palabras, que el Sabadell puede ser un banco muy rentable operando en solitario.

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu. / Alex Domínguez
Para ello será clave la próxima presentación de resultados, en la que los analistas prevén que el banco anuncie un beneficio récord de 1.600 millones de euros, a pesar del entorno de disminución de tipos de interés, que complica la obtención de márgenes en el sector. A este respecto, hay que recordar que los directivos del banco se han comprometido a destinar a la retribución de los accionistas el 60% de sus ganancias.
Ya en octubre abonaron un dividendo a cuenta de 430 millones de euros y ahora se repartirá otro complementario. Además, en función de esa política de distribuir el exceso de capital también podrían abonarse otros 500 millones de euros, a los que se sumarán los 250 millones del programa de recompra de acciones que quedó paralizado con el anuncio de la opa, y que ahora podrá retomarse.
Unos argumentos de peso que para la entidad serán más que suficientes para que sus accionistas alicantinos no le tengan en cuenta su marcha a Cataluña, para buscar el abrigo del Gobierno central.
De momento es una incógnita qué sucederá. Solo se conoce la opinión de la asociación NEM Sabadell -que agrupa a antiguos tenedores de deuda de la CAM-, que han mostrado su rechazo al traslado, pero han optado por dar un margen a los responsables del Sabadell y mantendrán su recomendación de rechazar la opa si el banco cumple su compromiso de mantener el arraigo en el territorio.
Por lo que respecta a los clientes, desde la entidad aseguran que el anuncio del cambio de sede no ha provocado ninguna reacción de alarma entre los mismos.
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