Laboral

Alicante pierde 24.300 profesionales en un año por la fuga de talento a otras provincias

Murcia, Madrid, Valencia y Barcelona son las demarcaciones más beneficiadas por los traslados de trabajadores desde la zona

Madrid es uno de los principales destinos de los trabajadores alicantinos.

Madrid es uno de los principales destinos de los trabajadores alicantinos. / Ricardo Rubio /Europa Press

David Navarro

David Navarro

El buen momento que atraviesa el mercado laboral alicantino no parece suficiente para retener todo el talento que se genera en la provincia. Además de los miles de residentes que cada año se marchan al extranjero en busca de mejores oportunidades, la demarcación también sufre una sangría continua de trabajadores que se marchan a otras provincias por las mismas razones.

En concreto, el año pasado Alicante perdió por esta vía nada menos que 24.327 trabajadores, de acuerdo con los datos del último estudio sobre Movilidad geográfica de la contratación en España, que elabora anualmente el Observatorio de las Ocupaciones del Sepe para analizar los flujos laborales entre las distintas zonas del país.

Para ello, este organismo cruza la ubicación de los contratos registrados a lo largo del ejercicio con el domicilio habitual de los asalariados que los firman. Cuando no coinciden, significa que ese trabajador tuvo que desplazarse temporal o permanentemente a otra provincia por motivos laborales. Un intercambio en el que Alicante siempre ha salido mal parada a lo largo de la última década, según los datos del informe.

De esta forma, en 2024 las empresas alicantinas realizaron 73.156 contrataciones de profesionales procedentes de otras provincias. Un número muy significativo, pero bastante inferior a los 94.483 contratos que los trabajadores alicantinos firmaron en otras provincias, lo que da como resultado un saldo negativo de 24.327 contrataciones.

Trabajadores cualificados

Aunque el grueso de estos números rojos, por así decirlo, se produce entre las ocupaciones elementales -con 11.075- lo realmente preocupante es que esta pérdida de mano de obra también tiene lugar entre aquellos colectivos mejor formados o que aspiran a empleos con mayor cualificación, que suelen coincidir con los mejor pagados.

Así, en la categoría de directores y gerentes, Alicante exportó 101 profesionales más de los que las empresas de la zona lograron atraer. Mucho mayor es el agujero que se produce en el apartado de «técnicos y profesionales científicos e intelectuales» -que agrupa a la mayoría de empleos que requieren de formación universitaria-, donde el saldo negativo alcanza los 4.338 profesionales, según el mismo estudio.

Igualmente, Alicante mandó a otras partes del país 4.096 técnicos y profesionales de apoyo más de los que recibió; y hasta 1.345 empleados contables, administrativos y otras tareas de oficina.

Trabajadores en una obra de Alicante.

Trabajadores en una obra de Alicante. / Alex Domínguez

Sectores

Si se mira por sectores, el único que consiguió atraer más talento del que expulsó fue la construcción, que ganó por este cauce unos 759 ocupados durante el último ejercicio. Como suele ser habitual, el mayor volumen de intercambios se produce con las provincias vecinas y, en concreto, con la Región de Murcia, donde los alicantinos firmaron hasta 6.907 contratos más de los que suscribieron los murcianos en la demarcación. En este caso, suele haber mucho temporero que trabaja en la agricultura, que se mueve por campañas entre las plantaciones de toda la Vega del Segura, no obstante, tampoco hay que despreciar el importante volumen de personal cualificado, como maestros o personal sanitario, que en los últimos años han opositado en la comunidad vecina, ante los retrasos en las ofertas de la Comunidad.

La segunda gran aspiradora de talento alicantino es Madrid, donde el año pasado se marcharon 13.689 alicantinos por los 6.893 madrileños que se instalaron en la provincia, lo que supone un saldo favorable para la capital de España de 6.796 profesionales. Unos profesionales formados mayoritariamente en universidades de la zona, de cuyos conocimientos se beneficiarán ahora las compañías madrileñas.

Los varones de entre 30 y 45 años son los más dispuestos a marcharse

Por su parte, Valencia recibió 6.036 trabajadores más de los que mandó a Alicante y Barcelona, 2.643.

En cuanto a las características demográficas, el estudio revela que se marchan más del doble de hombres que de mujeres y que los más dispuestos a coger las maletas y mudarse por motivos laborales son los profesionales de entre 30 y 45 años. Por nacionalidades, el mercado laboral alicantino dejó marchar 14.067 españoles más de los que atrajo y 10.260 extranjeros.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents