No hay tiempo para lamentaciones. El Elche recibió un duro golpe con el empate en los últimos minutos frente al Valladolid que privó al conjunto ilicitano de salir de los puestos de descenso y de superar a los pucelanos en el golavaraje particular. Sin embargo, restan todavía seis partidos por delante y 18 puntos en juego, que son más que suficientes para que el equipo franjiverde reaccione y pueda lograr el objetivo de la permanencia. Mañana (14 horas) el cuadro de Fran Escribá tendrá una nueva oportunidad en otra «final» que le medirá al Levante, en el segundo de los tres encuentros consecutivos en el Martínez Valero.
La plantilla del Elche regresó ayer por la tarde a los entrenamientos y el entrenador franjiverde solo va a disponer de dos sesiones para preparar el choque ante los granotas. El principal trabajo que debe realizar Escribá y su cuerpo técnico es recuperar el estado anímico y la autoestima después del mazazo frente a los vallisoletanos. Y, al mismo tiempo, reestructurar un once inicial en el que habrá cambios obligados debido a las ausencias por sanción de Gonzalo Verdú, Pere Milla y Emi Rigoni.
Gonzalo Verdú fue uno de los más afectados por haber perdido dos puntos en los últimos minutos. Al central cartagenero se le vio de rodillas, mirando el césped y desolado después del partido del pasado miércoles. Pero el defensa quiso ejercer de capitán y señaló que «el factor anímico no debe afectarnos. Este grupo siempre ha sabido reponerse de los golpes. Es evidente que estamos jodidos, pero hay que mentalizarse de que pasamos de una final a otra en tres días y, aunque pueda parecer que el punto frente al Valladolid es insuficiente, hay que hacerlo bueno ganando sí o sí al Levante».
Fran Escribá también se encontraba «tocado» después del encuentro del miércoles, pero el técnico valenciano quiso ser positivo y aseguró que está convencido de que el Elche va a conseguir la permanencia: «Sinceramente creo que sí que nos vamos a salvar y lo digo desde el convencimiento que siempre he tenido desde que llegué. Dije que iba a ser difícil y que sería raro llegar a las últimas jornadas con todo hecho. Podemos ganarle perfectamente al Levante y volver a salir del descenso. Sigo siendo muy positivo», comentó.
El preparador franjiverde tiene que realizar cambios en el once inicial debido a las ausencias. Además de los sancionados Gonzalo Verdú, Pere Milla y Rigoni, Josema se retiró lesionado al comienzo de la segunda parte, mientras que Guido Carrillo tiene difícil llegar a tiempo.
Escribá solo dispone de dos delanteros específicos dentro de la plantilla: Lucas Boyé y Nino, pero la leyenda franjiverde apenas está contando esta temporada ni para Almirón ni para el técnico valenciano, por lo que parece complicado que pueda salir inicialmente frente al Levante.
Si Guido Carrillo no llega a tiempo, el preparador franjiverde podría optar por un mediapunta como sustituto de Pere Milla. En ese puesto podría ubicarse Pablo Piatti, Víctor, como hizo en la recta final del choque frente al Valladolid, o incluso centrar a Tete Morente y que juegue como segundo delantero y apostar por Josan y Fidel en las bandas.
Para ocupar el puesto de Gonzalo Verdú en el eje de la zaga no hay dudas y será Diego González, como ya ocurrió el pasado domingo frente a Osasuna cuando Escribá decidió reservar al cartagenero pensando en el Valladolid porque llevaba cuatro tarjetas.
En el lateral izquierdo también está claro que jugará Mojica, cuya suplencia frente a los pucelanos fue otra de las sorpresas. Josema podría recuperarse a tiempo, pero, difícilmente será titular.
Y la baja de Rigoni apenas preocupa porque el argentino no estuvo a la altura frente al Valladolid, falló el gol de la sentencia, su actitud dejó bastante que desear y volvió a confirmar que su fichaje ha sido una de las mayores decepciones de la presente temporada.
