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Raíces & Management

Un ataque inaceptable

Un ataque inaceptable ENRIQUEPELÁEZ

A lo largo de este año y medio que llevo escribiendo artículos sobre economía y empresas familiares, he querido resaltar la importancia que tienen las empresas en la generación de riqueza para el país y especialmente en nuestra querida y diversa provincia de Alicante.

El empresario, tenga 100, 20 o tres trabajadores (todos los son), crea y mantiene empleo, paga muchos impuestos, invierte, arriesga su propio patrimonio personal y genera una actividad económica que es clave y esencial en nuestro modelo democrático capitalista.

Sí, modelo democrático capitalista porque por nuestra Constitución tenemos una monarquía parlamentaria (democracia, que no comunismo) que está basada en el capitalismo como base fundamental sobre la que sustentar nuestra calidad de vida, la de todos los ciudadanos.

No soy analista político ni lo quiero ni voy a ser, y no encontrarán en mis artículos referencia alguna a partidos políticos porque el empresario está obligado a convivir y actuar bajo el poder del Estado, le guste más o menos quien gobierne, está obligado a entender y convivir con el gobierno de turno. Gobiernos que, en general en España, suelen ostentar el poder entre cuatro y ocho años para luego ver llegar a otros. Los gobiernos (nacional, autonómico o local) suelen ser efímeros mientras que las empresas perduran, gracias a Dios o el destino, en el tiempo.

Hace casi un año, en octubre de 2021, en el artículo «Lo mejor de nuestra tierra» ponía énfasis en las palabras que tanto el presidente de la Generalitat como el presidente de la Diputación dedicaron a los empresarios con motivo de la entrega de premios anuales que la Asociación de la Empresa Familia (AEFA) otorgó en Denia. Era la primera vez en la que nuestros máximos representantes públicos autonómicos y provinciales, de distinto color político, compartían un mensaje de reconocimiento a la labor que ejercen «día a día» los empresarios y me pareció un punto de inflexión digno de alabanza porque la imagen social del empresariado nunca había sido valorada globalmente y «ya tocaba».

Repito, el presidente de la Generalitat dijo explícitamente ante 200 empresarios grandes, medianos y pequeños que «representáis lo mejor de nuestra tierra».

Me produce un enorme rechazo e indignación el que «hoy» los empresarios volvamos a ser señalados por parte del Gobierno de la nación como los causantes de todos los males que están afectando al país.

No me sorprende que la ministra de Trabajo se alinee con los sindicatos o que diga falacias como que la causa de la inflación sean los beneficios de las empresas privadas, eso es un mensaje falso y populista por parte de alguien que, si pudiera, eliminaría la propiedad privada e implantaría un sistema comunista que nos llevaría a la ruina a todos, a todos, sus votantes incluidos.

Lo que sí me sorprende, y mucho, es que el presidente del Gobierno, intentando competir por la izquierda con su máxima rival política de izquierdas, haga suyos mensajes de este tipo y cargue contra los empresarios, haciendo un daño incalculable e injusto a los que de verdad tienen que dar la cara para sacar, junto a sus directivos y empleados, el país adelante. Lo considero inaudito. Intentar hacer ver a la ciudadanía que los empresarios «son» el causante y enemigo de la sostenibilidad de nuestro estado del bienestar es, además de una falsedad monumental, una demostración de lo alejado que está el presidente del Gobierno de la realidad del país y lo preocupado que está por las encuestas para lo que en general de verdad le preocupa a la mayoría de la clase política, que es ostentar el poder cuanto más tiempo mejor aunque sea a costa de la ciudadanía y los intereses del país.

Está traspasando las líneas rojas, rompiendo el status quo, las reglas del juego y, ante eso, los empresarios tenemos dos opciones: agachar la cabeza como se ha hecho casi siempre y soportar el enorme daño que nos genera con paciencia, prudencia y mucha cintura, o salir de nuestros despachos y contar la realidad, nuestra realidad.

Contarla porque estoy convencido de que las palabras de Pedro Sánchez no son compartidas en absoluto por los presidentes autonómicos ni alcaldes socialistas desplegados por todo el territorio nacional. Ellos no van a criticar a su presidente, pero sí pueden actuar dentro de sus competencias dando apoyo a la clase empresarial que es la que genera riqueza y empleo en los territorios que gobierna. Del PSOE depende ir o no hacia un lenguaje y discurso pseudocomunista y más nos vale a todos que rectifique porque mantener el poder no puede estar por encima de todo y de todos.

El próximo 20 de septiembre se entregan los premios anuales de AEFA. Este año el evento se celebrará en Elda y serán premiadas las empresas Cableworld, de Novelda (Premio Generalitat Valenciana); CCS Arquitectos, de Alicante (Premio Diputación); e ITC Packaging, de Ibi (Premio Caixa Bank) junto a mi querido catedrático de la UMH José María Gómez Gras, que recibirá el Premio de Honor Manuel Peláez Castillo que le entregará mi madre, Carmen Robles, presidenta de nuestra Fundación.

Puede ser una nueva ocasión en la que el mensaje de visión compartida que vivimos el año pasado se consolide, ojalá sea así. La presencia o no del presidente de la Generalitat Valenciana es, en este caso, especialmente relevante, y espero y deseo que nos pueda acompañar porque necesitamos su apoyo y presencia hoy más que nunca.

A nivel personal, yo abogo por dar un paso y acercar nuestro mensaje a la sociedad. Sin queja, sin crítica, simplemente contar lo que hacemos para que las personas puedan conocer más y mejor cual es el ADN y el gen del empresario, la realidad, con nuestros aciertos y nuestros errores, pero siempre mirando adelante y asumiendo riesgos para hacer sostenibles a nuestras empresas con nuestros trabajadores a la cabeza, con nuestro talento y la colaboración de nuestros proveedores, bancos, clientes y otros grupos de interés. No podemos caer en el desánimo ni mirar hacia otro lado. Viene una época complicada y tenemos que sacar fuerzas de flaqueza para afrontar una encrucijada cargada de incertidumbres, pero la gran mayoría vamos a salir adelante y seguiremos generando riqueza para nuestro país y nuestra provincia.

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