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La montaña rusa del Elche

El equipo de Escribá trabaja duro para finiquitar la irregularidad que ha marcado hasta ahora la temporada - El club llegó a dormir en puestos europeos al inicio de LaLiga - Las 17 jornadas sin ganar con Almirón fueron el punto de inflexión

Pere Milla y Boyé (dcha.) en el entrenamiento de ayer. SONIA ARCOS / ECF

El regreso del Elche a LaLiga Santander ha sido, ciertamente, vertiginoso. Desde el día del ascenso a hoy, con dos cambios de entrenador por medio, ha pasado de todo. Los altibajos y la irregularidad han marcado hasta ahora la temporada. Si pocos esperaban la proeza, menos aguardaban el positivo arranque liguero que lanzó al equipo hasta la quinta posición. Pero la realidad iba a golpear fuerte y, tras la Navidad, el conjunto ilicitano cayó donde todos auguraban, en las plazas de descenso. Fueron 17 las jornadas en las que no se logró la victoria, lo que motivó la marcha de Almirón y la llegada de Escribá. Un cambio que posibilitaba salir del pozo. Ahora, jugadores, técnicos, directivos y afición, tienen fundadas esperanzas de que el objetivo está al alcance. Solo dos puntos separan al Elche del descenso, pero un cambio evidente en la competitividad del grupo ha mejorado sus expectativas en el último mes.

Ascenso casi por sorpresa

El pasado 23 de agosto, un gol de Pere Milla al Girona daba acceso a la Primera División a los de Pacheta, entrenador hasta entonces. Pocos esperaban esta gesta del equipo -la sexta en su historia. La afición se llevaba el alegrón del siglo en un año marcado trágicamente por la pandemia. El Elche comenzaba la campaña en el más alto nivel de la montaña rusa.

Un mercado complicado

Los altos precios y la condición de recién ascendido complicaban los fichajes de las primeras opciones del club ilicitano. Aquel fue el primer descenso por la rampa de la atracción de feria. Borja Valero, Biglia, Sergio León, Beñat o Garay fueron jugadores deseados, pero nunca llegaron. El 15 de septiembre, este periódico abría la sección deportiva con un titular que reflejaba la incertidumbre: «El Elche encuentra muchas dificultades en el mercado». El nuevo proyecto arrancaba con prisas y con un cambio fundamental, el del banquillo. El club y la afición despedían con honores a Pacheta, héroe del ascenso.

Muchos cambios, adaptación

El Elche llegó a fichar a 15 jugadores. Solo seguían 10 del equipo de Segunda (Badia, Verdú, Calvo, Josema, Mfulu, Víctor, Joan, Fidel, Nino y Pere Milla). Y llegó el primer partido de verdad, contra el Barça en el Joan Gamper. Las estrellas azulgranas solo pudieron conseguir un 1-0. La prueba de fuego dejaba buenas impresiones y el tren que portaba al equipo se mantuvo en línea recta sobre las vías. Eso fue el 19 de septiembre. El técnico, Jorge Almirón, dejaba un claro mensaje: «Partimos en desventaja ante muchos equipos bien armados» y admitía que el Elche estaba «en construcción», pidiendo «apoyo a la gente porque habrá momentos duros». El entrenador advertía: «En el paso a Primera hay un escalón bastante pronunciado. Mentiría si hablara de pelear por los primeros puestos. Nosotros tenemos que jugar otro torneo».

Arranque liguero

El Elche comenzaba la liga contra la Real Sociedad, en casa y en la jornada 3 (26 de septiembre). La crónica rezaba así: «La Primera no perdona al Elche». 0-3 fue el resultado. El rival dominó completamente el partido. Primer golpe y, de nuevo, caída en picado en un equipo donde «Las urgencias acucian», según titulaba INFORMACIÓN. Sin laterales, sin juego y sin pegada tras la adaptación «exprés» a la nueva categoría, pero pronto, los hierros de la atracción volvían a elevarse. «Este Elche sí es de Primera», rezaba nuestro titular. Boyé marcaba al Eibar (0-1), pero Almirón advertía: «Este partido se ganó como debía ser: con sufrimiento». Después llegó el Huesca (0-0) y otra vez en modo valle, pero nuevo subidón con el 0-2 al Alavés y el 2-1 al Valencia. El equipo «calca su mejor inicio».

En la cima

Octubre comenzó con parón liguero por los partidos de las selecciones. «El Elche ha avanzado y ahora tenemos gente para jugar mejor», decía optimista el entrenador. En la segunda quincena llegaron los resultados positivos. Y la última victoria de la era Almirón, contra el Valencia, con la que «El Elche sigue con su idilio». Aquí se estuvo en lo más alto de la montaña rusa, donde nunca más se volvió. El Elche llegó a dormir una noche en puestos europeos, quinto. «Somos un equipo humilde y tener ya 10 puntos es muy alentador», afirmaba el preparador argentino. El Elche recibió piropos de sus rivales. Manuel Pellegrini, entrenador del Betis, próximo rival ilicitano: «A este Elche cuesta mucho hacerle goles».

Caída libre

Poco dura la alegría en casa del pobre y la caída en picado desde lo alto de la montaña vendría todo seguido. «El Betis baja a la tierra al Elche» (3-1), titular de primeros de noviembre. Según Almirón, «El Elche peleará hasta el último partido por evitar el descenso». A continuación, «Un buen punto en la batalla», frente al Celta, en casa (1-1). A finales de noviembre, el Elche iba «A encarrilar la salvación en 2020», pero nada más lejos de la realidad. Un empate ante el Levante en Valencia (1-1) era un espejismo: «Tengo la sensación de que el equipo ha crecido», aseguraba el técnico franjiverde, pero jugar en el Martínez Valero tampoco servía para ganarle a otro rival directo, el Cádiz (1-1). Luego se empató en Villarreal (1-1), pero llegó una dura derrota ante el Granada por 0-1. Eso fue el 13 de diciembre y en lo que resta de mes el Elche cae ante el Atlético (3-1) y empata ante Osasuna (2-2).

