Los alicantinos pagan a Hacienda 500 millones más en impuestos en solo cuatro meses

Si hay algo de lo que no debe preocuparse el Gobierno en esta complicada legislatura es de la evolución de sus ingresos. Desde el bache de la pandemia, la recaudación de la Agencia Tributaria no ha dejado de crecer y, cada vez que parece moderarse, lo hace solo para coger nuevo impulso.

Los últimos datos correspondientes al mes de abril son una prueba. Tras los sucesivos récords alcanzados en los últimos años, los ingresos de Hacienda en la provincia acumulan en lo que va de año un nuevo repunte de nada menos que el 28,3 %, gracias al crecimiento de los beneficios empresariales y del empleo.

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Así, en los cuatro primeros meses de este 2025, la recaudación de los principales tributos de carácter estatal -aunque luego se ceda una parte a autonomías y ayuntamientos- alcanzó los 2.380 millones de euros, 526 millones más que en el mismo periodo del año pasado. Una cifra más que significativa.

Los que más crecen

Un incremento que protagonizan especialmente dos figuras impositivas. Por un lado, el Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios que tienen las empresas y que prácticamente triplica su aportación a las arcas públicas en la provincia.

En concreto, pasa de 129 a 374 millones de euros. Esta evolución viene marcada, en parte, por los últimos cambios normativos introducidos por el Gobierno, que ahora solo permite consolidar el 50 % de las pérdidas de las empresas integrantes de grupos -para evitar la ingeniería fiscal que algunas compañías realizaban-, y la disminución de los límites en la compensación de las bases imponibles negativas (del 70 % al 50 % o 25 %) en las sociedades con cifra de negocios superior a los 20 millones de euros.

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Sin embargo, también refleja la mejora de los márgenes que experimentan muchas empresas, tras las subidas de precios que acometieron como consecuencia de la inflación, y que ha mejorado la rentabilidad de muchas compañías.

El otro gran incremento se contabiliza en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cuyos ingresos en la provincia pasan de 706,8 a 861,7 millones de euros, un 22 % más. El principal motor de este crecimiento es el aumento de las retenciones del trabajo, un epígrafe en el que se incluyen tanto los pagos que descuentan las empresas de las nóminas de sus empleados, como los que se aplican a las pensiones.

De esta forma, el aumento del número de cotizantes -que roza los máximos históricos en la provincia-, el incremento de los salarios y la subida de las pensiones se combinan para elevar esta partida.

Pero no es la única, también siguen en aumento las retenciones por las ganancias de capital mobiliario, es decir, por los intereses que generan las cuentas corrientes o los fondos de inversión, aunque en este caso parece que las subidas empiezan a moderarse, según se recoge en el informe mensual de recaudación que elabora el organismo público.

Esta misma mejora también se aprecia en el Impuesto de la Renta de No Residentes -el que grava las ganancias que tienen los extranjeros o los españoles emigrados con sus bienes o inversiones en el país-, que pasa de 43 a 121 millones de euros.

Más consumo

Bastante más moderada es la evolución que presenta el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que abonan los consumidores cada vez que realizan una compra o las empresas, cuando importan algún producto. En los primeros cuatro meses del año, la recaudación de este tributo alcanza los 961 millones de euros, un 5,9 % más que en el mismo periodo de 2024, según los datos de la Agencia Tributaria. Un crecimiento que viene dado, en este caso, por el mayor gasto de las familias, pero también por el importe más elevado que se dejan los turistas que visitan la Costa Blanca.

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De esta forma, tan solo se registran cifras negativas en dos impuestos cuya aportación a la delegación de Hacienda en Alicante es menor. Por un lado, la recaudación por Impuestos Especiales cae de 18,9 a 10,7 millones, aunque hay que tener en cuenta que la mayor parte de los pagos por este concepto se centralizan en Madrid. Y, por otro, los ingresos por Tráfico Exterior, que grava las mercancías que recalan en los puertos, suman 25,3 millones, un 1,6 % menos.