El encuentro del miércoles frente al Valladolid también cuenta con la expectación por saber quién será el guardameta elegido para defender la portería del Elche. Fran Escribá tomó una decisión muy arriesgada el pasado domingo frente a Osasuna. El técnico franjiverde, de forma inesperada, optó por realizar un relevo en la portería e hizo debutar a Paulo Gazzaniga relegando al banquillo a Edgar Badia, que estaba siendo uno de los jugadores más destacados de la presente temporada.
Ahora queda saber si la opción del guardameta argentino fue una decisión puntual y extraordinaria para reservar al portero titular de cara a la «final» de mañana o por cuestiones tácticas debido a que es un meta que va bien por alto y Osasuna es un equipo que basa buena parte de su juego ofensivo en los centros al área y remates de cabeza. O por el contrario, Gazzaniga va a ser el encargado de defender la portería franjiverde en la recta final del campeonato.
Cualquier decisión será difícil y dejará «tocado» al portero que no sea el elegido. Si Escribá vuelve a confiar en Edgar Badia, que parece lo más lógico, el guardameta argentino no entendería que después de esperar mucho tiempo una oportunidad, una vez que le llega y sin ser el culpable de la derrota ni de los goles, se vea relegado de nuevo al banquillo. Su actuación en El Sadar fue correcta y tuvo dos buenas intervenciones en el primer tiempo, con dos buenos despejes en disparos desde fuera del área de Moncayola y de Kike Barja.
Y si por el contrario Escribá decide continuar apostando por Gazzaniga y lo mantiene como titular, Edgar Badia tampoco entendería que después de ser el portero que más paradas realiza de toda la Primera División, que ha salvado al Elche en multitud de partidos, incluso algunos lo hayan postulado para ir a la selección española, tenga que quedarse en el banquillo en el momento decisivo de la Liga. Además, el meta catalán también quedaría marcado por su fallo en el gol frente al Huesca, que ha sido el único error de bulto que ha cometido en la presente campaña. Algo que le dejaría mermado moralmente y, en el caso de que tuviera que volver a jugar algún partido, no lo haría con la misma confianza.
De hecho, Edgar Badia escribió un tuit después del partido contra Osasuna en el que aseguró que había sido «el momento más duro» desde que está en el club ilicitano. «Otra derrota fuera de casa. Momento duro, el que más desde que estoy aquí. Pero no tenemos tiempo a lamentarnos, tenemos dos partidos en esta semana que son vitales. A levantar la cabeza y unidos a por la final del miércoles», puso el guardameta catalán en su red social.
Pacheta y San Román
La temporada pasada Pacheta tomó una decisión parecida. En el encuentro frente al líder Cádiz apostó por Miguel San Román y dejó a Badia en el banquillo de forma totalmente inesperada. El portero benidormí también había estado a la sombra del catalán y solo había jugado en Copa, en la que tuvo grandes actuaciones, y un partido en Albacete por una indisposición de última hora de Edgar Badia. La jornada siguiente jugó en Santander, pero el entonces entrenador burgalés devolvió la titularidad al catalán en los últimos partidos de la liga regular y en el «play-off», en el que fue determinante para que el conjunto ilicitano lograra el ascenso a Primera División.
Ahora la decisión es de Escribá, quien en su anterior etapa en el Elche también realizó varios relevos por sorpresa en la portería. En la primera temporada en Primera División con Manu Herrera y Toño y en la segunda con Tyton y Manu Herrera. Mañana se saldrá de dudas.
