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De trabajador a «startupero»

Las empresas emergentes se han convertido en catapultas del emprendimiento

Iñaki García CEO y cofundador de uSizy | activos

La cuna del emprendimiento no sólo está en las escuelas de negocio, las universidades o los garajes. A veces este caldo de cultivo de nuevos proyectos innovadores son las propias start-ups. Profesionales que pasan por ellas, se forman en sus filas y después dan el salto para ser ellos mismos los emprendedores de su propio negocio.

Johanna Gallo, CEO y cofundadora de Aplanet | activos

Ontruck es una de estas catapultas. A lo largo de sus cinco años de vida, por el equipo de esta plataforma de transporte de palets por carretera han pasado distintos profesionales que luego se han convertido en fundadores de proyectos de distintos sectores.

Íñigo Juantegui, CEO y cofundador de Ontruck | activos

«Cada uno empezó de forma diferente pero todos compartían un carácter emprendedor», narra Íñigo Juantegui, CEO y cofundador de Ontruck. Para este ‘startupero’ los logros de los que un día fueron sus empleados son «un orgullo y una confirmación de que hemos hecho las cosas bien».

Esta satisfacción se debe a dos factores. Por un lado, el saber que la selección de personal es acertada. Cuando se empieza con un proyecto de estas características es necesario un equipo que sea capaz de «buscarse la vida», que tome más responsabilidades de las estrictamente relacionadas con el puesto y que no se deje abatir por los malos resultados, indica.

Por otro lado, para Juantegui esta creación de negocios por parte de sus ex empleados significa que en Ontruck se forma y se da autonomía a los profesionales para que puedan crecer. «Fruto de este crecimiento la gente se siente más capaz y mejor preparada para dar el salto al vacío que supone empezar a emprender», asegura el cofundador de la empresa de transportes.

Esta visión de compañía fue lo que motivó a Iñaki García, CEO y fundador de uSizy, a dar un giro de 180 grados en su vida profesional. Tras años trabajando en grandes empresas como Telefónica, Mediaset y BBVA, en las que su función consistía en «heredar problemas», Iñaki decidió estar en el origen del negocio. En 2011 empezó a trabajar en start-ups como Ontruck, donde los días laborales, recuerda, eran totalmente diferentes al de una corporación.

«Todo es muy dinámico. En los inicios de estos proyectos hay que remangarse a todos los niveles, sea cual sea tu currículum anterior y eso te hace sentir productivo todos los días», narra García, quien se atreve a afirmar que una vez metido en el mundo ‘startupero’ «es muy complicado volver a la empresa corporativa», incluso teniendo en cuenta factores iniciales en contra como el sueldo inferior, la inestabilidad, el riesgo o el tipo de perfil de trabajo que, a su juicio, «nada tiene que ver con tus antecedentes laborales».

Todo esto suscitó el espíritu emprendedor de Iñaki y en 2016 fundó uSizy, una solución que permite a los clientes de marketplaces determinar con precisión cuál es su talla exacta en una prenda determinada.  «Haber trabajado en start-ups me permitió disponer de las herramientas suficientes y necesarias para sentir que puedes crear tu propia empresa y saber qué pasos debes seguir», aplicando lo bueno y evitando lo malo aprendido, añade.

Su experiencia laboral en Ontruck, entre otras start-ups, también fue lo que movió a Johanna Gallo a crear Aplanet, una start-up que da soluciones tecnológicas para la responsabilidad social.

En este sentido, lo que más cautivó a Gallo de su paso por este tipo de empresas fue sus constantes cambios, tener un equipo detrás que se respalda mutuamente, trabajar con profesionales motivados de los que aprender otras habilidades laborales y tener una visión «más global de todas las piezas que conforman un negocio».

A pesar de su corta edad, estas empresas son capaces de incitar a emprender, pero también de crear empleo. Incluso en época de pandemia. Así lo demuestra el estudio ‘Análisis de una nueva generación de start-ups’ de CaixaBank, del que se desprende que los proyectos de España y Portugal generaron 6.000 puestos de trabajo durante 2020. Asimismo, del Mapa del Emprendimiento 2021 elaborado por South Summit, se extrae que el 74% de los proyectos españoles tienen entre dos y diez empleados. Algo que hace de la start-up no sólo un motor de innovación y disrupción, «sino también de creación de empleo y mejora de la economía española», aseguraba María Benjumea, fundadora de esta plataforma de innovación, durante la presentación de este último informe.

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