El Casino de El Campello es la entidad sociodeportiva y cultural más antigua de la localidad. En 1954 abrió sus puertas y supuso una gran revolución para los vecinos del municipio, sobre todo para los más jóvenes, que en aquellos tiempos apenas tenían alternativas de ocio y entretenimiento. En su «época dorada» llegaron a ser cerca de 1.000 socios; hoy cuenta con 200, pero «se mantiene bien» porque ha sabido evolucionar y adaptarse a cada momento de su historia. Así nos lo cuenta Juan Lorenzo Giner, presidente de la institución campellera desde el año 2009 y socio de la misma desde hace, nada más y nada menos, que 60 años.

Un poco de historia… ¿Cómo se fraguó la idea de crear un casino en El Campello?

La Sociedad Recreativa y Cultural Casino de Campello se fundó un 24 de diciembre de 1954 por iniciativa de un grupo de 16 personas, entre los que se encontraban José Carratalá -el alcalde de El Campello en aquellos momentos y primer presidente de esta entidad-, Vicente Esteve, José Guasch, Juan Antonio Giner, Ramón Gomis, Francisco Casanova... Entre otros nombres destacados. Ellos fueron el alma del casino.

Entre los fundadores decidieron comprar dos casitas del barrio para construir un pequeño local destinado al ocio, sobre todo de la juventud, que en aquellos entonces no tenía muchas opciones para divertirse. Éste sería un lugar para reunirse, sociabilizar y esparcirse, un sitio para jugar a las cartas, al dominó, al billar… Aquel pequeño local hoy se ha convertido en un gran espacio con dos plantas, terraza, restaurante y muchas instalaciones.

¿Por qué es tan importante esta entidad para la sociedad campellera?

El casino es la institución sociodeportiva y cultural más antigua del municipio. Antes de su creación, en El Campello no había absolutamente nada. Bueno, recuerdo dos bares: uno en la calle del Mar y otro en la plaza del pueblo. Nada más. En aquellos tiempos no había biblioteca ni Casa de la Cultura y todo se hacía aquí. El casino supuso una revolución, y enseguida fue creciendo en tamaño, número de actividades y socios. Ha tenido un gran peso en la historia de nuestro municipio.

Aquí se han fundado partidos políticos después de la dictadura, se han hecho reuniones clandestinas, hemos vivido bodas, bautizos, grandes celebraciones -como la del 50 aniversario del casino-... Recuerdo cuando era pequeño un homenaje a los Beatles que se hizo aquí y fue un gran evento, incluso vino gente de fuera de la provincia. Al final, la historia del casino va estrechamente ligada a la historia de El Campello y sus vecinos. La entidad ha vivido todas las vicisitudes que ha vivido el pueblo.

¿Cuál es el objetivo de el casino hoy en día?

El casino ha evolucionado con el tiempo y ha sabido adaptarse a las circunstancias de cada época, lo que hemos procurado siempre es que la gente de todas las edades, tanto jóvenes como mayores, se puedan agrupar. Nuestro objetivo es totalmente social, queremos que los mayores se sientan integrados y que los jóvenes tengan un lugar sano donde desarrollar sus aficiones.

Hay una cantidad enorme de niños y mayores en las distintas secciones que conforman la Sociedad Recreativa y Cultural del Casino. Lo bonito es que es un lugar donde confluyen distintas generaciones: todo el mundo es bienvenido, desde los 0 hasta los 100 años.

¿Qué secciones conforman el casino y cuáles son las principales actividades?

Contamos con un gran club de baloncesto, el Casino Basket Campello, con más de 200 jóvenes en sus distintas categorías; un Club de Billar que funciona de maravilla, otro de Mus y también tenemos una Coral y la Orquesta de Pulso y Púa «Batiste Mu». Nosotros nos encargamos de gestionar las subvenciones, ayudas o gastos que necesiten, pero cada sección lleva su organización interna.

El local es un espacio de reunión para los socios donde se juega al dominó, a las cartas, al billar... También se realizan tertulias literarias y además acogemos a cualquier asociación o entidad campellera que no tenga techo para que celebren aquí sus reuniones y actos, aunque no formen parte de la entidad.

En cuanto a las instalaciones, tenemos un amplio salón de actos, biblioteca, varias salas de reuniones, cafetería, terraza exterior… Asimismo, los socios disfrutan aquí de todo el fútbol y pueden venir con un acompañante.

Uno de los bastiones del casino es el restaurante, que funciona estupendamente. Dan muy buenas comidas, hay un gran ambiente y los precios son muy buenos. Además, los socios tienen un 10% de descuento en cualquier consumición.

Lleva 13 años siendo presidente y 60 como socio… Cuéntenos qué significa para usted, a nivel personal, el casino.

Así es, soy socio desde los 18 años, hasta los 78 que tengo… 60 años. Como comentaba, en aquel entonces teníamos pocas alternativas de ocio, no como ahora que son infinitas para los jóvenes. Un grupo de amigos y yo comenzamos a venir para jugar al billar, en esa época jugábamos a «Las 41». Ya cuando tenía 8 o 9 años, de camino al colegio veía la obra, cómo se iba construyendo el casino y era muy emocionante.

En toda mi vida, solo he pedido una excedencia del casino de dos años: cuando fui a hacer la mili, a los 20, que me mantuvieron la afiliación pero sin pagar. Desde que volví con 22, he pagado mi cuota de socio ininterrumpidamente. También celebré mi boda aquí, como tantos otros socios.

En 2009 fui elegido presidente. Cada año realizamos una asamblea general, cada dos se renueva parte de la directiva y cada cuatro hay elecciones de presidencia. Con esta tónica, el equipo actual llevamos siendo reelegidos desde hace 13 años (con algún pequeño cambio): José Luis Giner, como vicepresidente; Moisés Catalá, secretario; Juan José Lorenzo, tesorero; y Mateo Mas, como jefe de régimen interior – figura que creamos en el año 2015-.

¿Cuál es su deseo más próximo para la entidad?

En primer lugar, que el casino siga viviendo muchos años más, con mantenernos somos felices. De momento lo hacemos con 200 socios, aunque hemos llegado a ser cerca de 1.000 en los tiempos más boyantes. Este año hemos tenido 21 altas, por desgracia también hay muchas bajas, pero estamos contentos.

Nos gustaría animar a la juventud, y a todo el mundo en general, a que nos conozca y se apunte a alguna de nuestras secciones. Por ejemplo, a todos los vecinos de El Campello que les guste cantar, deben saber que en la Coral están buscando gente y hay sitio para todos.

Nuestro deseo es darle al socio actividades que les gusten y motivos para seguir con nosotros. Son 75 euros anuales, es algo simbólico. Eso y sobre todo el restaurante, es lo que nos mantiene hoy en día.

El objetivo más próximo es instalar un ascensor, tenemos dos plantas y una tercera con terraza, y es necesario para dar más facilidad a nuestros asociados. Este año también queremos clasificar y ordenar la biblioteca, tenemos muchos libros y archivos históricos – tanto del casino como de El Campello- y ahora estamos trabajando en ello para tenerlo todo ordenado y a disposición de los socios, pero también de toda persona que quiera consultarlos.