El culebrón sobre la venta de Gonzalo Villar va desvelando más capitulo y sumando más incógnitas. Lo único cierto es el desenlace final: el centrocampista franjiverde será vendido antes del 30 de junio. Ahora falta conocer cuál va a ser su destino, el club que tendrá su propiedad y dónde jugará hasta final de temporada.

Tres equipos: Roma, Valencia y Elche están protagonizando un pulso que tendrá ganador en poco más de una semana. El próximo viernes finaliza el plazo de fichajes del mercado de invierno aunque para el próximo lunes o martes ya podría haber fumata blanca porque los plazos establecidos para que los valencianistas igualen la oferta de los italianos no se puede demorar más.

AS Roma

La Roma está muy interesada en el centrocampista franjiverde. Lo considera una de las perlas del fútbol europeo y un jugador de futuro por el que puede girar el fútbol de toque por el que quiere apostar el equipo romano. Por ello, tras la oferta inicial de poco más de tres millones ha aumentado a cinco en una segunda. El conjunto italiano quiere centrar el lanzamiento de red para pescar sobre el jugador. Por eso, además del atractivo deportivo de ser un club de Champions, le ofrece a Gonzalo Villar un contrato por cuatro temporada a razón de 1,2 millones de euros, según aseguran fuentes confirmaron a este periódico. La propuesta es seis veces mayor de los cerca de 200.000 euros que el jugador murciano cobra actualmente en el club ilicitano y algo a lo que es difícil renunciar. Por ello, Villar ha comunicado a la entidad franjiverde su intención de aceptar la oferta del Roma.

Valencia CF

El segundo protagonista es el Valencia. La nueva comisión deportiva del conjunto Che, formada por César Sánchez y Miguel Ángel Corona, tienen decidido hacer valer su derecho de tanteo e igualar la oferta de los italianos para quedarse con el centrocampista en propiedad. Los valencianistas tienen el 80% de los derechos económicos y podrían hacerlo por solo un millón. La duda que nadie ha sabido responder es si también debe igualar las temporadas de contrato y la ficha que ofrecen los romanos.

Gonzalo Villar es un jugador que gusta también a Celades, que lo conoce de las categorías inferiores de la selección española y si la próxima temporada no entrase en los planes del primer equipo del Valencia podría ser vendido por una cantidad bastante superior al millón de euros.

El Valencia tiene decidido tanto igualar la oferta como dejar al joven jugador murciano cedido en el Elche hasta final de temporada. Pero una de las cuestiones que está enquistando esa posibilidad, que agrada tanto a valencianistas como a franjiverdes, es que a cambio de la cesión poder comenzar a pagar el millón que le pertenece al club ilicitano por el 20% de los derechos económicos a partir del verano y en varios plazos.

Elche CF

Y el tercer actor es el Elche. El club ilicitano estaría encantado con la opción del Valencia, tanto a nivel deportivo, porque seguiría hasta final de temporada, como económico, porque recibiría un millón y no tendría que depositar los 700.000 euros necesarios para abrir la ventana del mercador de invierno que le exige LaLiga al estar incluido en el presupuesto de ventas anuales presentado el pasado verano para poder ampliar el límite salarial.

Sin embargo, el mayor problema radica en que el Elche necesita dinero ya para poder cumplir con las exigencias de LaLiga y poder dar de alta a Dani Escriche y traer otro central que demanda Pacheta. No puede esperar al verano como plantea el Valencia.

Si no hay acuerdo con los valencianistas o Gonzalo Villar no terminaría la temporada como franjiverde o se marcharía al Roma. Ahí está el quid de la cuestión para terminar de concretar la operación.

Tanto el Valencia como el Elche, a través de su directora general, Patricia Rodríguez, su director deportivo, Nico Rodríguez, y Ricardo Pini, abogado y brazo derecho de Christian Bragarnik, están intentando encontrar fórmulas para que la opción de que el Valencia compre al futbolista y lo deje cedido sea la que salga adelante.

Durante este fin de semana se va a producir una tregua porque hay competición. Pero a partir del lunes se tiene que empezar a tomar decisiones porque el tiempo apremia.