La decisión del máximo accionista del Elche, Christian Bragarnik, de no reforzar el equipo durante el mercado de invierno ha dejado su inversión en la primera plantilla de la presente temporada en poco más de 20 millones de euros. Sin duda alguna, la cifra más baja con diferencia de toda la Primera División.

El club ilicitano ya partía de salida con el menor límite salarial de toda la máxima categoría. LaLiga le asignó en verano 34,6 millones de euros. Pero la entidad franjiverde, por diferentes motivos, no ha utilizado todo ese dinero para configurar un equipo competitivo que pueda luchar por la permanencia.

El Elche quiere centrarse en LaLiga tras el cierre del mercado de fichajes

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Primero porque está obligada a incluir en esa cantidad el pago de los seis millones correspondientes a la prima del ascenso, que se comprometió con los futbolistas de la pasada temporada y que fueron incluidos en el ejercicio 2020-2021. Está previsto abonarlos en dos plazos, uno este mes de febrero y otro en marzo.

Posteriormente también tuvo que asignar en esa partida la rescisión de contrato de algunos jugadores con contrato en vigor, que han abandonado el Elche, como fue el caso de Claudio Medina, que se marchó al Burgos. Además, el club ilicitano ha tenido que asumir buena parte de las fichas de los futbolistas que están cedidos a otros equipos, como Ramón Folch en el Tenerife, Jony Ñíguez y Mourad en el Alcoyano o Manu Justo en el Celta B. Además del extraño contrato privado de Aarón Ñíguez. Eso provocó una merma en el límite salarial de casi un millón de euros.

Si a esas cifras se unen los más de tres millones que existen de remanente que no se han gastado para reforzar el equipo durante el mercado de invierno, el límite salarial disponible de 34,6 millones se reduce en más de diez.

Incluso hay otras variables que reducen la inversión como es la amortización de los pagos por traspasos. El Elche cerró con el Zaragoza la compra de Raúl Guti por cinco millones de euros, que está porrateada en sus cinco años de contrato, por lo que un millón también se lo «come» del límite salarial. Esa cantidad se reduce en parte con la venta de Juan Cruz a Osasuna por 2,7 millones, que también se incluye en varias campañas.

Pero no todo el dinero asignado por LaLiga va destinado a la primera plantilla. De los 34,6 millones, 32 son para la primera plantilla y staff técnico (primer entrenador y preparador físico) y 2,6 al resto de personal no inscribible como el segundo entrenador, los scouting y el resto de auxiliares; además de los gastos del filial, demás categorías inferiores y secciones, como el fútbol sala.

De esta forma, si de esos 32 millones se resta el dinero de la prima por el ascenso, las rescisiones y cesiones, los tres millones de remanente, la amortización de la compra de Raúl Guti o el sueldo de Almirón, la inversión y el gasto real que hasta ahora ha realizado el Elche en el primer equipo es de poco más de 20 millones.

Menos que equipos de Segunda

La cantidad gastada por el Elche en su primera plantilla esta temporada es menor, incluso, que la de tres equipos de Segunda División como el Espanyol, que tiene un límite salarial de 45,3 millones; el Almería, con 27,5; o el Leganés, con 26,7. Todos ellos no han tenido que pagar prima de ascenso y han podido destinar, prácticamente, todo el dinero para sus futbolistas.

Lo mismo ocurre con rivales directos del conjunto ilicitano. El Huesca es el que más se aproxima con un límite salarial de 37 millones. A continuación figuran: Levante (37,6), Cádiz (41), Alavés (42), Eibar (42,7), Osasuna (46,6) y Valladolid (49).

Con estos datos se entiende todavía menos que Bragarnik no haya apostado más fuerte y haya dejado tres millones sin gastar.