Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Activos
Economía Manuel Muñiz Secretario de Estado de la España Global

«La Tasa Google es un acto soberano de España y no debe afectar al calzado»

Manuel Muñiz, en las instalaciones de Casa Mediterráneo en Alicante | Rafa Arjones

Manuel Muñiz está al frente de la Secretaría de Estado de la España Global desde enero de 2020, apenas unas semanas antes de que irrumpiera con toda su fuerza la crisis de coronavirus, que ha tenido un impacto sanitario y económico sin precedentes, y que también ha obligado a los distintos gobiernos a reforzar la coordinación para el control de la pandemia. Han sido, por tanto, unos meses muy intensos, en los que también se han registrado otros acontecimientos que van a tener una gran incidencia a nivel global, como es el acceso de Biden a la presidencia de EE UU. En este contexto tan agitado, Muñiz ha desempeñado un papel decisivo en la estrategia de acción exterior que el Gobierno de España ha diseñado para afrontar con las máximas garantías el proceso de recuperación.

¿Cuál fue el papel que jugó su departamento cuando de repente, casi en el momento en que se estrenaba como secretario, irrumpió la pandemia de covid?

En marzo, cuando ya veíamos la dirección que estaban tomando los acontecimientos, decidimos elaborar un estudio prospectivo de los efectos que la crisis iba a tener en el ámbito nacional e internacional. Lo primero que vimos es que se iba a registrar una fractura económica y una profundización de las brechas salariales y sociales que ya se estaban produciendo con anterioridad. También nos preocupaba la posibilidad de una brecha educativa más aguda en aquellos hogares sin medios tecnológicos, teniendo en cuenta que, si esto ya se producía en los meses de verano, iba a ser mucho más notable en un período de confinamiento. De hecho, no es casual que la respuesta del Gobierno a la crisis sanitaria haya estado planificada en términos de equidad. Una prueba de ello es que desde un primer momento la sanidad privada ha estado a disposición de la pública, que la vacunación esté siendo universal y gratuita, y que se hayan habilitado los ERTE y los préstamos y avales ICO con el objetivo de proteger el empleo.

¿Y a nivel internacional?

Las cuestiones a las que he hecho referencia son generales prácticamente en todo el mundo, pero también vimos, como luego se confirmó, que la pandemia iba a afectar de forma rotunda a la movilidad internacional. Lo sabíamos en marzo a la vista de lo que ya estaba sucediendo en lugares como Japón, Corea o China, donde se constituían fronteras de forma muy rápida. Y eso, éramos conscientes, iba a tener un fuerte impacto sobre nosotros, dado que España es un gigante de la movilidad, no sólo por la gran importancia del turismo, sino también por los 50.000 alumnos que llegan a nuestro territorio cada año a través del programa Erasmus, o la gran cantidad de congresos que se llevan a cabo. Tenemos una economía altamente dependiente de la movilidad. Por otro lado, se vislumbraba un panorama en el que se podía acrecentar la colisión geopolítica de China y Estados Unidos, como luego se ha visto.

El panorama, por tanto, era bastante desalentador en ese momento. ¿Piensa que, a partir de este diagnóstico, se han adoptado las medidas adecuadas?

Considero que las medidas que se han ido tomando nos permiten ver el futuro con razonable optimismo. Para empezar, hay que hacer referencia a las vacunas, que la comunidad internacional ha logrado obtener en un tiempo récord, teniendo en cuenta que el tiempo medio para otras dolencias, y eso en los casos de éxito, era de diez años. Después, y gracias al esfuerzo solidario realizado por los países europeos, se han habilitado unos fondos comunitarios de recuperación dotados con nada menos que 750.000 millones de euros, que tampoco nadie garantizaba que se pudiesen aprobar a esta velocidad. Estos fondos, además, podrán llegar a España gracias a la aprobación de los presupuestos generales, que es donde aterrizarán. Y, por último, se ha logrado un acuerdo satisfactorio con el Brexit, algo muy importante para España, teniendo en cuenta nuestro nivel de inversión en el Reino Unido, sólo por detrás de EE UU.

Antes ha hecho referencia a las restricciones en la movilidad, que han tenido un impacto durísimo sobre el turismo, de gran trascendencia para España y para la provincia de Alicante en particular. ¿Qué panorama se dibuja para este sector?

