El Elche de los habituales de la Copa, la teórica «segunda unidad» del vestuario, honró anoche la memoria del histórico equipo franjiverde que disputó la final de 1969 ante el Athletic y cayó por la mínima en el Santiago Bernabéu. En el nombre de los héroes franjiverdes de hace medio siglo, el conjunto de Pacheta ofreció un memorable partido -pleno de fuerza, intensidad y espíritu competitivo- frente a uno de los «gallitos» de Primera División, plagado de internacionales como Muniain, Raúl García, Íñigo Martínez, Williams o Unai Núñez. Sólo la «tiritera» en los penaltis de Yacine Qasmi e Iván Sánchez ante el portero Íñigo Herrerín en sus dos «bolas de partido» consecutivas impidieron que la gran fiesta del Martínez Valero fuera completa con la clasificación de los ilicitanos para los octavos de final.

En la mejor entrada de la temporada en el coliseo franjiverde, cerca de 14.000 espectadores presenciaron un partido jugado de poder a poder, sin apenas diferencias entre uno de los únicos tres equipos del fútbol español que nunca ha bajado de Primera y un Elche de autor, el equipo de Pacheta, que casi juega de memoria aunque reserve a los teóricos titulares para la Liga.

Tras una gran demostración de orgullo y carácter para reponerse al tempranero golpe del gol visitante de Williams antes del minuto cinco, el conjunto ilicitano tuvo en sus pies la eliminatoria hasta en tres ocasiones: los dos penaltis definitivos errados por Yacine e Iván y la clarísima oportunidad de Óscar Gil en el minuto 85 del tiempo reglamentario para haber anotado el 2-1 tras una preciosa combinación entre el extremo jienense y Folch.

Es el único mal sabor de boca que deja al franjiverdismo esta noche para el recuerdo: lo cerca que estuvo, hasta por tres veces, de eliminar a un coloso del fútbol español a base de entrega, orden y fases de muy buen fútbol.

Porque el Elche se ganó su derecho a soñar con otra ronda desde que se repuso del mazazo inicial del tanto visitante para pasar a dominar desde el minuto 20 con una muy buena versión de sus tres hombres de la media punta - Josan, Pere Milla y Fidel-, que dieron réplica a Los Leones a partir del buen juego de contención en el centro de Manuel Sánchez y Nuke Mfulu y de las ayudas constantes de los laterales Tekio y Óscar Gil.

Un pelotón de teóricos suplentes, arropados por los canteranos Nacho Pastor en el eje de la zaga y Mourad en la punta de ataque, que nivelaron por completo el empuje y la presión iniciales del Athletic y se fueron al descanso con la sensación de haber sido mejores en este período, culminado con el precioso tanto del empate ilicitano.

Cambió algo el escenario tras el descanso con la entrada de Muniain, que dinamizó el juego ofensivo rojiblanco al moverse por todo el frente de ataque. Pero tampoco se descompuso el Elche, al que Pacheta fue dando oxígeno con las entradas progresivas de Iván Sánchez, Folch y Yacine. Raúl García y Lekue rozaron el 1-2 con sendos disparos lejanos, pero fue el franjiverde Óscar Gil quien tuvo la mejor opción para cerrar el partido.

Con la grada volcada con el Elche -aunque también se dejó sentir la numerosa parroquia del Athletic en la provincia-, los franjiverdes resistieron el asedio de la prórroga. Pero cuando el meta San Román iba camino del santoral franjiverde con una parada milagrosa en el minuto 108 y dos penaltis detenidos, los nervios de Yacine e Iván dejaron sin sueño a un Elche admirable.