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Los «supermercados fantasma» llegan a Alicante

La nueva competencia de Consum o Mercadona llega en bicicleta eléctrica y con tiendas en las que no pueden entrar los clientes

Dos trabajadores de Gorillas en una de las «dark store» de la compañía, en la que se prepara los pedidos. | Activos

La nueva competencia de Consum o Mercadona llega en bicicleta eléctrica y con tiendas en las que no pueden entrar los clientes. Es lo que se conoce como «dark stores» o «supermercados fantasma», centros dedicados exclusivamente a la preparación y reparto de pedidos online que, en el caso de las nuevas cadenas especializadas que ya han comenzado a surgir, prometen entregas ultrarrápidas, de apenas diez minutos desde que el cliente formaliza su compra.

Se trata de un paso más en el auge del creciente negocio del «delivery» o reparto a domicilio, que también ha propiciado la aparición en las grandes ciudades de cocinas ciegas («dark kitchen») o restaurantes virtuales dedicados únicamente a satisfacer esta demanda.

En el caso de los supermercados se trata de un fenómeno que ha eclosionado en Europa durante la pandemia de la mano de nuevas startups, que desde principios de año han empezado a llegar a España y que el próximo mes inician su desembarco en Alicante.

En concreto, la alemana Gorillas tiene previsto abrir a mediados de julio sus dos primeras «dark stores» en la capital de la provincia, en el Centro y la zona de Ensanche-Diputación, según confirmó a este diario la gerente general de la compañía en España, Magdalena Szuszkievicz. Se trata de uno de los tres grandes operadores especializados que existen en estos momentos, junto con la británica Dija y la catalana Blok, con un modelo de negocio en el que también han empezado a competir los grandes del «delivery», como Glovo, que a principios de este año anunció un plan para crear una red de «tiendas fantasma» por toda España.

En este sentido, la compañía abría hace unas semanas una oferta de trabajo en LinkedIn para buscar un «store manager» en Alicante, aunque desde la firma no han facilitado más información de sus planes.

En cualquier punto

Desde Gorillas señalan que su propuesta responde a la realidad de muchos consumidores, que actualmente se ven obligados a realizar la compra a toda prisa cuando salen de trabajar o los fines de semana, restando tiempo al descanso. Con su sistema, la compra se realiza a través de la aplicación y las entregas se producen en solo diez minutos en cualquier lugar elegido: el domicilio, la oficina, un parque o cualquier punto que se escoja. Ofrecen más de 2.000 referencias y uno de sus fuertes, según apuntan, son los productos frescos, como frutas, verduras o carne, que llega en bandejas.

¿Cómo lo hacen? Pues Gorillas busca pequeños locales de entre 350 y 500 metros cuadrados en aquellas zonas donde considera que hay más demanda y limita el radio de reparto a sólo dos kilómetros. Desde que llega el pedido, los trabajadores de la tienda tienen dos minutos para prepararlo, de forma que los repartidores tienen ocho minutos para la entrega.

Inicialmente, cada uno de estos establecimientos suele contar con una decena de trabajadores, que más tarde va ampliando a medida que aumenta el volumen de pedidos. Según explica Szuszkievicz, siempre arrancan en todas las ciudades en las que llegan con dos establecimientos -que también les sirven de laboratorio de pruebas para ajustar el catálogo de productos a las demandas de cada zona- y, posteriormente, amplían la red. En Alicante, por ejemplo, ya piensan en la playa de San Juan.

El pedido medio que reciben oscila entre los 20 y los 30 euros, y lo habitual es que los usuarios realicen varias compras a la semana. Aseguran que los precios son similares a los de cualquier supermercado y sólo se cobra una tarifa de 1,8 euros por entrega. El resto del coste sale de los márgenes que, como cualquier cadena, aplica a los productos.

Entre los argumentos que utilizan estas nuevas plataformas para vender sus servicios, también apuntan que sus usuarios reducen el desperdicio de comida, ya que no tienen que acumular para disponer de los productos que necesitan, con el riesgo de que caduquen o de que, por ejemplo, la verdura se pudra. Los horarios suelen ser amplios, en el caso de Gorillas, de ocho de la mañana a once de la noche.

En cualquier caso, el fenómeno de las «dark store» no es exclusivo de estos nuevos operadores. Las grandes cadenas también exploran este modelo de establecimientos focalizados únicamente en atender las compras online con el objetivo de agilizar los pedidos. Las famosas «colmenas» que Mercadona construye para centralizar su servicio online no dejan de ser una modalidad de estos «supermercados fantasma». En la misma línea, El Corte Inglés acaba de reconvertir su centro de Eibar en una «dark store» para atender las compras a domicilio en el País Vasco, un modelo que quiere expandir a otras partes del país, aunque, de momento, no tiene planes para implantarlo a corto plazo en Alicante, según afirman desde los grandes almacenes.

También la cadena de supermercados DIA inició la reconversión de algunas de sus tiendas en «dark stores» durante la pandemia con el objetivo de impulsar su servicio express de entrega en una hora, además de atender los pedidos que llegan a través de La Plaza de DIA, su alianza con Amazon. En el caso de Alicante, por ahora, ha optado por un modelo mixto, en el que ha seleccionado determinadas tiendas en las que ha habilitado un espacio para la preparación rápida de los pedidos y donde hay «pickers», es decir, trabajadores que se dedican a recoger de las estanterías del supermercado los productos para conformar las cestas para su reparto.

La entrega de comida ya mueve 1.770 millones de euros en España

A la espera de ver cómo evoluciona este nuevo segmento del reparto de la compra del supermercado, de no momento lo que ya está más que consolidado es el «delivery» de comida a domicilio. Según los últimos datos de la consultora NPD Group, este negocio movió el año pasado 1.770 millones de euros en España y supuso el 8,1% de la facturación del sector de la hostelería y la comida para llevar. De esta cifra, un 35% del total de pedidos se realizó a través de agregadores, las famosas plataformas tipo Glovo o Deliveroo, mientras que otro 16% se encargó directamente a través de la web o la aplicación propia del restaurante y el restante 48% se tramitó vía telefónica.

Otra tendencia que destaca la consultora es que, si antes la mayoría de este mercado de la comida a domicilio estaba copado por establecimientos más o menos especializados en este segmento, como las pizzerías o algunos restaurantes chinos), en la actualidad esta oferta ya supone menos de la mitad del negocio, ante la generalización del servicio en todo tipo de establecimientos.

En el caso de los supermercados, las grandes cadenas aún buscan la fórmula para rentabilizar el reparto de las compras que se realizan a través de internet. Los nuevos operadores espolearán el cambio.

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