Un heroico Elche ha sabido sobreponerse este jueves a la absurda expulsión de su delantero brasileño Jonathas en el minuto 27 por agredir al defensa rival El Yamiq para llegar con vida al partido de vuelta del próximo domingo (22.00) en La Romareda frente al Zaragoza.

En un admirable ejercicio agonístico, el conjunto franjiverde ha demostrado una gran capacidad para defenderse de las acometidas del conjunto maño e incluso ha acabado el partido sin pasar apuros y buscando la portería rival.

Hasta el momento de la expulsión de Jonathas las fuerzas estaban niveladas entre dos conjuntos conscientes de que la eliminatoria debía resolverse en 180 minutos.

Sobre un terreno de juego irregular y en mal estado, el Zaragoza salió presionante y provocó varias pérdidas de los franjiverdes, que echaron en falta -como toda la segunda vuelta- la presencia de un galvanizador de su juego. Víctor Rodríguez se cayó a última hora de la lista de Pacheta y su puesto en el doble pivote lo ocupó Nuke Mfulu junto a Ramón Folch.

Mucho músculo, pero poca creatividad en el inicio del juego ilicitano, que también echó en falta la profundidad de Óscar Gil y Josan Ferrández, en el banquillo de inicio por precaución tras recuperarse recientemente de sus molestias físicas. Tekio y Pere Milla ocuparon su puesto en el lateral derecho y la banda izquierda.

Intentó amenazar el cuadro maño con un par de buenas incursiones por la derecha de Vigaray, a las que dio réplica el Elche con varios detalles del incombustible Nino y un buen centro de Tekio, pero apenas hubo peligro real en las áreas hasta que al filo del descanso volvió a aparecer prodigiosamente Edgar Badia.

El portero franjiverde mantuvo con vida a su equipo antes del intermedio con una excelente intervención, mano a mano, ante Burgui, perfectamente asistido por Kagawa a la espalda de Tekio. De nuevo el meta catalán fue providencial para los suyos en un momento crucial del encuentro.

Tras la reanudación, el equipo de Pacheta se entregó a una defensa numantina y resistió con orden y coraje el asedio del cuadro maño, liderado por el japonés Kagawa. El cuadro maño intentó abrir el campo y entrar por los extremos para sacar partido a su superioridad numérica y casi lo consigue en el minuto 56 cuando el exfranjiverde Miguel Linares no llegó por centímetros a un centro-chut envenenado de Kagawa.

Mientras los franjiverdes buscaban alguna opción aislada a balón parado, el Zaragoza rozó el gol precisamente en un saque de esquina cuando el balón se fue al larguero de Edgar Badia golpeado involuntariamente con la espalda por su compañero Ramón Folch.

No le quedó otra a Pacheta que refrescar a su equipo con los cinco cambios y paulatinamente fueron entrando al campo Dani Escriche, Fidel, Manuel Sánchez, Dani Calvo y Josan.

Los cambios le dieron resultado al Elche, que contuvo a la perfección los ataques del Zaragoza y en el último cuarto de hora llegó a equilibrar el dominio y a buscar la portería de un rival que también perdió fuelle con el paso de los minutos y sólo fue capaz de incordiar con las correrías de un notable Burgui.

El empate a cero de la ida obliga al Elche a marcar en La Romareda porque si se repite el mismo marcador en el partido de vuelta tras la prórroga, no habrá penaltis y pasará a la final el Zaragoza por haber terminado la Liga regular en tercera posición, tres plazas por delante de los franjiverdes.

Visto lo visto en la ida, todo es posible para el conjunto ilicitano, que ha vuelto a dar una lección de entrega y compromiso solidario para superar la adversidad de la autoexpulsión de Jonathas.