El Elche resiste a los millones del Girona. Los franjiverdes empatan a cero en el Martínez Valero en el partido de ida de la final por el ascenso a Primera y deja todo para la vuelta en Montilivi de este domingo. El partido, condicionado por el indecente césped del coliseo ilicitano y de la propuesta conservadora de Pacheta, fue de trazo grueso, de mucho respeto y poco atrevimiento. El Elche debe marcar en casa del Girona para ascender porque otro empate a cero (prórroga mediante) beneficiaría a los catalanes por su posición en la liga regular.

Pacheta armó una muralla para estirar la eliminatoria hasta los 180 minutos. O quizás más. En la barricada para frenar al todopoderoso Girona de Stuani y su banda, el técnico franjiverde alineó a tres centrales de rompe y rasga: Josema, Gonzalo Verdú y Dani Calvo. Un 5-2-3 para protegerse la espalda y picotear arriba. "Buscamos el once que mejor nos va para cada día", se excusó Pacheta. Pere Milla, Iván Sánchez y Josema volvieron al once inicial y sentaron a Víctor Rodríguez, Josan y Fidel respecto al choque de La Romareda.

allowfullscreen="" style="height: 400px; width: 100%; max-width: 690px;" scrolling="no">

El primer tiempo fue una carta de presentación entre ambos. Mucho respeto y poco fútbol. El Elche, concienciado de no ceder ni un centímetro, se mostró bien plantado y defendió a la perfección: anticipaciones de Josema, fortaleza de Verdú en los balones aéreos y Badia como espectador. El conjunto franjiverde se asomó al área rival, sin claridad ni excesiva buena letra pero asustó en el 36' con un cabezazo alto de Nino tras un centro de Juan Cruz. También con dos saques de esquina con mucha intención de Pere Milla al primer palo. Entonces ya se había comenzado a estirar el Girona, con sus estrellas apagadas pero con su halo de amenaza constante.

Continuó ese protagonismo del equipo de Francisco en el segundo tiempo y el central Miquel tuvo dos cabezazos consecutivos que inexplicablemente alejó de la portería de Badia en lugar de ponerle en apuros. Fue lo más claro de un partido de trazo grueso, en el que nada ayudó un estado deplorable del césped del Martínez Valero, impropio de una cita como una final por subir a Primera.

La zurda de Granell lanzó algún misil hacia la portería de Badia, en busca de un bote traicionero en el maltrecho campo pero apenas despeinó al portero franjiverde. Iván Sánchez, el más peligroso del Elche pero alejado en tareas de creación, tejió una buena individualidad en el 75' pero su jugada murió sin poner un centro al área. El disparo más claro del Elche fue en el 79', en una incursión de Josan por banda derecha, que puso un balón raso a Milla, que colocó mal el cuerpo y su disparó salió alto.

Todo abierto para la vuelta, en la que Pacheta recuperará al ariete brasileño Jonathas, expulsado con roja directa por agresión en el partido de ida de la semifinal contra el Zaragoza.