El fichaje de Sánchez Miño por el Elche es un secreto a voces desde hace tiempo. Solo faltaba que se desvinculara de Independiente de Avellaneda, con el que tenía contrato una temporada más. El jugador argentino se mostró encantado cuando Bragarnik le planteó la posibilidad de jugar por primera vez en España y de volver a Europa, donde tuvo un paso fugaz, en dos etapas (2015-2016), en el Torino italiano.

Para poder obtener su carta de libertad ha tenido que abonar 200.000 dólares al conjunto argentino y, además, perdonar una deuda que rondaba los 500.000 dólares. Al final, el pasado lunes llegó a un acuerdo, que le va permitir vestir de franjiverde en la Liga de las Estrellas.

Sánchez Miño es un futbolista de banda izquierda con amplia experiencia, que comenzó a destacar en las filas de Boca Juniors. Se hizo con un puesto en el equipo titular con Carlos Bianchi jugando como interior en un centro del campo en el que también figuraban Juan Román Riquelme y Fernando Gago. Sus buenas actuaciones le hicieron debutar con la selección absoluta con Alejandro Sabella y su traspaso al Torino de Italia, donde no terminó de destacar y volvió a Argentina para jugar en Estudiantes de la Plata.

También ha militado en el Cruzeiro de Brasil y en las últimas campañas ha vestido la casaca de Independiente. Su mala relación con la directiva del club de Avellaneda le llevó a buscar una salida. Boca quería su regreso, pero ante la llamada de Bragarnik ha preferido cruzar de nuevo el charco y probar fortuna en el Elche.

Tras sus inicios como interior, con el paso de los años ha ido retrasando su posición al lateral, una demarcación que no le terminaba de gustar, pero a la que, poco a poco, se ha ido adaptando y, ahora, se encuentra muy cómodo. También ha desempeñado funciones de pivote en el centro del campo. Tiene una buena pierna izquierda, que le permite poner buenos centros e, incluso, ejecutar lanzamientos de golpe franco. Almirón lo conoce perfectamente y afronta la difícil misión de sustituir a Juan Cruz, un jugador muy querido por la afición franjiverde, que ha criticado su traspaso a Osasuna. Sánchez Miño debe hacer olvidar al madrileño.