Con la voz entera, intacta. Koeman respondió serio, cargando con el peso de un partido jugado a bajas revoluciones, sin intensidad. En su discurso, modulado a la misma velocidad que los ataques de su equipo, el técnico holandés defendió que la clave de la victoria de su equipo radicó en el trabajo sin balón de sus futbolistas. Ver para creer.

«Cuando recuperamos pronto tenemos más profundidad. Hemos robado muchísimos balones en el medio campo. El equipo estuvo bien y concentrado desde el principio y es justo ganador», explicó el preparador culé.

El técnico del Barça justificó la sustitución de Dembélé por Trincao en la segunda parte «porque no queríamos perder balones y arriesgar» y había que darle «frescura al ataque».

El entrenador blaugrana exteriorizó con tibieza la felicidad que siente por el rendimiento de Riqui Puig, al que elogió por «disfrutar de los minutos que tiene y ser decisivo». «Ha tenido su importancia en el partido», se atrevió a decir.

«Si queremos tener opciones de pelear la liga debemos demostrar la misma concentración que hemos tenido hoy (por ayer) a pesar del complicado calendario», repasó el holandés, que dirigió en Elche su séptimo partido seguido lejos del Camp Nou.

Koeman se enorgulleció de haber encontrado con Busquets, Pedri y De Jong un centro del campo estable y elogió el partido de Umtiti, quien, según él, «estuvo a buen nivel pese a su inactividad. «Quitando el fallo, en el que Marc (Ter Stegen) ha demostrado que es un gran portero, hemos estado defensivamente muy bien», reflexionó el técnico azulgrana.