El Elche estaba muerto en el descanso del partido frente al Villarreal con un 0-2 y un rival que le pasó por encima, prácticamente, andando. Pero al final logró igualar el marcador, sumó un punto para la esperanza con un empate que sabe a victoria, por la reacción, pero, sobre todo, por las sensaciones que mostró, siendo un equipo más ambicioso y más valiente que tuvo una recompensa que tiene más valor en el aspecto ánimo que a nivel clasificatorio.

Almirón cambió su idea de juego y apostó por dos delanteros: Lucas Boyé y Guido Carrillo. La línea defensiva estuvo más adelantada que en anteriores encuentros y los franjiverdes jugaron más en campo contrario. Eso propició que Marcone y, principalmente, Raúl Guti entraran más en juego.

Además hubo futbolistas como Rigoni, que dio un paso adelante y estuvo más participativo y en el lateral derecho Cifu cumplió con el difícil papel que tenía después de tanto tiempo sin jugar en Liga.

La puesta en escena no hacía albergar muchas esperanzas. Los ilicitanos le dejaron el balón al conjunto de Emery y volvieron a encerrarse en su campo. A pesar de que Rigoni avisó primero con un disparo ajustado al poste que Sergio Asenjo desvió a corner, el Villarreal con un juego combinativo, pausado y esperando los errores del Elche dominaba el partido a placer sacando a relucir la enorme calidad de sus futbolistas.

Trigueros estuvo muy solo entre líneas, recibía sin apenas oposición y un pase suyo a los 15 minutos permitió que Paco Alcácer le ganara la espalda a Diego González, que sufrió mucho en el primer tiempo, y cediese para que Gerard Moreno anotase sin oposición el 0-1. Primer mazazo.

A la media hora de juego, tras un ataque del Elche, Trigueros, desde su propia área, mandó un balón largo a Alcácer, que volvió a ganarle en velocidad a Diego González y se plantó solo ante Edgar Badia. Menos mal que el portero del Elche se erigió de nuevo en salvador con una gran parada.

En el minuto 35, una nueva contra terminó con el balón en los pies de Gerard Morena, quien desde la frontal del área empalmó con la derecha y puso el 0-2, justificando por qué es el delantero de la selección española. En ese momento, el equipo de Almirón estuvo a punto de caer a la lona. Era más voluntad que otra cosa y dejó algún atisbo de reacción con una recuperación en la línea de fondo de Josan, que terminó con un disparo alto de Guido Carrillo. En la recta final del primer tiempo, Paco Alcácer pudo hacer el tercero en una jugada que fue invalidada por un fuera de juego muy justo y Edgar Badia volvió a ponerse la corona de santo en otra gran parada ante Gerard Moreno. El encuentro pudo quedar perfectamente sentenciado a favor del Villarreal en el primer tiempo.

Dos goles en 14 minutos

Sin embargo, todo cambió tras el descanso. El Elche quiso y consiguió meterse en el partido. Si en el primer tiempo la banda izquierda, con Mojica y Rigoni, había estado más activa; en la segunda parte, Josan y Cifu fueron un peligro constante para el submarino amarillo. La aparición del crevillentino, que no había estado fino en los primeros 45 minutos, resultó fundamental.

Un centro magnífico de Josan apurando la línea de fondo lo remató en el segundo palo Guido Carrillo anticipándose muy bien a Raúl Albiol (1-2). Marcar pronto y meterse de forma rápida en el encuentro fue agua bendita y permitió ganar en auto confianza.

El Elche se fue a por todas. Marcone y Raúl Guti pasaron a controlar el centro del campo ante un Villarreal atónito que se metió en su campo y que no encontraba la manera de hacer daño como lo había hecho durante la primera parte. Diego González y Josema fijaron mucho mejor las marcas y Cifu y Mojica taparon con mucha valentía sus bandas. Y en el minuto 63, Rigoni, que realizó su mejor partido desde que está en el Elche, botó una falta en la frontal del área que había provocado Josan, el balón se estrelló en el poste, con la fortuna que le cayó a Lucas Boyé en boca de gol para establecer el empate. Ver para creer. El muerto había resucitado en apenas 14 minutos.

La moral del empate dio oxígeno a los futbolistas franjiverdes, que ya estaban muy cansados para aguantar la larga media hora de juego que quedaba. Emery, que había quitado poco antes a Gerard Moreno para no sobrecargarlo de minutos tras salir de su lesión en el gemelo, se desesperaba en la banda. Sacó a Bacca, quitó a los dos laterales y puso a Estupiñán en la banda izquierda para que atacase y, a su vez, intentase frenar a Josan.

El Villarreal pasó a tener otra vez el dominio del juego, pero el Elche, a base de sacrificio y orden, se defendió bien y en momentos puntuales también tuvo esa dosis de fortuna necesaria en algunos rechaces. Sin contar con Edgar Badia, que ya no es noticia que salve con sus paradas a su equipo.

Al final, el esfuerzo, la ambición y la valentía tuvo su recompensa. Se vio otro equipo diferente, que arriesgó más y que aunque en el primer tiempo la manta se le quedó corta porque cuando atacaba descuidaba la defensa, no siempre va a tener enfrente a un rival con la calidad del Villarreal. Almirón tiene que pulir cosas, pero por este camino el sueño de la permanencia puede estar más cerca.

FICHA TÉCNICA:

ELCHE: Edgar Badia, Cifu, Diego González, Josema, Mojica, Iván Marcone, Raúl Guti, Josan, Rigoni, Lucas Boyé y Guido Carrillo (Pere Milla, m. 78).

VILLARREAL: Sergio Asenjo, Jaume Costa (Bacca, m. 73), Raúl Albiol, Pau Torres, Pedraza (Estupiñán, m. 73), Coquelín (Foyth, m. 25), Parejo, Manu Trigueros, Moi Gómez, Gerard Moreno (Yeremy, m. 50) y Paco Alcácer.

GOLES: 0-1 m. 15, Gerard Moreno. 0-2 m. 35, Gerard Moreno. 1-2 m.49, Guido Carrillo. 2-2 m. 63, Lucas Boyé.

ÁRBITRO: Melero López, del colegio andaluz. Mostró tarjetas amarillas a Lucas Boyé (m. 22), Pedraza (m. 62), Trigueros (m. 69) y a Guido Carrillo (m. 78).

ESTADIO: Martínez Valero. Sin público.