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Los pisos heredados aceleran el mercado

Los traspasos de viviendas por herencias crecen un 19 % en la comunidad Valenciana en el primer año de pandemia y agitan las operaciones de las inmobiliarias

Edificios en el barrio de Campanar de València.

Las herencias han elevado el ritmo de ventas en el mercado inmobiliario en la Comunidad Valenciana al nivel de hace 14 años. Los traspasos de viviendas por herencia han aumentado un 19,2 % en este territorio en el primer año de pandemia y han multiplicado el número de operaciones de compraventa, según datos del Instituto Nacional de Estadística. El mes de julio marcó el mejor nivel de operaciones en la Comunidad con 7.226 ventas desde el mismo mes de 2007, cuando se cerraron 9.278 traspasos. Las inmobiliarias coinciden en que ha salido mucho producto al mercado tras los estragos causados por la pandemia entre los valencianos de más edad y apuntan a que muchos de estos pisos han acabado vendidos porque los herederos (personas de entre 50 y 60 años) ya tenían resuelto el problema habitacional. El mayor problema de las herencias es que se pongan de acuerdo en el precio todos los herederos y cuantos más son a repartir más se suelen complicar las operaciones.

Juan Ferrando, responsable de la zona centro de València de OC Habitat, incide en que han salido al mercado muchos pisos de gente mayor que ha fallecido durante la pandemia y que tenía hijos mayores con sus propias viviendas. «Yo llevo la zona de Ciutat Vella, que se caracteriza porque tiene una población envejecida y casas muy grandes. Son viviendas sobredimensionadas, ya que eran para familias de hasta cinco hijos y que necesitan una reforma. Los hijos tienen sus propios pisos y en algunos casos hasta los nietos, por lo que la mejor opción es vender». También se está dando el caso de gente mayor que vive en un piso que ronda los 200 metros cuadrados y ha decidido vender la vivienda para comprarse uno más pequeño. «En Ciutat Vella y l’Eixample es donde más se está notando. Yo vendí en enero un piso de 570 metros, que se quedó una pareja de estadounidenses para dividirlo en dos y alquilar o vender una de las propiedades. Es un hecho que la covid ha impulsado el mercado», sentencia Juan Ferrando.

El decano del Colegio Notarial de Valencia, Francisco Cantos, confirma el crecimiento de operaciones procedentes de herencias por el incremento de la tasa de mortalidad entre las personas más mayores. «Si los herederos están de acuerdo, la vivienda se traspasa en dos o tres meses. Si el bien es de un solo heredero el trámite es rápido, pero cuando es de varios a veces se complica», advierte el decano de los notarios de la Comunidad Valenciana.

Este tipo de viviendas procedentes de herencias con frecuencia necesitan una reforma integral. «Suelen ser pisos sin reformar o actualizados hace veinte años. En estos casos es necesario hacer una reforma integral que puede costar entre 400 y 500 euros el metro cuadrado», apunta Cristina Recasens, fundadora de Recasens Real Estate. «Un lavado de cara que incluya el cambio del baño y la cocina se puede hacer por 20.000 euros, pero para un piso de 200.000 euros y 110 metros cuadrados una reforma seria se va a subir a 55.000 euros», asegura la consultora.

Santiago Sánchez, director de Engel & Völkers en Orihuela y Torrevieja, confirma que «la covid ha multiplicado la oferta de viviendas en venta. En mi zona han subido las operaciones porque muchas viviendas se compraron en los ochenta y eran de gente mayor que ha fallecido». Sánchez advierte de que en ocasiones las herencias suponen un problema porque «la vivienda es un bien no líquido. Muchas veces los herederos nos piden una valoración de la vivienda y al final la familia la pone en venta porque en el 90 % de los casos renuncia a quedársela uno de los hermanos».

El portavoz del Colegio de Agentes de la Propiedad (API) de Valencia, Vicente Díez, subraya que la clave para que las operaciones cristalicen con rapidez está en el número de herederos. «Cuando son muchos tienen que ponerse de acuerdo y a veces es complicado porque entra el valor sentimental de la vivienda», indica.

Impuestos

Uno de los motivos que impulsa la venta de una vivienda heredada es poder hacer frente al pago de impuestos que conlleva una herencia. «Hay hijos que no pueden conservar el piso de sus padres porque carecen de liquidez para abonar los impuestos. A veces utilizan las arras para liquidar los impuestos. En esos casos sí que se producen bajadas de precios porque hay una cierta urgencia por vender», señala Juan Ferrando.

Un segundo efecto de la covid es la crisis económica que ha golpeado con dureza a una parte de la sociedad. Esta situación ha provocado la salida al mercado de «gangas» que se venden de inmediato. «La crisis ha afectado a muchas personas que carecen de liquidez y necesitan vender la vivienda que han heredado. Esos pisos se venden superrápido. Hay inmuebles en València con un valor real de 80.000 euros que se traspasan por 60.000 euros porque los propietarios tienen necesidad. Eso en las herencias caras no es frecuente que pase porque los herederos tienen más recursos», revela la consultora Cristina Recasens. La fundadora de Recasens Real Estate añade que se están dando casos de herederos de un piso de un valor alto que con la venta «compran dos o tres inmuebles de entre 70.000 y 100.000 euros para invertir».

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