Encuentro

Una red de talento industrial hecho por y para creativas

Arquitectura, interiorismo, fotografía o diseño son algunas de las ramas que cuelgan del sector y que tiene como protagonistas a profesionales poco reconocidas. Para romper con esa invisibilidad ayer se reunieron en Alicante 18 mujeres convocadas por la plataforma WOD España

Primer foro para analizar el papel de la mujer en el diseño, la arquitectura y el interiorismo a través de WOD (Woman Office Design) en Alicante

Primer foro para analizar el papel de la mujer en el diseño, la arquitectura y el interiorismo a través de WOD (Woman Office Design) en Alicante / Jose Navarro

Ana Jover

Ana Jover

La plataforma Women Office Desgin (WOD) se creó en España hace unos tres años de la mano de Soledad Berbegal, consejera y responsable de Reputación de Marca de Actiu, y Gracia Cardona, editora de la revista DiarioDesign y directora ejecutiva de Decotherapy. Tras realizar eventos en Madrid y Barcelona, ambas estrenaron ayer su propuesta en Alicante en el «showroom» que la empresa Cosentino tiene en la ciudad y conocido como la «City». 

El escenario ya daba muchas pistas de lo que iba a ocurrir a primera hora de la tarde. Poco a poco, se fueron acercando a este espacio de líneas y diseño un total de 17 profesionales cuyo nexo era ser profesionales dentro de la industria en ramas como la arquitectura, el interiorismo, la fotografía o el propio diseño. Era el primer encuentro de una idea y de una filosofía que Soledad Berbegal resumía en su breve bienvenida: «Necesitamos la exposición si queremos cambios». 

El mensaje se repitió, al igual que la palabra «visibilizar» y nadie negó la mayor. Alrededor de una mesa alargada, cada una de ellas se fue presentado. Fueron intervenciones cortas, a camino entre una tarjeta de presentación de papel y un videoblog; pero todas fueron declaraciones de principios, de logros profesionales a los que habían llegado solas o gracias a sus equipos, pero de una manera trabajada y peleada. 

«Les vamos a lanzar un reto», avanzó la consejera de Actiu. Ese fue el objetivo real: mostrar el talento profesional que parece que el sector silencia o invisibiliza, no porque exista un componente masculino, sino «por cultura como ocurre en el resto de sectores». 

Estar en redes

Macarena Degea es arquitecta y su vocación se vio cortada por la crisis del 2007; pero la «creatividad» interior que todas compartieron, de una o de otra manera, salió a flote por un blog que comenzó para vender sus complementos. Ahora, con más de 180.000 seguidores en Instagram, es un perfil profesional que sirve de referencia como para ella lo fue Elisabeth Quintana, una paisajista a la que escuchó en una conferencia y que le marcó tanto como para volver a la Arquitectura. 

Ella pone en el debate una carencia que WOD quiere crear en España y son los referentes en un sector marcado predominante por firmas y nombres masculinos. «Trabajo en COR Arquitectura, no COR Arquitectos», comenta Nadia Canet. El cambio de denominación no es menor, porque fue una propuesta que sus jefes aceptaron y en la que seguramente sin la visión de una arquitecta no se habría producido. 

Durante los minutos de introducción los relatos recogen ese despertar tras las sombras de otras personas. Son oficios donde el sello personal está ligado a una parte de la industria que cada vez tiene más clientes: el bienestar. Casas, muebles, oficinas o eventos están evolucionando a formatos muy personalizados y ellas, en sus disciplinas, han incorporado ese rasgo. 

«Hace 3 o 4 años, nos liamos a dar visibilidad a las mujeres que diseñan espacios», indica Gracia Cardona al inicio, porque se tiene que marchar, y no quería dejar de dar las gracias a todas por acudir a la convocatoria. «Gracias por dedicar este tiempo», añade Berbegal. Quizás ese recurso sea el más preciado por todas ellas, porque frente para dar ese paso al frente y mostrarse como pide la empresario de Castalla hace falta dejar de hacer otras tareas, normalmente ligadas al cuidado familiar. 

«Pertenezco a una generación, donde las mujeres aparcaban sus carreras para apoyar la de sus maridos», explica Marcela Jelves. Es interiorista en Cosentino y la única mujer de un equipo de 13 personas. «Pero eso no me cuadraba y me vine a España hace 23 años», añade. «No te creas que esto no era Noruega», le interrumpe Soledad. 

Soledad Berbegal, al inicio de la reunión en Alicante.

Soledad Berbegal, al inicio de la reunión en Alicante. / José Navarro

Salir de la zona gris

Otra de las premisas de la reunión es que fueran generaciones diferentes. Hay quien lleva años detrás los planos y quien ya ha trabajado bajo el dictado de las redes sociales. Es el caso de Aurora, que montó un taller de flores o de Soledad que tiene un estudio en Castalla y que ha hecho de los videos una conexión con los clientes. 

Algunas tienen, además de su trabajo, algún proyecto emprendedor. «Necesitamos facturar», comenta Berbegal en un momento, para añadir rápidamente: «calidad». Sobre el improvisado comedor ha sobrevolado la canción de Shakira, pero ninguna ha querido perder el hilo, porque para todas es una oprotunidad de «conocer gente interesante», comenta una de ellas antes de empezar. 

Las colaboraciones es una de las metas. WOD pretende tejer con estos eventos una red de contactos, porque el empuje es fundamental para crecer. En un mundo competitivo y global, las alianzas pueden determinar la entrada en un proyecto o quedarte fuera. 

Finalmente, aparece dos nexos más comunes. Una parte importante se fueron de empresas y despachos porque no les gustaba el ambiente o los horarios. Aproximadamente la mitad iniciaron aventura profesional en solitario, con otras socias o con sus parejas. Esa inquietud o inconformismo es una de las cualidades que busca la plataforma, porque en el proyecto consideran fundamental que cuando se acabe la reunión sepan la importancia de la comunicación y de contar lo que hacen. 

Pepa Ortega es arquitecta Criystalzoo, un estudio galardonado en obras públicas y dirigido por otro arquitecto. «Nos apoyamos mucho, tenemos una flexibilidad horaria y tenemos la posibilidad de investigar», explica como ejemplo de que las empresas tienen en su mano cubrir expectativas que vayan desde el campo profesional al personal. En definitiva, entre plato y brindis quedan las historias de quienes han venido de Murcia, Valencia, Petrer y otras poblaciones para tejer una red con la que compartir inquietud profesional y valores como si fuera un único pack. 

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