El Elche ha salvado, de forma provisional, el problema que tenía para utilizar los campos de entrenamiento anexos al estadio Martínez Valero. El club ha alcanzado un principio de acuerdo con los propietarios de los terrenos y el conjunto franjiverde y el filial los tendrán a sus disposición durante la pretemporada. De momento, podrán ser utilizados, como mínimo, hasta septiembre.

Las mercantiles «Sumdur Trade SL» y «Lonimare SL», que son propiedad de José Antonio Quereda, del Grupo Hispabowling (Boleras Ozone), están a la espera de obtener la licencia de obra para poner en marcha un centro de ocio y han accedido a que la entidad franjiverde pueda seguir usando los terrenos, aunque no de forma gratuita. Había un contrato de alquiler ya expedido mediante el cual el Elche no debía pagar si militaba en Segunda B, pero si estaba en Segunda tenía que abonar 4.000 euros al mes y en Primera, 12.000. Ahora, las cantidades estipuladas están cerca de los 6.000 euros.

A finales de 2017, «Sumdur Trade SL» y «Lonimare SL» adquirieron los terrenos, por 1,5 millones, a la entidad franjiverde, que hizo una buena «jugada» y previamente y con la aportación de algunos consejeros y empresarios, hizo valer su derecho de tanteo y los compró, por 1.132.000 euros, a Solvia, que es la inmobiliaria del Banco de Sabadell. Una operación que permitió al Elche obtener unos beneficios de casi 400.000 euros.

La empresa propietaria confía en obtener el permiso para comenzar su proyecto de centro comercial antes de finales de año, por lo que el club se podría quedar sin campos de entrenamientos a mitad de temporada.

Una vez que el Elche va a disponer de campos para entrenar durante la pretemporada, el siguiente objetivo es mantener una reunión con el Ayuntamiento para intentar encontrar otro lugar para cuando ya no disponga de los anexos. Las opciones que se barajan son las instalaciones municipales del polideportivo Isabel Fernández de Torrellano o Altabix (Antiguo Kelme), que habitualmente no son utilizados por las mañanas y cuentan con terrenos de juego de césped natural. También existe la posibilidad del campo Díez Iborra de la Ciudad Deportiva Juan Ángel Romero, pero es más complicada porque tiene más usos y el césped está más deteriorado.

El Elche estaría dispuesto a mejorar y mantener el campo a cambio de que les dejasen entrenar. No obstante, la intención del nuevo equipo de gobierno, y así lo llevaban en su programa electoral, es cambiar los terrenos de juego tanto del Díez Iborra como de Altabix a césped artificial. Ese proyecto todavía llevará tiempo a ejecutarse, por lo que, si hay acuerdo y el Elche se queda sin campos de entrenamiento, podría utilizar esta temporada algunos de ellos.

La opción que está desechada es la de construir dos campos provisionales en la parcela de enfrente de la puerta principal del estadio Martínez Valero, porque requiere una inversión importante, hay que llevar las acometidas de agua y luz y sería un fuerte gasto para una utilización provisional.

70.000 euros anuales de alquiler

En el club ilicitano consideran que los 70.000 euros anuales de alquiler de los terrenos de los anexos son un desembolso que se debe cambiar por el de iniciar un proyecto de Ciudad Deportiva, que sea definitiva y propiedad del Elche para poder ser utilizada en un futuro por todos sus equipos.

El máximo accionista de la entidad franjiverde, José Sepulcre, reconoce el problema de no tener un lugar donde entrenar le «preocupa» porque «antes teníamos campos para entrenar y ahora tenemos, pero los terrenos no son nuestros y no sabemos hasta cuándo los vamos a poder utilizar. Durante la pretemporada los podremos usar, pero una vez que la empresa propietaria obtenga la licencia de obras, que puede llegar en cualquier momento, ya no tendremos», explica.

Sepulcre insiste en que «es un tema que me preocupa porque el primer equipo tendrá que entrenar en algún sitio y el filial también. El resto del fútbol base lo puede tener más fácil porque está la Ciudad Deportiva del Ayuntamiento que utiliza ahora».

Una ciudad deportiva propia

Ante esa situación, el máximo accionista tiene claro que «hay que pensar ya en tener una ciudad deportiva propia», recuerda que «se hizo un intento hace 14 años en el Camino de Castilla, pero la burocracia para poder activar esos terrenos es muy larga y tediosa».

Sepulcre pretende «sentarnos a hablar con la nueva Corporación municipal y hablar. El Ayuntamiento también nos tienen que apoyar y colaborar, no con dinero, pero sí a nivel institucional. Me gustaría disponer de un lugar que fuera definitivo y que no sea pan para hoy y hambre para mañana. No podemos tener unos campos de entrenamiento y a los dos años tener que buscar otros. Me gustaría hacer algo definitivo; aunque cueste tiempo y dinero, y aunque tardemos cierto tiempo en completar esa ciudad deportiva, al final sería nuestra», concluye el máximo accionista.