Nuestro objetivo es recuperar la máxima movilidad posible , dentro de los parámetros de seguridad sanitaria, porque somos plenamente conscientes de que se trata de un sector vital para nuestro país. En este sentido, estoy convencido de que el certificado verde que va a aprobar la Unión Europea para el mes de junio va a jugar un papel fundamental, porque permitirá viajar entre los países comunitarios gracias a que , a través de un código QR, se conocerá si una persona ha sido vacunada, si ha pasado un test o si ha superado la enfermedad. Todo ello para intentar que el turismo recupere un 50% de su actividad este verano.

Este certificado, sin embargo, ha despertado dudas con relación a si puede resultar discriminatorio...

Se han tenido muy en cuenta los aspectos éticos y normativos, puesto que no excluye otros requisitos que tienen los países como la realización de una PCR. Tampoco se podrá utilizar para otros usos que sí serían discriminatorios, como que empleadores pidan este certificado a la hora de contratar. De lo que se trata es de contar con una herramienta coyuntural mientras dure la pandemia para facilitar la movilidad desde un punto de vista de la confianza y la agilidad.

Todo el mundo tiene depositadas muchas esperanzas en los fondos de recuperación...

Vamos a recibir 140.000 millones de euros en tres años, una cantidad extraordinaria si se tiene en cuenta que España, cuando más se ha beneficiado de las inversiones europeas, era cuando recibía 6.000 millones al año. Estos fondos van a resultar decisivos para que nuestro país lidere la recuperación.

¿En qué aspectos van a incidir estos fondos?

Si uno mira la estructura del Gobierno de España, donde se prima la digitalización, la transición ecológica, la agenda social y la cohesión territorial, ya se puede hacer una idea de hacia dónde se van a dirigir estas inversiones. Es una oportunidad única que tenemos que aprovechar.

Alicante está apostando fuerte por la digitalización y las nuevas tecnologías, con Distrito Digital como punta de lanza. ¿Qué futuro le vislumbra a esta iniciativa?

Le auguro un éxito importante. Hay instituciones y empresas que apoyan la iniciativa, una buena conectividad y calidad de vida. Todos los ingredientes están ahí para crear un hub tecnológico que tenga capacidad, además, para vertebrar la economía regional. En EE UU, un país que ha apostado fuerte por el sector, hay grandes ejemplos.

Hablando de Estados Unidos, ¿qué incidencia puede tener en el contexto internacional la reciente salida de Trump y el acceso a la presidencia de Biden?

En cien días hemos visto cambios de gran calado, en lo que sin duda es una revolución tanto política como económica. Después de mucho tiempo, el país ha vuelto al multilateralismo en cuestiones como el comercio, el cambio climático o la Organización Mundial de la Salud. A nivel interno, además, está apostando por políticas justas en el sostenimiento de las clases medias y el empleo. Y los españoles estamos llamados a ser unos de los grandes beneficiarios de este cambio, teniendo en cuenta que el país norteamericano ha puesto en marcha un ambicioso plan de infraestructuras del que se pueden beneficiar nuestras empresas. No hay que olvidar que el stock de inversión de España allí es de 80.000 millones de euros. Por otro lado, también ha decidido volver a apostar de forma decidida por la OTAN, donde tanto EE UU como nosotros tenemos intereses comunes con las bases de Rota y Morón, claves para el control del Mediterráneo.

Sin embargo, también estamos asistiendo a los primeros roces, como es la amenaza de la subida de aranceles para el calzado por parte de EE UU por la decisión de España de imponer la denominada Tasa Google. ¿Se han planteado la posibilidad de dejarla en suspenso?

La decisión de gravar a las tecnológicas es un acto de soberanía fiscal que ejerce España, en un momento en que el proceso de digitalización se ha acelerado como consecuencia de la pandemia, y no debe afectar al calzado. En cualquier caso, EE UU ha expresado su voluntad de negociar en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y tenemos confianza en que la amenaza de los aranceles no se va a aplicar. Somos optimistas y esperamos que el acuerdo se produzca este mismo año.

La provincia de Alicante también tiene intereses depositados en el Reino Unido. ¿Se ha alcanzado un buen acuerdo con el Brexit?

En lo que respecta al turismo y a los residentes británicos, el acuerdo ha buscado respetar los derechos ya adquiridos. En el ámbito comercial, las cifras demuestran que, mientras las exportaciones británicas han sufrido, en cambio no ha sucedido lo mismo con las importaciones. Eso son noticias positivas.

Los sectores industriales y agrícolas alicantinos se quejan de que en muchos casos no encuentran reciprocidad en las condiciones que fija Europa y terceros países en materia de comercio exterior...

Nosotros siempre buscamos y exigimos reciprocidad en los acuerdos comerciales, y así se lo estamos trasladando a la Unión Europea. Trabajamos duro para reducir los conflictos arancelarios.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats