El director general adjunto de Medio Ambiente de la Comisión Europea (CE), el británico Patrick Child, ha participado esta semana en el debate nacional sobre el futuro del agua que se ha celebrado en Alicante, un foro en el que, como no podía ser de otra forma, estuvo muy presenta la polémica por los recortes en el trasvase Tajo-Segura. El responsable comunitario afirma que se trata de un problema que debe resolverse a nivel interno, aunque también deja claro que las actuales políticas europeas están más enfocadas hacia la reutilización de las aguas.
¿Cuál es el mensaje que vino a transmitir a Alicante?
Vine a hablar del Pacto Verde Europeo, que tiene en la resiliencia del agua una de las prioridades fundamentales. Se trata, por tanto, de una gran oportunidad para la provincia y la Comunidad Valenciana de debatir sobre el futuro de este recurso tan importante, y más en un contexto como este, en el que España va a recibir entre este año y el próximo 43.000 millones de euros de los fondos de recuperación de la UE.
¿Dónde se deberían invertir esos recursos, según su opinión, en el apartado de medio ambiente?
Como he dicho, el agua debe ocupar un lugar central, teniendo en cuenta que este es un país con nada menos que 3.000 kilómetros de ríos. El cambio climático nos obliga a trabajar para combatir la sequía y la escasez de agua, a través de la directiva marco de la UE. También es necesario profundizar en el tratamiento de las aguas residuales y en su reutilización, algo en lo que España no es de los países que más está cumpliendo. De hecho, vamos a trabajar con el Gobierno nacional para tratar de mejorar la situación, teniendo en cuenta que en breve se van a introducir en la normativa una serie de nuevos contaminantes que hay que prevenir, como son los farmacéuticos, los microplásticos o los nitratos procedentes de la agricultura.
El del agua es un problema de plena actualidad en Alicante, sobre todo a raíz de los recortes que se están produciendo en los caudales del trasvase Tajo-Segura. ¿Qué opina a este respecto?
Esta infraestructura ya existía antes de que se desarrollara la legislación europea, y es un tema que deben abordar las autoridades y los tribunales locales. No me corresponde a mí entrar en el tema. En cualquier caso, toda actuación que se lleve a cabo debe ser compatible con las exigencias ecológicas y plantearse a través de los planes de cuenca hidrológicos, teniendo en cuenta también el tema de la fauna.
Pero, ¿cuál es la filosofía que defiende la Comisión?
En general, a nivel europeo, el esfuerzo tiene que estar depositado en la resiliencia y, bajo ese prisma, habría que apostar y buscar soluciones en la reutilización del agua para no depender tanto de fuentes externas. De hecho, me satisface ver cómo en Aguas de Alicante se está trabajando en esa dirección.
El problema del trasvase se debe resolver a nivel local, pero tiene que ser compatible con las exigencias ecológicas.
Sin embargo, el problema de la reutilización, al menos en el caso de los agricultores, es que encarece mucho el precio del agua...
Los fondos de recuperación pueden emplearse para intentar conseguir que se reduzcan los precios hasta hacerlos equiparables a los que estaban vigentes con las prácticas antiguas de obtención de agua.
¿En qué tiene que mejorar España en materia medioambiental?
En la CE nos complace ver cómo España es de los países más avanzados en el desarrollo del plan Next Generation, pero debe reforzar la gestión de las aguas residuales a través de una mayor cooperación entre los gobiernos nacional, autonómicos y locales, y también poner en práctica iniciativas que mejoren el tratamiento de los residuos industriales y que potencien la conservación de los ecosistemas.
