Impacto del apagón

CEV Alicante reclama acciones para asegurar la continuidad del suministro en situaciones críticas

La patronal señala "repercusiones significativas" en los sectores productivos de la provincia como el industrial, la restauración y el comercio

Apagón eléctrico , Acopio de víveres. supermercados, supermercado

Apagón eléctrico , Acopio de víveres. supermercados, supermercado / Rafa Arjones

Ana Jover

Ana Jover

La patronal alicantina ha reclamado a las administraciones públicas el fortalecimiento de la infraestructura eléctrica y, al mismo tiempo, trabajar para asegurar la continuidad del suministro en situaciones críticas. Junto a esta demanda, CEV Alicante ha indicado que "el apagón de luz que afectó a gran parte de España en el día de ayer tuvo repercusiones significativas en varios sectores clave de la provincia de Alicante" como la industria, la restauración y el comercio.

De acuerdo con la información facilitada por la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana, el hecho de que el lunes fuera festivo en algunas poblaciones alicantinas como Elche, Alcoy y San Vicente del Raspeig redujo el impacto. Así, por un lado, se indica que los establecimientos de hostelería fueron los que más se resintieron en un primer momento. "El sector fue uno de los más afectados, especialmente en localidades como San Vicente, donde se celebraban las fiestas de Moros y Cristianos". Por el contrario, precisamente el hecho de ser lunes, un día habitual del descanso para el personal minoró el estropicio.

"Los que decidieron abrir y se encontraron con el apagón, optaron o por cerrar o por servir únicamente alimentos fríos y ofrecier promociones para minimizar las pérdidas. Sin embargo, la falta de electricidad durante las horas pico afectó gravemente a los establecimientos que dependían de la refrigeración y preparación de alimentos calientes", según refleja CEV Alicante en un comunicado.

Sector Industrial

Por otra parte, las empresas industriales que sí operaban se vieron afectadas al tener que parar su producción en el momento del apagón. La falta de suministro de ayer ha provocado que las mercantiles tuvieran que realizar este martes "una puesta a punto para asegurar que no hubiera incidencias en el momento del encendido ni roturas".

En Elche, donde la industria del calzado tiene un gran peso, el impacto fue mínimo debido al festivo local. Las fábricas que operaban en municipios diferentes como Elda, no han reportado incidencias significativas hasta el momento.

El Mercado Central de Alicante ha recuperado su actividad.

El Mercado Central de Alicante ha recuperado su actividad. / Alex Domínguez

Comercio y hoteles

En el ámbito minorista, CEV Alicante señala que, "especialmente en áreas como floristerías o charcuterías y carnicerías, se surfrió un impacto considerable, ya que mucho del producto no podrá utilizarse para la vente por las horas en las que las neveras estuvieron sin luz y, por tanto, sin poder mantener la temperatura necesaria para una buena conservación de la materia prima". En otro tipo de comercios, la falta de electricidad obligó a muchos negocios a cerrar antes de lo habitual, generando pérdidas. Además, se han abierto dudas y consultas sobre las posibles compensaciones.

En cuanto a los hoteles y apartamentos de Alicante, la asociación APHA ha asegurado este mediodía que los establecimientos van recuperando la normalidad. "Los grupos electrógenos en los casos de las instalaciones más grandes se encargaron de suplir la falta de electricidad que en algunos casos no se restableció hasta pasadas más de 10 horas", expresan.

El impacto en la actividad fue, no obstante, limitado. Los “no show”, es decir, los viajeros que no se presentaron a pesar de tener reservas, fueron compensados por prolongaciones de estancias, provocadas por la incertidumbre sobre los viajes de retorno a los lugares de origen. Igualmente se registró un repunte de las reservas de última hora.

Desde APHA también se ha destacado que "muchos de los turistas que visitaban la provincia ayer optaron por acudir a los bares y restaurantes de los hoteles, que tenían autonomía energética a través de los grupos electrógenos, frente a la mayoría de la restauración convencional, que estaba paralizada por la falta de suministro. Igualmente, la facilidad de pago a la cuenta en el hotel permitió que los clientes alojados pudieran consumir aun sin disponer de efectivo, mientras que fuera del hotel los problemas con las tarjetas limitaban el gasto a la disposición de dinero en metálico".

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