Este Elche sí que permite soñar con la permanencia. Ante un rival muy complicado, a pesar de las bajas y el cansancio, como es el Sevilla, el conjunto franjiverde realizó su mejor partido de la temporada y venció con total justicia dando una gran imagen.

El premio de los tres puntos permite también a los ilicitanos salir, de forma provisional, de los puestos de descenso. El Elche tiene muchas opciones de seguir fuera de la zona roja al final de la jornada. El Eibar perdió con el Cádiz y ya está en las posiciones fatídicas junto al Alavés y el Huesca. Si los vitorianos no ganan el mañana lunes, en el Benito Villamarín, al Betis, el equipo de Fran Escribá estará fuera de los tres últimos clasificados. Algo que era inimaginable hasta hace poco más de tres semanas.

Pero lo más importante son las buenas sensaciones que trasmitió el Elche. Escribá le ha cambiado por completo la cara a un equipo que ve la luz y que ha pasado de tener la salvación como un sueño a verla como una realidad.

El técnico franjiverde le ganó por completo la partida táctica a Lopetegui. A base de presionar al Sevilla cuando sacaba de portería y cuando no podía robar retroceder metros y esperarlo en campo propio con las tres líneas muy juntas, los ilicitanos maniataron a los andaluces. A la hora de atacar, el Elche intentó buscar las transiciones rápidas por las bandas con Tete Morente y Fidel y con las incorporaciones de Barragán y Josema desde los laterales para buscar centros al área sobre Guido Carrillo y Lucas Boyé.

Los franjiverdes entraron mucho mejor a un partido en el que durante el primer tiempo no tuvo mucho ritmo y apenas se crearon ocasiones de gol. Las mejores oportunidades fueron del Elche. Un remate de Guido Carrillo lo salvó Rekic en la misma línea de gol y Raúl Guti tuvo disparo desde la frontal del área, tras un rechace, que salió rozando el poste. Edgar Badia fue un mero espectador durante los primeros 45 minutos y solo tuvo algunos apuros en una falta cerrada desde un lateral de Papu Gómez que Carrillo despejó a córner en la ayuda defensiva.

Los hispalenses tuvieron más posesión, pero no encontraron el camino ante el buen posicionamiento táctico de los ilicitanos, que cerraron cualquier vía de penetración. Con la sensación de un buen Elche con opciones de llevarse la victoria se llegó al descanso.

Los partidos duran 90 minutos y no había que fiarse. El objetivo era mantener la misma concentración e intentar aprovechar alguna ocasión que se presentara.

El Sevilla comenzó la segunda parte con un centro-chut de De Jong que se envenenó y obligó a a emplearse a fondo a Badia. Sin embargo, ese susto no amedrentó al Elche, que tenía claro cuál debía ser su guión. En el minuto 54, una buena presión de Lucas Boyé permitió al argentino robarle la pelota a Gudelj. Se plantó solo ante Vaclik, pero el meta checo desvió el disparo con una pierna milagrosa.

Los fantasmas comenzaban a aparecer. Incluso, Lopetegui, que había realizado nueve cambios con respecto al once que jugó el miércoles en el Camp Nou , decidió que tenían que ir a por el partido y dio entrada a Oliver Torres, Jordán y Acuña.

A pesar de ello, los franjiverdes siguieron mostrándose como un equipo equilibrado, sin fisuras y valiente a la mínima que podían. Escribá reforzó el único puesto que se tambaleaba un poco y puso a Mfulu por Marcone, que estaba condicionado por una tarjeta amarilla en el primer minuto. Y el premio llegó en el minuto 70. Fidel, que va recuperando su mejor nivel tras salir de su lesión y el Elche lo agradece, apuró la línea de fondo, vio entrar a Raúl Guti y el centrocampista no estaba dispuesto a fallar una segunda oportunidad. En esta ocasión sí que le pegó bien al balón y lo mandó al fondo de la red (1-0).

El partido se ponía en la mejor situación posible para los ilicitanos, que dieron un segundo golpe, que iba a ser mortal. Solo cinco minutos después, Barragán puso un gran centro desde la banda derecha derecha y Guido Carrillo se elevó por encima de los centrales del Sevilla, remató de cabeza y el balón lo sacó Vaclik desde dentro de la portería. En un primer momento, el árbitro no concedió el gol, pero tras la revisión del VAR las imágenes demostraron claramente que la pelota había entrado por completo (2-0).

La victoria estaba encarrilada. Lopetegui siguió poniendo más arsenal ofensivo con Suso y su pichichi En Nesyri. Pero el Elche era un David gigante que estaba dispuesto a acabar con Goliat. Y lo hizo.

No fue hasta el minuto 86 cuando los andaluces tiraron por primera vez entre los tres palos de la meta de Edgar Badia. Oliver Torres lo intentó desde lejos, pero se encontró una gran mano del portero franjiverde.

Toda gran victoria tiene más mérito si viene acompañada del sufrimiento. De Jong puso emoción en el 89 al anotar el 2-1 en un remate de cabeza en plancha. Los nervios comenzaron a aflorar en el bando ilicitano. Escribá reforzó la defensa con Diego González y Luismi. Ya no quedaba tiempo y solo quedaba esperar que el árbitro decretase el final del encuentro. Se alargo hasta el 95 y, al final, los tres puntos e quedaron en el Martínez Valero, el Elche vio la luz y la permanencia se ve ahora como una realidad factible.

FICHA TÉCNICA:

ELCHE: Edgar Badia, Barragán, Gonzalo Verdú, Dani Calvo, Josema, Iván Marcone (Mfulu, m. 62), Raúl Guti (Luismi, m. 91), Tete Morente (Josan, m. 75), Fidel, Lucas Boyé (Diego González, m. 91) y Guido Carrillo.

SEVILLA: Vaclikic, Jesús Navas (Suso, . 68), Sergi Gómez, Rekik, Escudero (Acuña, m. 57), Gudelj, Rakitic (Jordán, m. 57), Papu Gómez (En Nesyri, m. 75), Munir (Oliver Torres, . 57), Ocampos y De Jong.

GOLES: 1-0 m. 70, Raúl Guti. 2-0 Guido Carrillo, m. 75. 2-1 m. 89, De Jong.

ÁRBITRO: Pizarro Gómez, del colegio castellano-manchego. Mostró tarjetas amarillas a Iván Marcone (m. 1), Lucas Boyé (m. 46), Barragán (m. 63) y a Fidel (m. 92)

ESTADIO: Martínez Valero. Sin público.