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El Puerto de Alicante romperá el contrato de construcción de la isla flotante ante el riesgo de colapso

La infraestructura, sobre la que se pretendía ubicar un restaurante, fue adjudicada a Vías y Construcciones y requirió de una inversión cercana a los tres millones de euros

Aspecto de la isla flotante situada en la entrada de la dársena portuaria.

Aspecto de la isla flotante situada en la entrada de la dársena portuaria. / HECTOR FUENTES

Miguel Vilaplana

Miguel Vilaplana

El Puerto de Alicante ha iniciado los trámites para la resolución del contrato de construcción de la isla flotante situada en la bocana de la dársena interior. La infraestructura, que requirió de una inversión cercana a los tres millones de euros y sobre la que se pretendía ubicar un restaurante, presenta un elevado riesgo de colapso, de ahí que se haya optado por romper el contrato con Vías y Construcciones, que fue la empresa que se adjudicó las obras en febrero de 2022. El organismo portuario, a la vista del estado que presenta la isla, contempla directamente su demolición, algo que se pretende que asuma la propia empresa, a la que no se descarta solicitar también una compensación económica.

El 30 de noviembre de 2021, la Autoridad Portuaria de Alicante anunciaba, junto al proyecto de mejora y modernización de los muelles abiertos al público, la construcción de una isla en la bocana de la dársena interior, que sirviera para conectar esos muelles, dotando de un anillo peatonal abierto al público, entorno a ella, de 2,8 kilómetros.

Vista de la isla situada a la entrada de la dársena del puerto.

Vista de la isla situada a la entrada de la dársena del puerto. / HECTOR FUENTES

Tras experimentar un hundimiento parcial en uno de sus pilares de apoyo durante la cimentación de la plataforma, en marzo de 2023, se procedió a realizar trabajos extra de refuerzo en el lecho marino, para garantizar su estabilidad. Sin embargo, una vez finalizada la obra, la empresa contratista rechazó efectuar una prueba de carga que permitiera evaluar su estabilidad, tal y como estaba previsto en el contrato, y como trámite imprescindible para que el puerto firmara la recepción de la obra.

En el Consejo de Administración del ente portuario, presidido por Luis Rodríguez, se ha dado a conocer un informe sobre la situación del proyecto y el inicio de actuaciones mediate la incoación del expediente y su comunicación a Vías y Construcciones. Da comienzo así un periodo de audiencia previa al contratista por un periodo de 10 días en el que podrá formular alegaciones. Pasado este plazo, y tras años de incidencias técnicas y negativas a realizar la prueba de carga definitiva, la propuesta de resolución se llevaría al próximo Consejo, previsto para antes de finalizar el año.

El Consejo de Administración en el que se ha abordado el asunto.

El Consejo de Administración en el que se ha abordado el asunto. / INFORMACION

Un reciente informe del CEDEX, organismo público de referencia en obra civil, ha desaconsejado firmemente esa prueba por el elevado riesgo de colapso de la estructura, que jamás ha llegado a ser recepcionada.

En los últimos años, el puerto ha encargado auditorías y peritajes que constatan el deterioro irreversible de la estructura, y la imposibilidad de cumplir los estándares de seguridad para ubicar en ella el restaurante propuesto en el proyecto original. La situación ya obligaba a registrar en las cuentas de 2024 una pérdida por deterioro de 2,7 millones de euros —prácticamente el 100% de la inversión realizada— siguiendo la recomendación de la Intervención General del Estado.

Imagen de archivo de las obras para la construcción de la isla.

Imagen de archivo de las obras para la construcción de la isla. / Alex Dominguez

La actual presidencia lleva ya dos años trabajando para dar solución a esta problemática, y con este informe, reafirma su compromiso con la transparencia y la responsabilidad ante la ciudadanía, trabajando activamente para aportar soluciones a los retos actuales, siempre en beneficio del puerto, su entorno y la comunidad alicantina.

El Consejo considera “agotadas todas las vías para subsanar la situación”, tras múltiples ampliaciones de plazos y oportunidades ofrecidas en los últimos ejercicios, y decide, en consecuencia, iniciar la vía de la resolución contractual, así como la de restituir el lecho marino original, para recuperar las condiciones previas de navegabilidad.

Esta medida, aunque costosa, ejemplifica, destacan desde el Puerto, la gestión responsable con el erario, y la protección del entorno portuario. La Autoridad Portuaria destaca así su compromiso con la seguridad de los ciudadanos y el bienestar de la ciudad a largo plazo.

Tienda y cajero

Por último, el Consejo de Administración también ha abordado diversos asuntos de gestión portuaria, concesiones, infraestructuras y servicios.

En el apartado de concesiones y autorizaciones, el Consejo ha estudiado varias propuestas de cesión de uso y modificaciones no sustanciales de concesiones en la Zona de Actividades Logísticas (Z.A.L.) y en la estación marítima de cruceros entre las que destaca la petición de Global Ports Alicante, S.L., para proyectos como una tienda libre de impuestos y un cajero automático en la terminal de cruceros .

Fallos también en el catamarán

Enlazando con el proyecto de la isla flotante, en el Consejo de Administración del Puerto de Alicante también se ha presentado un informe de situación del contrato para la “Elaboración y suministro de una embarcación de pasaje”, un catamarán cuya finalidad era la de unir la isla, a modo de trasbordador, con los respectivos muelles.

La embarcación fue adjudicada a la mercantil Nasai Marine por un importe de 383.000 euros en mayo de 2023, a lo que se sumó posteriormente una modificación de 43.460 euros para dotarla de mayor autonomía y seguridad. Con todo, tras la botadura, en diciembre de 2024, se detectaron diversos fallos de navegación que, tras numerosas pruebas, han sido trasladados al astillero, para que realice las subsanaciones necesarias que garanticen una navegación con las suficientes condiciones de seguridad.

Durante las pruebas realizadas, se constató que la embarcación no alcanzaba los 12 nudos de velocidad máxima del proyecto, que no conseguía mantener un rumbo fijo de navegación y que su gobierno y maniobrabilidad eran deficientes, hasta el punto de precisar ayuda externa desde el pantalán para atracar el catamarán.

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