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Todos ganan... menos Pacheta

El traspaso de Gonzalo Villar a la Roma permite al jugador firmar el contrato de su vida, a Bragarnik ahorrarse dinero para abrir la ventana de fichajes y al club aliviar su economía con recursos propios - El técnico pierde a uno de sus futbolistas clave

Todos ganan... menos Pacheta

La venta por cinco millones de euros de Gonzalo Villar a la Roma en plena temporada ha provocado disparidad de opiniones y críticas, principalmente porque el Elche pierde a su activo más importante a mitad de temporada con el equipo en puestos de «play-off» de ascenso y, sobre todo, porque el club ilicitano, que es quien tenía la última palabra para aceptar o no la oferta del conjunto italiano, solo va a recibir poco más de un millón por el 20% de los derechos económicos debido a que el Valencia tenía el otro 80%.

Además, la entidad franjiverde no consigue su deseo de que el internacional sub'21 con España pueda seguir cedido hasta final de temporada.

Una operación que ha tenido dos principales beneficiarios: el propio jugador y el nuevo dueño del Elche, Christian Bragarnik. Otro en menor medida como es el propio club ilicitano. Y un damnificado fundamental como es el entrenador Pacheta y, por ende, el equipo franjiverde.

Jugador

Salto a la élite con una ficha de más de un millón por año

Gonzalo Villar ha firmado el contrato de su corta vida como profesional. A sus 23 años tiene un gran futuro por delante y todavía puede mejorar más. Pero a su edad que un equipo como la Roma, que milita en la Serie A del Calcio italiano y que está jugando Champions, confíe en ti para ser una de sus apuestas de futuro y te ofrezca 1,2 millones por año durante cuatro temporadas es para no pensárselo. Este hecho ha provocado que el centrocampista, a través de su representante, haya insistido en que su única intención era marcharse a la Ciudad Eterna.

El Valencia lo ha intentado, pero se ha encontrado con la negativa del futbolista, que no veía clara su vuelta a Mestalla por la falta de confianza del conjunto valencianista que lo quería repescar por estrategia económica más que por un verdadero interés para que formase parte de su primera plantilla la próxima temporada. Al final, el jugador se ha salido con la suya.

Dueño

El inversor argentino es un hombre de negocios y busca su interés particular

A pesar de cumplirse los deseos de Gonzalo Villar, la última palabra siempre la tenía el Elche, que era el que debía decidir si aceptaba o no la oferta de cinco millones del Roma. El nuevo dueño del club ilicitano, Christian Bragarnik, ha demostrado a las primeras de cambio que es un hombre de negocios y no un rey Midas que venía a aportar todo el dinero que hiciese falta para llevar al Elche a Primera División.

El inversor argentino es consciente de que en los próximos tres meses tiene que aportar cantidades importantes de dinero: 700.000 euros para poder abrir la ventaja de fichajes de enero, un millón del pagaré que avaló José Sepulcre ante la Liga y que vence a mediados de febrero y otro millón para cumplir con el pago del convenio singular rubricado con la Agencia Tributaria.

Con la venta de Villar, Bragarnik obtiene algo más de un millón que se ahorra poner. Esa es la verdadera justificación para aceptar la oferta de la Roma, aunque no era todo lo satisfactoria que hubieran deseado en la planta noble del Martínez Valero. Al final ha optado por recibir antes que por poner dinero, ayudado también por el interés del futbolista de irse ante la suculenta propuesta.

Entidad

Plan estratégico para la viabilidad económica

La venta del centrocampista,a pesar de perder un activo importante, también ayuda económicamente a la entidad franjiverde para seguir con su plan de viabilidad económica que comenzó con la llegada de Patricia Rodríguez. La directora general dejó claro en su presentación que su objetivo era hacer del Elche un club sostenible y solvente y, por tanto, rentabilizar y optimizar los recursos para que el máximo accionista no tuviera que poner dinero de forma continua. Para ello estimó que un club como el Elche, para poder autogestionarse, necesitaba entre diez y once millones de ingresos anuales y que actualmente está sobre los nueve. La cantidad de dinero del traspaso del traspaso de Gonzalo Villar es un pequeño alivio para poder cuadrar a final de temporada las cuentas.

Entrenador

Un jugador sin recambio en la actual plantilla

El gran perjudicado de la venta del centrocampista es Pacheta. El técnico del Elche pierde a un futbolista fundamental y con unas cualidades únicas dentro de la actual plantilla. Villar es el generador de fútbol del conjunto ilicitano en la sala de máquinas y clave para el estilo que ha implantado el técnico burgalés.

Pacheta entendía que la oferta era prácticamente irrechazable y antes de Navidad, sin llegar la oferta, ya temía que la marcha del joven futbolistas se pudiera producir.

Durante los últimos días ha intentado convencerle para tratar de que se quedase hasta final de temporada argumentando que el salto a la élite le iba a llegar tarde o temprano y que acabando la Liga como franjiverde iba a jugar con asiduidad, tendría muchas posibilidades de seguir yendo a la selección sub'21 y cumplir su sueño de estar en los juegos olímpicos del próximo verano en Tokio.

Al final, el entrenador burgalés ha quedado resignado por la marcha de su niño predilecto, pero la entiende y la comprende porque es una gran oportunidad tanto para el jugador como para su familia.

Pacheta tendrá que volver a reinventarse y, si no le llega un sustituto similar, continuar labrando con los bueyes que le quedan en la plantilla. La afición pierde también a uno de los futbolistas que más ilusionaba.

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