Todo apuntaba a una alegría. El Elche tenía la victoria en la mano a falta de 20 minutos para terminar el partido en Valladolid, con un 0-2 en el marcador. Un triunfo que hubiera sacado a los franjiverdes de los puestos de descenso y metido a los pucelanos y que hubiese significado insuflar una gran botella de oxígeno en el vestuario del conjunto ilicitano y calmar los ánimos del entorno.  

Sin embargo, el cuadro de Almirón tiro todo por la borda en la recta final del choque. Pago el cansancio y la falta de experiencia para cerrar el partido. Los blanquivioletas redujeron la ventaja en el 71 y en el 88, tras una falta pueril e innecesaria de Barragán -el jugador más experto en Primera División de la plantilla- terminó con un remate de cabeza de Joaquín Fernández, que le ganó la partida a Gonzalo Verde, y aunque Edgar Badia llegó a tocar la pelota, terminó en el fondo de las mallas. 

Fue un mazazo. A pesar de que el empate antes del encuentro no era del todo mal resultado, pero viendo como transcurrió, sabe claramente a derrota. Además, significa un golpe anímico para los futbolistas que vieron como ni mejorando su juego, como le hicieron en el primer tiempo, les daba para ganar. Y ya van 12 jornadas sin conseguirlo. Una nueva decepción que siguen sin despejar los negros nubarrones que amenazan en el Martínez Valero. 

La primera parte del Elche fue ilusionante. Almirón volvió al sistema de juego que tan buen resultado le había dado en el inicio del campeonato. Puso a tres centrales (Barragán, Gonzalo Verdú y Josema) y dos carrileros: Josan por la derecha y Johan Mojica, que debutó como franjiverde y lo hizo a buen nivel, mejorando claramente en su primer partido la escasa aportación de Sánchez Miño en las primeras 17 jornadas. 

El técnico argentino apostó por el canterano de 19 años Jony Álamo como sustituto del sancionado Marcone. El joven mediocentro formó el doble pivote junto a Raúl Guti y no desentonó. Rigoni, Pere Milla y Lucas Boyé, que se recuperó a tiempo de su lesión, asumieron labores más ofensivas intercambiando sus posiciones y ayudando en defensa. 

Desde el primero momento se vio otro Elche, que recordó más al de las primeras jornadas de Liga. Con una presión alta en la salida del balón del Valladolid y encerrándose con orden a la hora de defender. El premio a la buena puesta en escena de los franjiverdes llegó en el minuto 9. El debutante Mojica, que se incorporó mucho al ataque en el primer tiempo, combinó con Boyé en la frontal del área y el argentino dejo la pelota con la puntera a Josan. El crevillentino enganchó un perfecto zapatazo con la pierna izquierda y el balón se coló ajustado al poste en el fondo de la portería. 

A partir de ese momento, a los franjiverdes le tocó defender. El Valladolid, como era normal, adelantó líneas y asumió la iniciativa. La mejoría ilicitana, incluso se vio acompañada con las decisiones arbitrales. Jaime Latre no señaló un claro penalti de Pere Milla sobre Orellana. Y poco después, hizo oídos sordos a una reclamación de Gonzalo Verdú cuando reclamó pena máxima tras ser obstaculizado en su remate. 

Antes de llegar al descanso, Josan, que sorprendió mucho más jugando de carrilero que de extremo, marcó el segundo al aprovechar un pase de 40 metros de Verdú. El partido se puso de forma idílica para el Elche al final del primer tiempo.

Pero en el segundo, el guión de la película cambió por completo. Aún así la suerte siguió estando del lado ilicitana con la anulación de un gol a Wiessman, que ahora se castigan de forma injusta. 

La debacle empezó en el 71. Michel anotó el 2-1 ante la pasividad de la defensa. Almirón hizo tres cambios de golpe. Quito a Josan, Josema y Jony Álamo y puso a Cifu, Diego González y Víctor. La salida del catalán le devolvió el control al Elche. Pero en el 88, Barragán hizo una falta innecesaria en la banda derecha. El centro de Pablo Hervías lo remató al fondo de la red Joaquín, anticipándose a Gonzalo Verdú, anotando el empate a dos. 

Al final, un empate que duele y mucho porque cambia de forma considerable las sensaciones por como se desarrolló el encuentro. El Elche se veía ya fuera del descenso y tras dejar escapar los dos puntos, sigue  en la zona roja y con 12 partidos sin ganar. 

FICHA TÉCNICA:

VALLADOLID: Miño, Luis Pérez (Pablo Hervías, m. 72), Joaquín Fernández, Rubén Alcaraz, Nacho Fernández, Fede San Emeterio (Michel, m. 56), Roque Mesa (Zalazar, m. 88), Orellana, Óscar Plano (Benito, m. 88), Kike Pérez (Toni Villa, m. 56) y Weissman.

ELCHE: Edgar Badia, Barragán, Gonzalo Verdú, Josema (Diego González, m. 73), Johan Mojica, Jony Álamo (Víctor, m. 73), Raúl Guti, Josan (Cifu, m. 73), Pere Milla, Rigoni y Lucas Boyé (john, m. 85).

GOLES: 0-1 m. 9, Josan. 0-2 m. 42, Josan. 0-2 m. 42, Josan. 1-2 m. 71, Michel. 2-2 m. 88, Joaquín.

ÁRBITRO: Jaime Latre, del colegio aragonés. Expulsó en la grada a Roque Mesa (m. 90) y a un ayudante de Sergio González (m. 65). Mostró tarjetas amarillas a Fede San Emeterio (m. 38), Josema (m. 50), Cifu (m. 85) y a Pere Milla (m. 93).

ESTADIO: Nuevo Zorrilla. Sin público.