Guido Carrillo tiene bastante complicado estar a disposición de Fran Escribá para el encuentro de mañana frente al Levante. El delantero está intentando apurar para llegar a tiempo, pero en el cuerpo técnico tienen claro que no van a arriesgar, porque podría derivar en una recaída.
Carrillo está evolucionando bien y ya ha empezado a tocar balón, pero todavía está entrenando al margen del grupo. Fuentes del club ilicitano apuntan que no está totalmente descartado y que todo va a depender de las sensaciones que tenga durante la sesión de trabajo de hoy viernes.
La baja por sanción de Pere Milla deja mermada la delantera, pero, posiblemente, se opte por esperar y que pueda estar disponible para el encuentro del 1 de mayo contra el Atlético de Madrid. El plazo estimado de baja era entre dos y tres semanas. Mañana sábado se cumplen 14 días desde que cayó lesionado en Huesca. Si fuera el último partido de Liga con el Elche jugándose la permanencia estaría en la convocatoria. Pero después del Levante quedan cinco encuentros todavía y Escribá no quiere asumir más riesgos de la cuenta.