El lunes 4 de enero se abrió la ventana del mercado de fichajes de invierno que se prolongará hasta el 1 de febrero. Durante esos 28 días el Elche intentará reforzar su plantilla para afrontar con garantías la segunda parte de la competición, que le permita alcanzar la meta de la permanencia.

Para ello, el máximo accionista, Christian Bragarnik, el director deportivo, Nico Rodríguez, junto con sus ayudantes Sergio Mantecón y Dani Carmona, vienen peinando el mercado desde hace tiempo en busca de futbolistas que puedan entrar en los parámetros económicos de la entidad franjiverde y que mejoren los actuales.

El objetivo perentorio del club ilicitano es firmar uno o incluso dos laterales izquierdos que permitan apuntalar una posición que ha quedado señalada de forma preocupante durante los primeros 16 partidos y en la que ni Koné, ni Sánchez Miño han cumplido con las expectativas.

Youssouf Koné, a pesar de la vitola que le rodeaba cuando fichó en verano de ser un jugador que venía de jugar la Champions League con el Olympique de Lyon, no se ha adaptado al fútbol español y Almirón tampoco ha contado con el maliense. Apenas ha jugado 74 minutos en tres partidos, ni siquiera tuvo la oportunidad en la Copa frente al Buñol y en los dos últimos se ha quedado fuera de las convocatorias, optando el técnico argentino antes por el canterano Salinas. Ahora, el director deportivo, Nico Rodríguez, que fue su gran valedor, está ya renegociando su cesión para que regrese al conjunto francés.

Por su parte, Juan Sánchez Miño, quien llegó al Martínez Valero con el aval de Almirón y Bragarnik, que lo conocían de Argentina, ha ofrecido un rendimiento bastante mediocre, a pesar de que ha contado con muchas más oportunidades que Koné. El argentino ha jugado cerca de 600 minutos en nueve partidos de Liga y uno de Copa. Ha sido titular en la mayoría de ellos, pero en varios ha sido sustituido en el descanso.

Ante esta tesitura, el Elche tiene claro que necesita reforzar el lateral izquierdo. En la lista que maneja el club ilicitano hay tres futbolistas marcados con el color fluorescente y que son del agrado de todas las partes: Manu Sánchez, Jonathan Silva y Marcos Rojo.

Manu Sánchez tiene 21 años y estuvo a punto de salir cedido a Osasuna en verano, pero Simeone se opuso porque quería tenerlo en la primera plantilla del Atlético de Madrid. Solo ha disputado un partido de Liga frente al Celta, en el que dio una asistencia de gol a Luis Suárez. Ante la falta de minutos, Simeone ahora sí está por la labor para que salga cedido.

El club ilicitano ya ha iniciado los contactos y está bien colocado, a pesar de que Osasuna, Cádiz y Granada también se han fijado en la joven promesa colchonera. Los navarros apenas disponen de límite salarial, mientras que los gaditanos cuentan en el lateral izquierdo con Espino, que es titular indiscutible, al igual que Carlos Neva en los granadinos. Por ello, el Atlético prefiere que salga a un equipo en el que tenga más posibilidades de disfrutar de minutos como podría ser el Elche. Además, Simeone conoce a Almirón y a Bragarnik, su proyecto en el Elche y sabe que puede ser una buena oportunidad para que Manu Sánchez continúe con su crecimiento.

Jonathan Silva tiene 26 años, apenas está jugando en el Leganés -solo ha disputado dos partidos- porque ya se quiso marchar en verano y el club pepinero fichó a Lasure del Zaragoza y a Javi Hernández de la cantera del Real Madrid. Ambos han jugado 5 y 15 encuentros, respectivamente.

A pesar de su suplencia en Segunda División, el lateral argentino cuenta con una amplia experiencia en Primera. En las dos últimas temporadas ha disputado 30 y 33 partidos con el Leganés y la campaña pasada fue uno de los jugadores más destacados. Ha jugado también en el Sporting de Portugal, Roma, Boca Juniors y Estudiantes de la Plata, por lo que Almirón y Bragarnik también lo conocen perfectamente. En el mercado de verano intentó ficharlo Víctor Orta para el Leeds United y el Granada. Pero el club pepinero quería recuperar parte de los 3 millones que pagó en 2019 al Sporting de Portugal. Tiene la doble nacionalidad italo-argentina, por lo que no ocuparía plaza de extranjero en Elche, sabe lo que es luchar por la permanencia en la liga española y a sus 26 años cuenta con mucha carrera por delante. El club ilicitano podría plantear una cesión con derecho a compra obligada a final de temporada para no tener que realizar ahora un desembolso económico. Una fórmula que ya utilizó Bragarnik para fichar a Marcone.

Otro de los futbolistas que hay en un lugar preferente en la lista que maneja la entidad franjiverde es Marcos Rojo, también argentino de 30 años. Quiere salir del Manchester United, donde solo ha jugado un encuentro. El club mancuniano está por labor de cederlo. La temporada pasada ya jugó a préstamo en Estudiantes de la Plata. Es otro futbolista que conocen, Almirón y Bragarnik. Además, puede jugar tanto de lateral izquierdo como de central, por lo que puede ocupar dos de las demarcaciones que anda buscando el Elche.

Desde Inglaterra señalan que el Sheffield United, colista de la Premier League, el Newcastle, equipo de la parte baja que también está luchando por evitar el descenso, están asimismo interesados, al igual que dos conjuntos españoles, entre los que se encuentra el conjunto ilicitano. La presencia de otros argentinos en el Martínez Valero puede facilitar su llegada.

El Zaragoza pide la cesión del centrocampista Luismi Sánchez

En el mercado de invierno también va a tener protagonismo la operación salida. El club ilicitano cuenta con una ficha libre y con un pequeño remanente económico del mercado de verano. Pero su intención es firmar tres o cuatro jugadores. Además, de Koné, Lucumí y Dani Calvo, que tiene todas las papeletas para salir, hay algún futbolista más que ya está en la órbita de equipos de Segunda. Uno es Luismi Sánchez. El Zaragoza ha pedido su cesión, al igual que otros equipos que no han trascendido, pero el Elche no está dispuesto a dejarle salir si no firma otro centrocampista. Además, a Luismi, que llegó este verano del Valladolid, no le seduce la idea volver a Segunda y más a un conjunto que está luchando por la permanencia. No quiere salir y solo lo haría bajo presión y si es a un club con otras aspiraciones. Hasta el momento, solo ha jugado 120 minutos en cinco partidos de Liga y 90 en uno de Copa.