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España, imán tecnológico y de talento

Amazon, Google, Vodafone, IBM o Microsoft han apostado por españa en los últimos meses. málaga, barcelona o valència reúnen todos los requisitos «tech friendly»... y las empresas lo saben

Vodafone creará hasta 600 empleos en Málaga | activos

Sol, playa y dieta mediterránea. Estos tres ingredientes integran el ‘top ten’ de razones por las que miles de turistas internacionales eligen España como lugar de vacaciones cada año. Y forman parte, también, de la lista de factores que hacen que España o, para ser más exactos, algunas ciudades españolas, despunten como polos de atracción de talento e innovación. No es casualidad que en los últimos meses multinacionales tecnológicas como Amazon, Google, Vodafone, Oracle, IBM o Microsoft hayan optado por la geografía española para ubicar centros de cloud, ciberseguridad, inteligencia artificial o I+D+i. También consultoras como Accenture, Deloitte o Indra han anunciado recientemente la creación de nuevos espacios de innovación y desarrollo tecnológico. Y, en paralelo a los movimientos de las grandes compañías, de la mano de incubadoras, aceleradoras y parques tecnológicos, está en plena efervescencia un pujante ecosistema de start-ups, que ha multiplicado por cinco el emprendimiento innovador de España desde 2015 y alcanza ya un valor de 46.000 millones de euros, según datos del informe ‘Spanish Tech Ecosystem’, promovido ASCRI, Endeavor, ENISA, Kibo Ventures y el Alto Comisionado para España Nación Emprendedora.

Trabajadores en una de las oficinas de Microsoft | activos

Es factor de peso para ser una ciudad ‘tech friendly’ la calidad de vida, plasmada no solo en un clima amable sino también en la oferta educativa, sanitaria o de ocio. También lo es el contar con unas buenas infraestructuras de telecomunicaciones y una orientación hacia la gestión eficiente de los recursos. Y en un contexto en el que la demanda de empleo cualificado en STEM (relacionado con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) supera ampliamente a la oferta, sobresale la capacidad de generar, atraer y retener talento. Precisamente la digitalización, el capital humano y la sostenibilidad ambiental son los tres ámbitos en los que España sale bien parada en el índice ‘European Innovation Scoreboard 2021’ que elabora la Comisión Europea.

Estos factores, junto con otros como una buena conectividad, comunicaciones globales o ser foco de inversión en capital riesgo, han hecho de Barcelona y Madrid los epicentros tradicionales de actividad empresarial. Sin embargo, en estas recientes apuestas corporativas también aparecen Zaragoza, Málaga o València. «La concentración existe, por lo que el hecho de que se estén produciendo estas dinámicas en estas ciudades es algo a subrayar, porque algo están haciendo bien», apunta Aleix Pons, director de Economía de Fundación Cotec.

La tendencia se replica al analizar las empresas de alto crecimiento o ‘gacela’ -menos de cinco años de vida, más de diez empleados y crecimientos anuales de facturación superiores al 20% en los tres últimos ejercicios-. «Cuando ponemos el zoom territorial vemos cosas interesantes», señala Pons. En términos absolutos, hay cuatro comunidades autónomas que concentran más del 65% de estas ‘gacelas’ (período 2017/2019): el 20% está en Madrid, el 15,6% en Andalucía, el 14,6% en Cataluña y el 12,7% en la Comunidad Valenciana.

Según se extrae del ‘Mapa del Talento autonómico 2020’, elaborado en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), existe una correlación clara entre innovación y crecimiento empresarial, y también entre el PIB per cápita de una comunidad y su capacidad para gestionar el talento. Es por eso que desde Cotec hacen un llamamiento a una mayor difusión de la innovación y la digitalización, así como a un aprovechamiento eficaz de los fondos europeos, de forma que también alcancen a las pymes y todos ganen.

Barcelona

Un «pool» de conocimiento

Barcelona se erige como la quinta ciudad internacional más atractiva para atraer a jóvenes del sector tecnológico, según el informe ‘Tech Cities 2021’de la consultora inmobiliaria Savills. Por eso, que la Ciudad Condal acoja a «unos 100.000 profesionales de la tecnología, 800 grupos de investigación y 25.000 investigadores» ha sido determinante para Microsoft a la hora de seleccionarla para instalar su hub de I+D en aplicación de tecnologías de inteligencia artificial. El centro arrancará en enero con una plantilla de 30 personas, que esperan elevar a 100 a medio plazo, y será uno de los 8 espacios de investigación de la división WebXT con los que Microsoft cuenta en el mundo.

Para decantarse por una localización «es imprescindible que muestre un compromiso con la innovación y la investigación y, a su vez, disponga de un nutrido tejido de expertos en tecnología y start-ups», explica Jordi Ribas, vicepresidente corporativo de Microsoft Corporation. Barcelona se ve además favorecida porque «las Administraciones española y catalana están tomando las medidas correctas en impulso a la digitalización», añade. 

En Barcelona «se están haciendo las cosas bien», secunda el director general Corporativo y de Operaciones del centro tecnológico Eurecat, Xavier López, y esto está empujando un «intenso ritmo de transformación» en sectores como la movilidad, las energías renovables, el farmacéutico o el textil. Ante la pregunta de qué anima a las empresas a desarrollarse en la ciudad, López enfatiza que «el capital humano que existe en Cataluña es excelente», y agrega el fácil acceso a centros de conocimientos, «la cultura y la calidad de vida» y los instrumentos existentes de financiación e impulso al negocio. «La innovación es actualmente el factor más relevante para la competitividad, no solo empresarial sino de los territorios», asegura.

Madrid

El «efecto arrastre»

«El factor de partida inicial es que Madrid alberga la sede de la mayor parte de las empresas del Ibex y eso arrastra a otro tipo de empresas», considera Ángel Niño, concejal delegado del Área de Innovación y Emprendimiento en el Ayuntamiento de Madrid. Además, en los últimos años se ha hecho desde el gobierno local un «gran esfuerzo», para que la inversión, «el talento y las empresas fluyan». La estrategia pasa por reducir burocracia y garantizar «seguridad jurídica de que el emprendimiento vaya a seguir adelante», define Niño, que esta semana inauguraba uno de los proyectos estrella de su área: el centro de innovación y emprendimiento para la cadena agroalimentaria. Previsto para noviembre está el Centro de Innovación e Inteligencia Artificial y en enero confían en arrancar el sandbox de innovación en movilidad y sostenibilidad.

Ángel Niño se muestra convencido de que para posicionar a una ciudad como punto estratégico en tecnología y talento hay que cuidar tanto al ecosistema start-up como a las multinacionales, porque se retroalimentan. «El emprendimiento de start-ups es imprescindible y hace evolucionar a un país, pero las grandes corporaciones también realizan mucha innovación e intraemprendimiento», plantea.

Una de las grandes corporaciones que acaba de anunciar su apuesta por Madrid es IBM, que va a realizar su mayor inversión en España con la instalación de su primera región cloud. De acuerdo con Horacio Morell, presidente de IBM España, Portugal, Grecia e Israel, la compañía ha apostado por Madrid «por su excelente posición geográfica, la confluencia de infraestructuras y redes de comunicación, la alta demanda de servicios cloud existente y su capacidad para generar y atraer talento». Estos factores están permitiendo que la economía digital «se desarrolle y que la inversión en centros de datos y redes de telecomunicaciones crezca», considera el directivo de IBM, que aspira a contribuir a la creación de «cientos de puestos de trabajo cualificado» en los próximos años.

VALÈNCIA

Talento, clima... y un padrino

València se ha ido asentando como uno de los epicentros del ecosistema tecnológico que se desarrolla en España en los últimos años. Y lo ha hecho apoyándose en tres pilares: el talento que se forma en unas universidades punteras en perfiles científicos y técnicos, unas condiciones de vida que atraen y retienen a la codiciada mano de obra de este sector y, también, el impulso que ha supuesto tener un padrino como Juan Roig regando cientos de iniciativas.

Y es que el propietario de Mercadona ha invertido más de 100 millones de euros en menos de una década en lo que hoy es Marina de Empresas, un enclave en su día orientado a albergar circuitos de Fórmula 1 y de la Copa del América de vela y ahora transformado en un polo de innovación tecnológica. Allí conviven Edem (escuela de empresarios), Lanzadera (aceleradora de start-ups) y Angels (vehículo de inversión), las tres ramas de un proyecto que busca «formar, apoyar y financiar a los emprendedores».

Por Lanzadera han pasado más de 800 compañías y actualmente hay unas 300 ubicadas físicamente en sus instalaciones. Fuentes de Marina de Empresas hacen hincapié en la importancia de la presencialidad para la ciudad. «Al acabar su recorrido en Lanzadera, muchas optan por quedarse en València e incluso trasladar aquí su sede», ya que se crean «muchas sinergias entre start-ups» y un «ecosistema que hace de imán» para otras firmas tecnológicas, añaden.

Aunque por el momento ninguna de las grandes big tech ha desembarcado en València, el tejido de muchas empresas pequeñas y las propias cualidades de la ciudad atraen también a entidades de más envergadura. Openbank, el banco online de Grupo Santander, anunció este verano la implantación de su ‘hub’ tecnológico para el que contratará a 200 profesionales de alta cualificación. ¿Y por qué València? Fuentes de la entidad ensalzan su «contrastado tejido empresarial y su ecosistema tecnológico, el pool de talento derivado de las universidades, las conexiones de transporte, el coste de la vida y el atractivo de la propia ciudad». Una suma de cualidades que le hizo imponerse en el estudio interno que realizó entre varias ciudades europeas.

Málaga

Un alumno aventajado

Le llaman el ‘Silicon Valley andaluz’, pero su nombre es Málaga TechPark (PTA). Este espacio, que concentra a más de 600 empresas y más de 20.000 trabajadores, lleva espoleando la zona desde 1992 y congregando compañías hasta el punto de tener lista de espera -la ciudad de Málaga ya absorbe parte del stock de interesados-. Una actividad que ayudó mucho en la decisión de Vodafone de levantar allí su próximo centro de investigación y desarrollo. Málaga se impuso a otras seis ciudades de cinco países europeos, entre las que estaban Dublín o Dresden, porque «irse a Málaga ya no es un experimento», explica David Sola, director de Asuntos Públicos y Regulación. «Accenture, Oracle, Google... Son empresas con mucha marca, pero si ves otras empresas menos conocidas pero muy potentes, hay una masa crítica tremenda», dice. 

Además de la dimensión de negocio, el grupo valoró el poder de atracción de talento de fuera, para lo que hace falta un aeropuerto funcional, colegios internacionales o el dominio del inglés en la región, así como que hubiese una relevante base de talento. «Este centro va a llegar mínimo a 600 empleos en los próximos 2 años, la mayoría de alta cualificación: tener universidades y profesionales de carreras STEM es clave», corrobora Sola, que pone en valor las oportunidades de colaboración no sólo con las instituciones universitarias, sino también con otras empresas y con las distintas administraciones, «que se volcaron en el proyecto».

Este concepto de colaboración también lo destaca Alex Saiz, consejero delegado y fundador de Monei, fintech cuyas oficinas están ubicadas en el PTA. «Se ha creado un clima muy favorable para las startups en la ciudad», asegura. La calidad de vida, el clima, las infraestructuras «de primer nivel» y el coste de vida están entre los principales motivos que llevaron al emprendedor a ubicarse en Málaga y, según indica, «redundan en una alta retención de talento y felicidad de los equipos humanos».

Alicante

Una nueva vocación

David Navarro

Cuando en 2016 el exrector de la Universidad de Alicante, Andrés Pedreño, decidió impulsar la asociacion AlicanTEC, seguramente no podía prever que aquello sería el germen de todo un movimiento político, empresarial y social que se ha empeñado en convertir una ciudad eminentemente turística en un hub tecnológico. Por entonces la provincia ya acumulaba buen número de emprendedores de éxito, como Eduardo Manchón (el primer español que vendió una empresa a Google, Panoramio), Andrés Torrubia (Trymedia, Fixr) o el bioquímico Javier García (Celera). AlicanTEC consiguió reunirlos para impulsar el sector, y muy pronto las administraciones se sumaron con sus propios proyectos. 

La Generalitat transformó el antiguo complejo cinematográfico de Ciudad de la Luz en el principal emplazamiento de Distrito Digital. El éxito fue casi inmediato y en la actualidad sus distintas sedes ya acogen a unos 900 trabajadores de más de 70 empresas diferentes, entre las que se encuentran Indra; la principal empresa de eSports española, GGTech; Fundación Telefónica -que ultima la apertura de una de sus escuelas 42-; o Accenture, que ya ocupa a 350 personas 

La Diputación impulsó el Centro de Inteligencia Digital (Cenid) y el Ayuntamiento de la ciudad lanzó la estrategia Alicante Futura para atraer inversiones. La presencia en la ciudad de otra figura destacada del sector, la ingeniera Nuria Oliver, que durante años comandó los departamentos científicos de firmas como Telefónica o Vodafone, también permitió que la Red Ellis para fomentar la excelencia en la investigación de Inteligencia Artificial decidiera abrir en la ciudad una de sus unidades. 

La apuesta decidida de la Administración ha provocado movimientos en el sector privado, donde la transformación del antiguo centro de ocio Panoramis, en el Puerto, ya ha logrado atraer a multinacionales como la noruega Navico, especializada en tecnología de navegación, o la consultora Softtek, que prevé ocupar a 180 personas para finales del próximo año.

Zaragoza

La promesa del interior

Jorge Heras

Sobre el papel, Zaragoza lo tiene todo para ser una ciudad atractiva en la captación de talento humano. Para empezar, «aquí con menos dinero se puede vivir mejor que en otras grandes capitales», resume Carmen Herrarte, concejala de Economía, Innovación y Empleo del ayuntamiento. El ecosistema innovador, la cualificación de la mano de obra y la ubicación también juegan a su favor, pero la sensación general es que no ha acabado de despuntar y que tiene un gran potencial por explotar.

En dar esa batalla trabajan las administraciones y el sector privado, que conjuntamente están lanzado proyectos para acelerar la digitalización de empresas. Destaca Aragón DIH (Digital Innovation Hub), una iniciativa pionera a nivel nacional que pilota el centro tecnológico Itainnova. Con más de 70 compañías y entidades asociadas, este consorcio quiere ser una referencia europea en sistemas cognitivos (una combinación de IA y big data) y en alto rendimiento en la nube. «El reto es mejorar el índice de productividad de nuestro tejido empresarial a través de la diferenciación tecnológica», señala su presidente, Pablo Pérez Benedí.

La esperanza está puesta a su vez en el desembarco del gigante tecnológico Amazon Web Services (AWS), que ubicará en Aragón su nueva región europea de infraestructura para tecnología ‘cloud’. Los tres centros de datos que está construyendo se ven como una oportunidad para generar un tejido económico que situe al territorio en la vanguardia digital.

Los mimbres de la capital del Ebro son poderosos. El nivel de cualificación de la población es de los más altos de España, con una alta densidad de conocimiento en sectores clave de la economía digital, gracias a la fortaleza de la Universidad de Zaragoza en carreras STEM. La ubicación estratégica es otra de sus bazas, a poco más de una hora en Ave de Madrid y Barcelona. «Zaragoza quiere crecer en emprendimiento y talento joven. Hemos de apostar por la nueva economía con parámetros de sostenibilidad», recalca Herrarte.

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