Más bajas laborales por el estrés, el envejecimiento y el colapso en Sanidad

La Seguridad Social tramita en el último año 225.766 procesos de incapacidad temporal en la provincia, 6.000 más que el ejercicio anterior y de mayor duración

Cada día faltan al trabajo más de 34.000 alicantinos

Un trabajador de baja por un problema musculoesquelético. / Pilar Cortés

Aitana Solera

David Navarro

David Navarro

Los empresarios apuntan al envejecimiento de la población, que conlleva un deterioro de la salud general de las plantillas. Los sindicatos hablan del estrés y la carga mental que suponen unos horarios prolongados y las dificultades para conciliar. Y todos, incluidas las mutuas o los propios médicos de familia, señalan al colapso que vive la sanidad pública, con sus interminables listas de espera.

En definitiva, una tormenta perfecta que ha provocado que en los últimos años el número de bajas laborales no haya dejado de crecer muy por encima de lo que sería esperable, de acuerdo con la evolución del mercado laboral.

Los últimos datos de la Seguridad Social dan buena cuenta de ello. Durante el año pasado, el organismo público inició en la provincia de Alicante 225.766 procesos de incapacidad temporal de todo tipo -comúnmente conocidas como laborales-, lo que supone unas 6.000 más que en el ejercicio anterior.

Un incremento al que, además, hay que sumar la mayor duración de cada uno de estos procesos, que alcanzaron los 55,6 días de media, casi seis días más de lo que duraban en 2023.

Unas cifras que reflejan un auténtico problema de salud, pero también económico ya que, si se multiplican estas cifras, el resultado es que el año pasado se perdieron en la provincia 12,5 millones de jornadas laborales. O, visto de otra forma, cada día faltaron al trabajo alrededor de 34.000 alicantinos por motivos de salud.

Y en la inmensa mayoría de las veces fue por enfermedades comunes, que ocasionaron en Alicante 204.178 bajas frente a las 21.588 provocadas por accidentes laborales o enfermedades reconocidas como profesionales.

El número de bajas por enfermedad común se ha disparado un 51% desde 2019

Por dar una perspectiva más amplia, si se comparan con las contabilizadas en 2019, sólo las bajas por contingencias comunes entre los asalariados alicantinos se han disparado más de un 51 % en este periodo, un incremento que multiplica por más de cinco el aumento del número total de ocupados, que ha aumentado en este tiempo un 8,9 %.

El coste

La asociación que agrupa a las mutuas españolas, Amat, calcula que esta situación tuvo el año pasado un coste de 28.987 millones de euros en toda España, si se suman las cantidades que deben asumir las empresas con las de la Seguridad Social. Un coste que aseguran que podría reducirse considerablemente con una mayor rapidez en la atención de los trabajadores enfermos. En especial, la de aquellos que sufren problemas musculoesqueléticos, como roturas de huesos, problemas de ligamento o similares.

Desde Amat calculan que la demora que existe en la sanidad pública para realizar pruebas diagnósticas y tratar a los pacientes demora una media de 30 días su recuperación, un plazo que, según apuntan podría rebajarse si las mutuas pudieran intervenir y realizar algunas de estas pruebas o tratamientos.

Colas en la recepción de un centro de salud de Alicante, de archivo.

Colas en la recepción de un centro de salud de Alicante, de archivo. / Héctor Fuentes

Una propuesta que también ven con buenos ojos desde la patronal autonómica CEV, que aboga por una "mayor y mejor colaboración entre el servicio público de salud y las mutuas". Una colaboración que no sólo aceleraría la recuperación de los trabajadores enfermos, sino que "conseguiría una mejoría del servicio para el resto de ciudadanos".

Con todo, desde la CEV apuntan que el colapso sanitario no es el único motivo del aumento del absentismo laboral por cuestiones de salud, y señala que el envejecimiento de la población activa, con todo lo que esto conlleva para la salud, es otra de las razones. Sobre esta cuestión, cabe recordar que sólo entre 2013 y 2023 la cifra de trabajadores mayores de 55 años de la provincia prácticamente se duplicó, al pasar de 115.000 a 207.000, según la EPA, con lo que ya representan más del 20% de la fuerza laboral alicantina.

Salud mental

Por su parte, los sindicatos señalan a los problemas de salud mental como una de las razones que está provocando un mayor aumento de bajas. "Desde la pandemia se ha visto un aumento de la sobrecarga mental de los trabajadores. Las presiones son enormes, hay muchos excesos de jornada y se hace muy difícil conciliar", asegura la secretaria general de CC OO en l'Alacantí-les Marines, Eva Calleja, quien apunta que la evaluación de riesgos psicosociales "sigue siendo la gran olvidada" en materia de prevención.

Su homóloga en UGT, Yolanda Díaz, abunda en la cuestión –"vamos a un ritmo frenético y, al final, la mente y el cuerpo colapsan", asegura- y señala que la reducción de jornada podría ser uno de los factores que contribuyeran a mejorar esta situación. "Tenemos que preocuparnos más de la salud mental de los trabajadores", insiste Díaz, que también carga contra la presencialidad que aún exigen muchas empresas o la falta de desconexión digital.

Por su parte, los médicos de familia reconocen el problema que suponen las demoras que se dan tanto en atención primaria, como hospitalaria, pruebas diagnósticas y la lista de espera quirúrgica, y reclaman poder priorizar consultas y los procedimientos diagnósticos, según apunta María Ángeles Medina, presidenta en Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. En cuanto a la tipología de las enfermedades que provocan las bajas, coincide con los anteriores en que son las de salud mental y los problemas del aparato musculoesquelético las que más se incrementan.

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