El tardío ascenso del Elche obligó a ir construyendo la nueva plantilla para Primera División a contrarreloj y con la temporada en marcha. Al final llegaron 14 incorporaciones, pero el conjunto ilicitano tuvo que comenzar la Liga con la base de la campaña pasada y con la mayoría de los futbolistas que lograron el ascenso.

Almirón ha ido armando el equipo poco a poco y las nuevas incorporaciones se van sumando al once titular de forma progresiva. En el encuentro del pasado sábado frente al Levante, el preparador franjiverde alineó inicialmente a seis de los jugadores que han llegado esta temporada: Antonio Barragán, Diego González, Iván Marcone, Raúl Guti, Tete Morente y Lucas Boyé, lo que significa la cifra más alta en los ocho partidos de Liga de los franjiverdes.

Raúl Guti, el fichaje más caro de la historia por el que el club ilicitano pagó cinco millones al Zaragoza, ha sido titular desde el primer momento y salvo en el encuentro contra el Celta que comenzó en el banquillo, en todos los partidos ha estado en el once inicial. El joven futbolista aragonés está debutando en Primera, pero cada vez está creciendo más y su rendimiento mejora con el avance de la competición.

Tete Morente también llegó antes del comienzo de la Liga. El Elche pagó 500.000 euros para que se pudiera desvincular del Málaga. Fue una apuesta de la comisión deportiva que dirige Nico Rodríguez y, a pesar de que tampoco había jugado nunca en la Liga de las Estrellas, está siendo uno de los más destacados. A excepción de los encuentros frente al Valencia y el Betis, por unas molestias que arrastraba en el pubis, está siendo un habitual en las alineaciones.

Antonio Barragán e Iván Marcone aterrizaron en el Martínez Valero para aportar su experiencia a un equipo con muchos debutantes en la máxima categoría. Desde el primer partido ambos han sido fijos para Almirón y no se han perdido ningún encuentro, estando siempre en el equipo titular.

El lateral derecho estaba sin equipo y se ha sabido adaptar a la posición de central en la línea de tres atrás que ha venido empleando Almirón. Contra el Levante ya jugó en su posición natural y debe ir mejorando su aportación.

El caso del argentino, fue una petición expresa del entrenador, avalada por Bragarnik. Vino cedido de Boca Juniors, pero con una opción de compra obligatoria de cinco millones de dólares que se haría efectiva cuando jugase cinco encuentros y que cumplió ante el Levante. El dueño del Elche empleó esta fórmula para flexibilizar y aprovechar más el límite salarial de 34,6 millones que tiene el Elche. De esa forma, esos 4,2 millones de euros se pueden amortizar ante el control de LaLiga en cuatro años, ya que va a firmar hasta 2024.

El delantero Lucas Boyé también ha venido siendo fijo en el once inicial desde su llegada y ha jugado siempre salvo frente al Valencia por unas molestias. El «9» argentino está disfrutando de la continuidad que no tuvo en el Celta, en su primera experiencia en España. Lleva un gol y aporta mucho trabajo.

El último de los fichajes que se ha hecho un hueco en el once inicial ha sido el central Diego González, que firmó fuera del plazo del mercado al estar libre después de desvincularse del Málaga. El defensa gaditano ha sido titular frente al Celta y el Levante y tienen muchas opciones de continuar el sábado frente al Cádiz.