La gesta histórica que ha conseguido el Granada al clasificarse para los octavos de final en su primera participación en la Liga Europa, superando al Nápoles el pasado jueves, ha llenado de «moral y fortaleza» al rival del Elche del próximo domingo (Los Cármenes, 18.30 horas). Así lo cree el entrenador franjiverde, Fran Escribá, que advierte de esa dosis extra con la que llegan los granadinos y que aseguraba en rueda de Prensa que «el partido va a ser muy, muy complicado», pero también que su equipo debe ser «valiente» y «saldremos a por los tres puntos, porque los necesitamos».

Para esta cita trascendental para el Elche, el técnico contará con todos sus jugadores a excepción de Josan. Podría ser alta «a última hora pero seguramente lo reservaremos para el Sevilla», indicaba Escribá, que quiere probarlo este sábado en el último entrenamiento que realizará el equipo antes de salir en avión hacia Granada, donde se concentrará hasta el momento del partido. En concreto, sobre el crevillentino, que ya fue baja ante el Barça, señalaba que «será duda hasta última hora», aunque también dejaba claro que «no queremos forzar ante el temor a una recaída; lo normal es que no llegue para Granada», palabras que dejan claro que Josan Ferrández no viajará en esta ocasión.

Sobre el Granada, el técnico franjiverde aseguró que «es un equipo intenso. Contra el Nápoles ya lo demostró. Es agresivo, en el buen sentido, y compite bien, pero si hacemos las cosas bien tenemos muchas opciones». También destacó que «el Granada cuenta con buenas referencias tanto arriba como en segunda línea, jugadores que llegan muy bien arriba, por lo que debemos estar muy atentos». Escribá restó importancia a las numerosas bajas con las que afronta el rival el partido y al hecho de que tenga «un día menos de descanso que nosotros. Solo es un día». «Siempre que a un equipo le faltan jugadores te beneficia, pero en cualquier plantilla profesional hay jugadores para cubrir las bajas», afirmaba. «Con independencia de las bajas será un partido complicado», insistió el técnico valenciano, quien hizo un balance positivo del último partido liguero ante el Barcelona.

Pese a la derrota, le dejó «más sensaciones positivas que negativas. Hemos analizado el vídeo del partido con los jugadores. Nos ganaron desde la iniciativa individual, pero no como equipo. Como equipo no nos hubieran superado sin esas individualidades que lógicamente marca, sobre todo, el mejor jugador del mundo (Messi)». Repasando el duelo ante los cules, el técnico resaltó la importancia de que «estamos llegando más a la portería rival, a la vez que mantenemos el equilibrio atrás; ese es el camino», afirmó el preparador franjiverde.

Escribá reiteró en diversas ocasiones que la idea que tienen el conjunto ilicitano es la de «ganar, porque necesitamos los tres puntos y jugar cada vez mejor». El técnico resaltaba ayer la recuperación para la causa común del equipo de jugadores que han sufrido lesiones como Fidel y Víctor Rodríguez. Ambos, «futbolistas con experiencia que nos van a venir muy bien lo que resta de temporada». Sobre el primero, Escribá afirmaba que «abre muy bien y busca los espacios. Víctor, nos servirá, como Fidel. Tienen buen control de juego. Víctor nos da una variante buena. Contra el Eibar (1-0) nos habría venido muy bien para parar el partido. Es diferente al resto. Lo primero es que se ponga bien y coja su mejor versión. Nuestra idea es jugar cada vez mejor. Y con Fidel y Víctor, ganaremos en eso». Sobre Nuke Mfulu, el técnico alabó su trabajo en Barcelona y dijo que «completó un partido excelente y se vació hasta el punto de tener que pedirnos el cambio. Eso es precisamente lo que quiere ver en sus jugadores un entrenador». El técnico también habló de Raúl Guti, destacando que es «un jugador equilibrado. Él mismo ya cumple con mi criterio de orden y equilibrio del equipo. Es un jugador que tiene tan buena llegada arriba como trabajo defensivo. Es un jugador con calidad, muy importante para el equipo y lo va a seguir siendo conmigo».

Escribá refrendó lo que se vio claramente en el Nou Camp. «No hubo cambio de sistema ante el Barcelona, jugamos con un 4-4-2. Pero con Cifu, al que conocí de interior de recorrido en el filial, y que sabíamos que podía atacar el espacio de Jordi Alba y que iba a poder encajarse a la altura de Barragán para que no nos creara peligro. No recuerdo una proyección con peligro de Alba en la primera parte. Sí en la última media hora».