Estas semanas ya hay titulares como «Nos faltó precisión de cara a puerta, toca recomponerse» o o «El Elche se desangra», con el 1-3 ante el Getafe el 11 de enero. «Necesitamos refuerzos lo antes posible para poder reaccionar», empieza a reclamar el técnico. Edgar Badia pone cordura: «Estar en puestos de descenso entra dentro de la normalidad».

Empate meritorio contra el Madrid

Los empates ante rivales como el Madrid (1-1, en el Martínez Valero) dan moral, pero no los puntos suficientes. Ya entocnes, antes de finalizar la primera vuelta, se habla de «Primera final del Elche en enero» antes de visitar Valladolid (2-2), pero «El Elche no sabe ganar», ya que vencía 0-2 hasta el minuto 71. Si el Madrid supuso un nuevo subidón en la montaña rusa, «El Barça gana a un pobre Elche» (0-2) y Almirón asegura que «Nuestro torneo es otro; necesitamos fichajes».

Protestas de la afición

El 31 de enero llega un «Duelo de máxima necesidad». Valencia-Elche. «La fe está intacta y la moral, muy alta; el equipo va a reaccionar», exponía el entrenador. Pero la jornada acabó 1-0 y con Almirón y Bragarnik «Señalados. El Elche está en coma y la afición estalla pidiendo la destitución del técnico y fichajes a Bragarnik». El 3 de febrero, INFORMACIÓN titula: «Indignación, desilusión y desconfianza en el proyecto de Bragarnik en el Elche». El presidente de la Federación de Peñas, Tomás Domenes, asegura que «esto es un desastre, el equipo no funciona; es una especie de despropósito y abandono». Se convocan protestas antes del partido ante el Villarreal. Un empate (2-2), una tímida reacción, cambio de sistema de juego. Menos toque. Más juego en campo contrario. Todo ello vuelve a subir la moral de equipo y afición, dando los «Primeros motivos para creer», pero cuando «Debemos hacer bueno ante el Celta el empate con el Villarreal», el Elche cae en Vigo (3-1) y «Almirón arroja la toalla».

Vigo, la gota que colmó el vaso

Raúl Guti estalla nada más terminar el partido: «La situación es crítica; estamos hundidos. Encajar dos goles en un minuto no puede pasar en esta categoría». Y la reacción llega: Bragarnik convence a Escribá. El nuevo técnico, con «Poco margen para revertir la situación», consigue enderezar el carril de la montaña rusa. Todo cambia. Dinámicas, forma de juego, sistema, orden en el campo, equilibrio, competitividad, implicación de los jugadores… «La plantilla ha recibido de forma muy positiva al nuevo técnico», señalaba Víctor a mediados de febrero.

Verdú destaca la importancia del siguiente choque, ante el Eibar, en casa. «Veremos las cosas de forma diferente», y alaba al míster que «Debuta a lo grande» (1-0), rompiendo la racha negativa de cuatro meses sin ganar.

Positividad y salir del pozo

La era Escribá sigue con una derrota insalvable ante el Barça (3-0) y con otra decepción ante el Granada (2-1), pero el grupo «llega más al área rival con equilibrio; es el camino a seguir», señala el técnico. Fidel entiende que «estamos jugando mejor y podemos sacar algo positivo ante el Sevilla». Y no se equivoca. Tres puntos para el club con una victoria justa por 2-1 y «Un gran Elche ve la luz». El vagón del tren de atracciones vuelve a lo alto, el equipo sale del descenso. Se respira alivio y positividad. Los nuevos empiezan a rendir. El mercado de invierno se había cerrado con el único fichaje del portero Gazzaniga. El Elche cubre sus 3 fichas libres con los laterales Mojica y Palacios. Ya con Escribá se formaliza el fichaje del atacante Piatti.

Un punto por partido

Con el nuevo técnico, el club ilicitano promedia un punto por partido. El Elche ha ganado dos encuentros y empatado uno, el último, ante el Getafe (1-1). Ha perdido ante Barça, Madrid, Sevilla y Granada. 7 puntos en 7 partidos. No es una cifra muy positiva, pero el equipo ha cambiado de actitud y sale a por todas. Badia advertía a los merengues: «Vamos a Valdebebas a por los tres puntos». Y así ocurrió, aunque sin suerte. Zidane aseguraba que «Con el Elche la clasificación no te dice nada; está abajo pero es un buen equipo».

Nueva dinámica y nuevos titulares: «El Elche sigue remando», tras empatar ante Getafe; «El Elche está más vivo que nunca», crónica que analiza las posibilidades del club en las diez jornadas que restan; «La plantilla está convencida de lograr la permanencia» y «El momento dulce del Elche». La salvación está al alcance, pero solo dos puntos separan al Elche del descenso.

Regularidad

Detener el vagón en la montaña rusa en la que ha estado el equipo durante la temporada es el objetivo de Fran Escribá, un técnico amante del orden y el equilibrio del equipo, del trabajo en conjunto y de la regularidad. Josan decía anteayer que «el nuevo entrenador ha vuelto a conectar a todos, como al principio de temporada». Lo que está claro, según Raúl Guti, es que «El objetivo no está todavía conseguido, ahora viene lo más difícil».

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