Decía Almirón el pasado viernes en la rueda de Prensa previa al encuentro del Granada que el cuadro nazarí era su ejemplo de equipo recién ascendido a Primera División, que ha sabido crecer en su juego y consolidarse en la máxima categoría. Pues el conjunto granadino dio toda una lección, precisamente de todo eso. Supo buscar los defectos de los franjiverdes en la banda izquierda, por donde Darwin Machís hizo mucho daño y luego se mostró muy sólido a nivel defensivo. Los ilicitanos recibieron de su propia medicina y no fueron capaces de hacer daño en ataque. Diego Martínez le ganó claramente la partida a Almirón, que no encontró la fórmula ofensiva, ni en el primer tiempo, ni en la recta final, en la que su equipo se volcó en el campo contrario, pero sin disparar a la portería de Rui Silva.

El Elche sumó su segunda derrota de la temporada en el Martínez Valero, donde no termina de arrancar. La primera fue en el estreno liguero ante la Real Sociedad y, ahora, ha llegado otra frente a otro rival que está disputando competición europea. Además, los franjiverdes, acumulan seis jornadas sin ganar, después de cuatro empates consecutivos, suman una derrota y no logran vencer desde que el pasado 23 de octubre superaron al Valencia. Esta discreta racha le han llevado a perder fuelle en la clasificación y, a pesar de seguir a tres puntos del descenso, cada vez tiene más cerca la zona roja.

La situación no es alarmante, pero sí, como mínimo preocupante, sobre todo viendo como el equipo, a pesar de sus buenas prestaciones defensivas, se muestra indolente en ataque. Ayer solo creó tres ocasiones de «peligro». Un remate de Gonzalo Verdú después de varios rechaces tras un saque de esquina, una contra de Josan y un disparo alto de Lucas Boyé rodeado de tres defensas. Sin duda muy poco bagaje para vencer un encuentro. Almirón volvió a sorprender con la alineación y dibujó un 1-4-1-4-1, con Iván Marcone como único mediocentro y cuatro jugadores de corte ofensivo por delante.

Josan y Fidel en las bandas y Tete Morente y Pere Milla por dentro, dejando a Lucas Boyé, que volvió tras su sanción, como referencia ofensiva. El Elche no consiguió en ningún momento controlar el centro del campo y tener el dominio del balón. La puesta en escena del Granada fue el presagio de lo que podía pasar. Ya a los seis minutos, Edgar Badia realizó una parada antológica, marca de la casa, que evitó el gol, en un remate de cabeza de Yangel Herrera. Los ilicitanos se encontraron con un rival que les tenía bien estudiados y supo, en todo momento, por donde hacerles daño. Con el paso de lo minutos, el juego parecía que se equilibraba y hubo algún intercambio de golpes. Gonzalo Verdú tuvo la oportunidad de poner por delante al Elche tras un saque de esquina, pero Rui Silva estuvo muy bien colocado.

Luis Suárez también tuvo su ocasión, al igual que Josan en una contra. El partido caminaba en medio de una lucha titánica hasta que llegó el minuto 41. Josema, que había cumplido hasta ayer como lateral izquierdo, no estuvo a la altura. Darwin Sánchez le ganó siempre la partida y, además, cometió un error en un pase en el centro del campo, que propició la jugada del primer y único gol del partido. Marcone tuvo que ir a la desesperada a hacerle la cobertura, no acertó a cortar la pelota y el centro del venezolano lo remató, de forma perfecta, al palo corto, Luis Suárez, haciendo inútil la estirada de Edgar Badia, que está vez ya no pudo hacer el milagro. Fue un duro mazazo antes del descanso.

Entran Guti y Sánchez Miño

Almirón vio claramente los defectos de su equipo y, a pesar de ir por detrás en el marcador, en el tiempo de asueto quitó a Pere Milla y dio entrada a Raúl Guti para intentar recuperar el centro del campo. Y prescindió de un desafortunado Josema para situar a Sánchez Miño en el lateral izquierdo. La presencia del zaragozano se notó. Los franjiverdes dieron un paso adelante, tuvieron más la pelota y el Granada fue cediendo metros para parapetarse en su campo e intentar sentenciar el partido a la contra. El Elche fue un quiero y no puedo que se estrelló siempre ante la fornida y bien situada defensa nazarí. Lucas Boyé se desesperaba porque no le llegaban balones. Josan era frenado, una y otra vez, por Carlos Neva y Tete Morente apenas encontró el camino, ni en la izquierda, primero, ni en la derecha, después. Tan solo Fidel era capaz de crear algo de peligro. Boyé tuvo la única ocasión de la segunda parte en un disparo con intención, pero en una posición demasiada forzada y rodeado de contrarios. Los minutos pasaban y estaba más cerca el 0-2 que el 1-1. Al final, el esfuerzo de los futbolistas franjiverdes, al que no se les puede discutir su entrega, no encontró esta vez el premio. En Primera hacer falta algo más y este Elche de buena disposición defensiva carece de juego ofensivo. Además, Almirón dio entrada a Rigoni, solo realizó tres cambios, y Nino calentó pero siguió en el ostracismo. Fue una derrota, un golpe de realidad y la reacción si que ya no puede esperar.

Suspenso ▼

Los franjiverdes continúan atascados como local. El Elche sigue sin encontrar el camino para conseguir la victoria en el Martínez Valero. Esta temporada solo ha sido capaz de superar al Valencia. Esa situación le está llevando a complicarse cada vez más la clasificación.

Mal ▼

Almirón no encuentra el camino en ataque. El técnico argentino sigue probando cosas y alineaciones, pero no termina de dar con la tecla a la hora de alinear a jugadores en ataque. Lucas Boyé lucha muy solo y termina desesperado porque no le llegan balones.

Muy deficiente ▼

La impotencia para crear ocasiones de peligro. La poca capacidad ofensiva del conjunto ilicitano es ya preocupante. Con solo una buena defensa va a ser complicado lograr la permanencia. Ayer apenas creó peligro sobre la portería del Granada y acabó pagándolo.