Además de la remontada que parecía obligatoria frente al Buñol de Regional Preferente, buena parte del franjiverdismo estaba el miércoles durante el partido de Copa pendiente de Nino y de la posibilidad de que batiera un nuevo récord de longevidad goleadora. Y el «pistolero» del Elche lo volvió hacer cumplida la hora de juego para empatar un partido cuesta arriba y convertirse en el primer futbolista de más de 40 años (cuatro décadas y 189 días exactamente) que marca en el torneo del KO. Es otra muesca más, la enésima, en el revólver de Nino, que puede presumir, pero no lo hace, de hasta 16 registros únicos en el fútbol español.

«Contento por ello porque son récords difíciles de conseguir y todo el mundo que juega al fútbol sabe lo que significa», declaró ayer el delantero de Vera a los medios oficiales del club. «Y contento también por el triunfo del equipo y por ayudar. A seguir aportando al grupo», añadió con ese espíritu humilde y comprometido que siempre ha caracterizado a este gran jugador de club; y que mantiene inalterado esta temporada, a pesar de que está contando poco en LaLiga Santander para el entrenador Jorge Almirón.

En sus 23 años de carrera futbolística, 13 de ellos en sus dos etapas en el Elche, Nino es el máximo goleador en la historia del club ilicitano (135 dianas) y en Segunda División (194); es el futbolista con más partidos en la categoría de plata (571) y el único que ha marcado durante 23 temporadas consecutivas.

También tiene en su poder el récord de victorias en Segunda (187) y ahora tiene la oportunidad de convertirse asimismo en el jugador con más edad que marca en Primera División. No obstante, «la Leyenda» franjiverde no se sale de su discurso y asegura que su objetivo no son los récords, sino seguir sintiéndose útil para el Elche.

«El camino es seguir ayudando al equipo en todo lo que pueda y sería bonito [ser el goleador más longevo en LaLiga], pero tampoco es una cosa que me vuelva loco, sino que sigo en mi línea de querer ayudar, de seguir sumando y ya veremos si llega», declaró ayer el que ya es el futbolista más veterano de Primera tras la retirada en octubre del portero del Cádiz Cifuentes.

El penúltimo logro de Nino llegó en la Ciudad Deportiva del Levante cuando más lo necesitaba su equipo para neutralizar la ventaja del modesto Buñol cuando el Elche no terminaba de encontrar el camino del gol del empate. «Son partidos que se te pueden atragantar. Ellos se encuentran con un gol pronto; se meten atrás y tú llegas una y otra vez y no terminas de meter las opciones que tienes y se va haciendo largo el partido», indicó. «El equipo hizo un gran trabajo, dio el máximo y sacó la eliminatoria adelante. Pese a ser un rival de inferior categoría, te puede poner las cosas difíciles y se demuestra que el fútbol es complicado», agregó el jugador, cuyo último tanto decisivo de los muchos que ha marcado para el Elche se remontaba a agosto pasado con el zapatazo en Zaragoza que dio el pase a su equipo para disputar la final por el ascenso a Primera División ante el Girona.

Y en su retorno a la máxima categoría -no jugaba en Primera desde la campaña 2015-16 con el Osasuna, en la que jugó 37 partidos y marcó siete goles-, Nino está teniendo pocas opciones de convertirse en el artillero más longevo, puesto que sólo ha disputado hasta el momento 91 minutos, siempre como suplente en cuatro de los 11 partidos jugados por los franjiverdes. Con los fichajes de delanteros como Lucas Boyé y Guido Carrillo y el buen momento de Pere Milla, las opciones del ariete de Vera se ven reducidas, pero ya demostró el miércoles que su instinto goleador sigue intacto. Y este Elche necesita mucho gol.