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Primeras dudas en la «era Almirón»

Las salidas de jugadores de la primera unidad del Elche del ascenso como Óscar Gil, Juan Cruz e Iván Sánchez desconciertan a la afición. A cinco días del comienzo de la Liga, y a 20 del estreno franjiverde, al técnico aún le faltan 11 fichajes en el plantel

El entrenador del Elche, Jorge Almirón, y el director deportivo, Nico Rodríguez, el jueves, en la presentación del técnico argentino.

Dos semanas después del histórico ascenso del Elche a Primera, las dudas entre la afición franjiverde se ciernen ya sobre esta nueva etapa en la élite comandada por el entrenador argentino Jorge Almirón, representado por el máximo accionista de la entidad y compatriota suyo Christian Bragarnik. La salida de jugadores clave la pasada temporada como Óscar Gil, Juan Cruz e Iván Sánchez; el retraso en la llegada de fichajes y la tardanza en arrancar la pretemporada con el grueso de la plantilla son algunas de las preocupaciones que alteran el estado de euforia en que ha vivido el franjiverdismo los últimos 14 días. Además, el técnico argentino -debutante en el exigente fútbol europeo- ya sabe que tendrá que cargar con la comparación constante con el gran trabajo de su antecesor José Rojo Martín, Pacheta, descartado por Bragarnik antes incluso de la fase final de ascenso, a pesar de que el técnico burgalés es muy querido por la hinchada. Con un equipo que hizo de la unión su mayor fortaleza, Almirón tiene por delante también la difícil tarea de reconstruir en el vestuario ese espíritu familiar y de bloque compacto y comprometido con el escudo.

Bajas muy sensibles

Bragarnik prescinde de varios de los héroes del ascenso: Óscar Gil, Juan Cruz e Iván Sánchez

La coincidencia en la necesidad de amplia renovación en la plantilla que logró el ascenso era unánime, pero casi nadie esperaba que la «operación salida» del Elche se llevara por delante a jugadores de la talla y el potencial de Óscar Gil, Juan Cruz e Iván Sánchez, tres de los que más posibilidades tenían de acoplarse a un plantel de Primera División tras su notable rendimiento a las órdenes de Pacheta. Hay un punto de torpeza y cicatería por parte de la propiedad en la marcha al Espanyol del lateral derecho, recién convocado por la selección española sub-21, que ha preferido seguir jugando en Segunda Divisón al sentirse ninguneado por el dueño, que paralizó en noviembre su renovación pactada ya con la comisión deportiva del Elche por considerar demasiados altos unos emolumentos de 220.000 euros que el Espanyol le va a mejorar ahora sustancialmente. El defensa ilicitano dejará 500.000 euros en las arcas del Elche y Juan Cruz los 2,7 millones que paga Osasuna por el mejor lateral izquierdo de Segunda y el zaguero del fútbol profesional con mayor número de asistencias. El madrileño, que tenía un año más de contrato en el Martínez Valero al igual que el canterano, se convierte en refuerzo del conjunto navarro, rival directo del Elche en la lucha por la permanencia. Trabajo extra para la dirección deportiva, que se ha quedado sin laterales -Tekio y Andoni López también han salido- y tiene que fichar con urgencia a cuatro futbolistas para esa demarcación.

A ritmo lento

Retraso en los fichajes y en el arranque de la preparación a cinco días del inicio liguero

El trabajo de la comisión deportiva que dirige Nico Rodríguez ya se ha visto cuestionado por el dueño del club en el «caso Óscar Gil». Y a falta de cinco días para que arranque LaLiga en Primera este viernes con el Granada-Athletic Club (el Elche lo hará en la tercera jornada en casa ante la Real el último fin de semana de septiembre), tampoco se entiende la tardanza en el anuncio de los primeros de los 11 fichajes que aún deben llegar. Es cierto que el cuadro franjiverde compitió hasta el 23 de agosto y su planificación se ha visto retrasada, pero también es un hecho que el ilicitano será el último club de Primera en empezar a trabajar y a competir en una Liga muy exigente que no espera a nadie. Con el agravante que supone tener que conjuntar a más de una decena de fichajes con el grupo de 12 futbolistas del curso pasado. Debido a la escasez de efectivos, el club ha tenido que reclutar a 10 chavales del filial para poder empezar este lunes los entrenamientos a sólo 20 días del estreno liguero, cuando los rivales llevarán ya dos semanas de competición.

Gestión emocional

El rearme del vestuario tras la gestión anímica y grupal de Pacheta y el peso del estreno

La afición franjiverde ya ha superado el «shock» emocional del adiós de Pacheta -uno de los técnicos más queridos en décadas- para cerrar filas con Almirón, el rostro más visible de esta temporada de retorno a la élite. Elegante en su presentación y con las ideas claras, el técnico argentino reconoce que su prioridad es «armar» la plantilla para confeccionar un equipo «práctico, serio, inteligente y competitivo», a imagen y semejanza del que logró el ascenso. Almirón es consciente de que el tiempo apremia y el club ya va tarde en el arranque de la preparación, al tiempo que reconoce las virtudes de Pacheta, que supo convertir el vestuario franjiverde en una familia con intereses comunes y sacó el máximo partido a un plantel diseñado para salvar la categoría. El nuevo técnico sabe de la dificultad de volver a conjuntar un grupo con muchas caras nuevas y sin sus grandes referentes, por mucho que sigan pretorianos como Nino y Gonzalo Verdú y el portero Edgar Badia. Experimentado en el fútbol argentino a sus 49 años -ha dirigido clubes como Lanús, San Lorenzo e Independiente, entre otros-, «El Negro» vive ya en Elche su estreno en Europa tras haber entrenado también en Arabia Saudita, México y Colombia y promete cultura del esfuerzo para espantar las primeras dudas del «proyecto Bragarnik».

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