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Bienestar Social

La generación del "baby boom" dispara la cifra de jubilaciones en Alicante

La Seguridad Social concedió el año pasado 13.928 nuevas pensiones en la provincia, un 16,5 % más que en el ejercicio anterior, y el número sigue en aumento

Los jubilados españoles ganan de media casi un 6,5% más que los europeos de su edad

Atlas News

David Navarro

David Navarro

Vivieron el fin de la dictadura y la llegada de la democracia. Disfrutaron de la libertad de la movida de los ochenta, mientras muchos se convertían en los primeros de sus familias en estudiar una carrera universitaria. Salieron de fiesta en los noventa, al tiempo que encauzaban sus carreras. El cambio de milenio los sorprendió formando sus familias y sobrevivieron a una de las peores crisis económicas que se recuerda, en 2008. Hasta superaron una pandemia. Y ahora, por fin, les llega la hora de descansar.

El problema es que son tantos que empiezan a poner a prueba las costuras del estado del bienestar que ellos mismos consolidaron con su trabajo.

La llegada de la denominada generación del 'baby boom' a la edad de jubilación está acelerando el crecimiento del número de pensiones de la provincia a una velocidad desconocida hasta la fecha. Según los últimos datos oficiales de la Seguridad Social, a lo largo del año pasado se concedieron en Alicante 13.928 nuevas pensiones por este motivo, lo que supone un incremento del 16,5 % sobre las tramitadas el ejercicio anterior y de casi un 40 % con respecto a la cifra de hace diez años.

Una cifra que contrasta con el mantenimiento e, incluso, ligero descenso del número de bajas que se registran -8.709 el año pasado-, como consecuencia de la mayor esperanza de vida de la población. El resultado es que a finales del año pasado el estado ya abonaba en la provincia 225.000 pensiones de jubilación, que, sumadas al resto de prestaciones contributivas, como las de viudedad u orfandad, suman un total de 345.361. En ambos casos unas 35.000 más que hace una década.

Solo el inicio

Y la subida no ha hecho más que empezar, si se tiene en cuenta que solo en los primeros cinco meses de 2025 ya se han aprobado otras 4.428 jubilaciones -un 12,2 % más que en el mismo periodo del año pasado-, y que las cohortes más numerosas de los "boomers" aún están por llegar. Por dar una idea, mientras que el año pasado cumplieron los 65 años 26.500 alicantinos, dentro de diez años serán más de 31.000 y en 2042 lo harán más de 34.000, el pico máximo de la actual pirámide poblacional.

Una pareja de jubilados disfruta de la playa en Santa Pola.

Una pareja de jubilados disfruta de la playa en Santa Pola. / INFORMACIÓN

La gran pregunta es si el sistema será capaz de soportarlo. Sobre todo, porque, junto con el incremento en el número de prestaciones, también hay que contar con el hecho de que los nuevos jubilados reciben prestaciones mucho más elevadas de las que tenían los perceptores que fallecen.

En el caso de la provincia, la paga mensual que reciben los que han accedido al retiro en lo que va de año asciende ya a 1.376 euros brutos, mientras que el importe de las que se dan de baja es de 1.115 euros, lo que provoca que el gasto crezca aún a una velocidad más rápida. En el caso de Alicante la factura mensual de la Seguridad Social asciende ya a 394 millones de euros, 25 millones más que el año pasado y 163 millones más que en 2015.

Reformas insuficientes

Los expertos consultados dudan de que el sistema público de pensiones sea capaz de afrontar este desafío sin nuevas reformas para garantizar su sostenibilidad. "Estamos hablando de que para el año 2050 habrá un 50 % más de pensionistas en España, pasaremos de los 10 millones actuales a unos 15 o 16 millones", recuerda Enrique Devesa, profesor universitario y miembro del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

Devesa se muestra especialmente crítico con la última reforma, que se centró más en conseguir un incremento de los ingresos del sistema, que en contener el crecimiento del gasto. Así, entre las novedades está la incorporación del llamado "mecanismo de solidaridad intergeneracional", que no es sino una subida de las cotizaciones que pagan los trabajadores y que la idea es que llegue al 1,2 % de la nómina para 2029, o un aumento de la cotización máxima.

"Un nuevo aumento de la edad de jubilación ayudaría a contener el gasto de la Seguridad Social"

Enrique Devesa

— Investigador del Ivie

A su juicio, fiarlo todo a la buena evolución del mercado de trabajo, que eleve el número de afiliados, y a estos cambios no solucionará el problema de base. Y más cuando la Seguridad Social ya tiene un déficit de alrededor de 30.000 millones anuales, equivalente a alrededor de un 2 % del PIB español. En su opinión habría que aplicar otras alternativas, como un nuevo aumento de la edad de jubilación, "una medida que sí ayudaría a contener el gasto".

Los jóvenes, perjudicados

Una visión muy parecida es la que ofrece la economista senior de Funcas, María Jesús Fernández. "Tenemos que tener claro que, si queremos cuadrar las cuentas por la vía de elevar las cotizaciones, eso tiene un impacto, no es gratis. Una subida de cotizaciones supone menos crecimiento del empleo. Sobre todo entre las pymes, que tienen menos capacidad", apunta.

"Hemos sacrificado a las generaciones más jóvenes para mantener la capacidad adquisitiva de los mayores"

María Jesús Fernández

— Economista senior en Funcas

"Ya tenemos la primera o la segunda mayor brecha salarial de la OCDE. Es decir, donde hay mayor diferencia entre lo que paga la empresa y lo que el trabajador acaba ingresando en su bolsillo", asegura Fernández, que recuerda el esfuerzo que esto supone para los profesionales en activo.

"Hemos sacrificado a las generaciones más jóvenes para mantener la capacidad adquisitiva de los mayores", concluye la economista de Funcas, dejando en el aire su reflexión.

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