Las comarcas de la costa sostienen la creación de empresas en Alicante

El litoral de la provincia gana en el último año 323 sociedades frente a las 144 que se han perdido en el interior. Servicios y construcción mejoran sus registros, mientras industria y agricultura retroceden

Un operario trabajando en un edificio de viviendas en construcción de Alicante.

Un operario trabajando en un edificio de viviendas en construcción de Alicante. / Pilar Cortés

M. Vilaplana

M. Vilaplana

La creación de empresas se está estancando en la provincia de Alicante, y si en el último año se ha mantenido todavía en cifras positivas, ha sido por el dinamismo mostrado por las comarcas de la costa. Y es que, de acuerdo con los datos publicados por el Instituto Valenciano de Estadística (IVE), las zonas del litoral han ganado 323 sociedades frente a las 144 que se han perdido en el interior, en una dinámica que tiene mucho que ver con el efecto tractor del turismo. De hecho, mientras los servicios y la construcción, vinculados a esta actividad, han registrado una línea ascendente, ha sucedido justo lo contrario con la industria y la agricultura, de mayor presencia tierra adentro. Los expertos, en cualquier caso, apuntan a que la creación de empresas está registrando un frenazo en toda regla como consecuencia de la inestabilidad internacional generada tanto por los conflictos bélicos como por la guerra comercial promovida por el presidente de EE UU, Donald Trump.

Los datos hablan por sí solos. La provincia de Alicante ganó el año pasado 181 nuevas empresas, lo que permitió alcanzar las 60.972. La subida habla a las claras de una notable perdida de intensidad después de tres años de subidas consecutivas. El impacto que supuso la pandemia, y que trajo consigo que se pasase de 60.048 empresas en 2019 a 57.907 solo un año después, dio paso a partir de ahí a un potente proceso de recuperación que llevó a que, entre 2020 y 2023, el número de sociedades creciera en 3.365, una cifra que contrasta abiertamente con la obtenida en 2024.

"En momentos de cambios nadie invierte, y ahora hay mucha incertidumbre"

Paloma Taltavull

— Catedrática de Economía Aplicada de la Universidad de Alicante

Y eso no es todo, puesto que si en este último año todavía se obtuvieron, aunque fuese por los pelos, datos positivos, fue por el tirón de las comarcas más cercanas a la costa. Así, y de acuerdo con la información del IVE con relación a empresas inscritas en la Seguridad Social, la Vega Baja ganó 109 firmas, situándose en 11.239, mientras que l'Alacantí lograba un aumento de 75, para alcanzar las 15.622. También mejoró sus números la Marina Alta, concretamente en 72, para quedarse en 7.022, así como la Marina Baixa, en este caso en 67, lo que deja el balance en 7.490.

El Baix Vinalopó, por su parte, mostró un claro estancamiento con la pérdida de dos empresas, que han situado la cifra en 9.280. A partir de ahí, llegan las comarcas con la totalidad de su territorio en el interior, donde la dinámica fue claramente negativa. Empezando por l'Alcoià, donde se produjo un descenso de 53 sociedades para quedarse en 3.297, y en el Alto Vinalopó, con una caída de 42 que sitúan el baremo en 1.535. También el Medio Vinalopó vio como el número de empresas se reducía en 29 para quedarse en 4.753, mientras que El Comtat sufría un retroceso de 18 para totalizar 901.

Una planta de producción industrial en una empresa situada en el interior la provincia.

Una planta de producción industrial en una empresa situada en el interior la provincia. / Héctor Fuentes

En esta diferencia de evolución por territorios tiene mucho que ver la situación por la que atraviesan los diferentes sectores económicos con implantación en la provincia. El turismo sigue mostrando un importante dinamismo, como lo atestigua el balance de ocupación de la última Semana Santa, cuando los hoteles de la Costa Blanca llegaron a rozar el lleno. Y eso se pone de manifiesto con las empresas de servicios, tan ligadas a esta actividad, que crecieron en 361 para llegar a 46.412. También la construcción, vinculada igualmente al turismo de carácter residencial, mostró una evolución positiva, con 118 nuevas firmas que sirvieron para situar la cifra total en 7.084.

No sucedió lo mismo, sin embargo, con la industria y la agricultura, sectores con un mayor grado de implantación en las comarcas de interior. En el primer caso, la pérdida de empresas fue de 153, para quedarse en 5.738, algo que tiene mucho que ver con el complicado panorama internacional, que terminó afectando a las exportaciones. Las firmas agrícolas, por su parte, retrocedieron en 145 para caer hasta las 1.738, un descenso que no sorprende teniendo en cuenta que la sequía y el calor llegaron a causar estragos en la mayor parte de los cultivos.

El problema, con todo, es que la situación, lejos de mejorar, está yendo a peor, como se ha podido comprobar en este inicio del año, en el que la creación de empresas sigue con el freno de mano puesto. Las razones, según ha destacado la catedrática de Economía aplicada de la Universidad de Alicante (UA), Paloma Taltavull, hay que buscarla en la incertidumbre que se registra a todos los niveles como consecuencia de los conflictos bélicos, a lo que se le ha añadido en este inicio del año el acceso de Donald Trump a la presidencia de EE UU, con la guerra arancelaria y sus continuos cambios de posición. "En momentos de cambios nadie invierte, y en la actualidad la incertidumbre que se está viviendo es máxima, hasta el punto de que nadie es capaz de prever lo que va a suceder, ni tampoco puede hacer planes ni a corto ni a medio plazo", subraya la experta.

Sectores

Con relación al diferente comportamiento de los sectores, Taltavull señala que, efectivamente, la precaria situación de los mercados internacionales ha tenido una repercusión directa sobre la industria, mientras que el crecimiento de la construcción está relacionada con las numerosas viviendas que se venden a extranjeros, así como con las obras relacionadas con infraestructuras y logística. El turismo, por su parte, es lo que mantiene al alza al sector servicios.

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