Era el día D y todo salió al revés. El Elche realizó su peor partido de la «era Escriba» justo en el momento más determinante de la temporada. Los franjiverdes perdieron de forma justa y merecida frente al Alavés. Un resultado que deja al conjunto vitoriano con la permanencia en la mano y los ilicitanos se quedan solo a expensas de un milagro y del fallo de sus rivales.
Fue un partido decepcionante desde el principio. Ante la ausencia por sanción de Raúl Guti, el técnico valenciano apostó por dos mediocentros defensivos: Iván Marcone-Nuke Mfulu. Pero, curiosamente, Escribá situó al franco-congoleño por delante de la defensa y adelantó uno metros la posición del argentino, cuando el africano tiene mucho más recorrido. Mfulu no lo hizo mal, pero Marcone estuvo totalmente perdido en su «nueva» posición.
En ataque, el preparador franjiverde se la jugó con sus do torres: Lucas Boyé-Guido Carrillo, dejando como único recurso el pelotazo arriba o los centros laterales. Los atacantes argentinos tuvieron varios buenos remates, pero se encontraron con las gran actuación de Pacheco.
En los extremos salieron Fidel y Josan, los mismos de San Sebastián. Tete Morente, que es de los pocos jugadores que tienen un uno contra uno, no jugó ni un minuto. Y en defensa, sorprendentemente dejó en el banquillo a Gonzalo Verdú y Barragán, dos futbolistas con experiencia y mucho peso específico, tanto en el juego como en el equipo.
Calleja le ganó claramente la partida a Escribá ya desde el pitido inicial. Luis Rioja le buscó las cosquillas a Helibelton Palacios, que hizo su peor partido de la temporada y el colombiano quedó retratado. El Alavés se hizo con el dominio del juego y a los cuatro minutos pudo adelantarse en el marcador tras aprovechar un error de Palacios, que en vez de despejar el balón, realizó un pase atrás.
El partido pudo cambiar en el minuto 21. Josan puso un buen centro al área y Boyé se sacó de la chistera un remate acrobático de tacón, al que respondió Pacheco con una gran parada.
Fue una jugada aislada porque se veía claramente que los vitorianos tenían el control, el dominio y los acercamientos al área contraria a través de la circulación de la pelota. Rioja, que llevó por la cara de la amargura a Palacios, estrelló un balón en el poste.
El Elche insistía en su único argumento. Los centros al área. Pero el Alavés lo tenía claro y tapó muy bien a los delanteros franjiverdes, obligando a rematar con dificultades, como hizo Guido Carrillo en el minuto 37.
El partido iba a empezar a decidirse en el 39. Tanto fue el cántaro a la fuente que, en la tercera de Rioja, llegó el gol. Tras un saque de esquina en corto, se volvió a ir de Palacios dentro del área y su centro lo remató a la red Joselu adelantándose hasta tres defensores del Elche: Dani Calvo, Carrillo y Mfulu.
Reacción tardía
En el descanso se esperaba que Escribá moviera piezas. Lo lógico hubiese sido quitar a un desafortunado Helibelton Palacios y poner a Barragán y buscar más dominio del balón con Víctor. Incluso, antes de iniciarse el segundo periodo, parecía que iba a realizar tres cambios de golpe, tras dar explicaciones a Víctor, Pere Milla y Piatti.
Esperó demasiado y en el 54 vino la sentencia. Otro error defensivo, en este caso de Josema -los dos laterales estuvieron ayer muy mal- lo aprovechó Joselu para devolverle la asistencia del primer gol a Luis Rioja, que anotó el 0-2 y dejó finiquitado el encuentro.
El técnico valenciano, con el choque decidido, sí que hizo los tres cambios que tenía previsto. Víctor permitió tener más dominio de la pelota, Pere Milla intentó aparecer entre líneas y Piatti estuvo tan voluntarioso como perdido. Ya era tarde porque el partido estaba muy cuesta arriba.
Aún así, Lucas Boyé tuvo otro remate de cabeza, al que Pacheco volvió a responder con una gran intervención. Ahí, el Elche se pudo meter en el encuentro y ver algo de luz. Incluso, dos minutos después, se produjeron unas manos en el área del Alavés, que podrían haber sido castigadas con penalti. Pero el colegiado las consideró involuntarias.
El Elche era un quiero y no puedo, totalmente desarmado, que jugaba a impulsos. Al Alavés le sobró con defenderse con orden. El resultado pudo ser más amplio porque, a la contra, Edgar Méndez estrelló un balón en el poste y Pere Pons no acertó ante Gazzaniga.
Los franjiverdes lo intentaban con más corazón que cabeza y sin nada de fútbol. A falta de poco más de diez minutos, Escribá intentó apelar a la heroica de la leyenda Nino. Pero ni era el momento, ni la solución conforme se estaba desarrollando el juego. Acumular atacantes lo único que facilitaba era la defensa del Alavés, porque no había juego, ni desborde ni desequilibrio en las bandas para perforar la muralla defensiva.
Al técnico del Elche también se le notaba hundido en el banquillo, sin apenas reacción, consciente de que había y habían fallado en el momento clave.
La matemáticas aún permiten aferrarse a la esperanzas y hasta que no digan los contrario, el conjunto ilicitanos no estará descendido. Habrá que esperar el milagro.
FICHA TÉCNICA:
ELCHE: Gazzaniga, Helibelton Palacios, Dani Calvo, Diego González, Josema (Piatti, m. 56), Iván Marcone (Nino, m. 78), Nuke Mfulu (Víctor, m. 56), Josan (Pere Milla, m. 56), Fidel, Guido Carrillo y Lucas Boyé.
ALAVÉS: Pacheco, Martín, Laguardia, Lejeune, Duarte, Tomás Pina, Manu García, Pere Pons (Ximo Navarro, m. 83), Luis Rioja (Pellistri, m. 77), Edgar Méndez (Jota Peleteiro, m. 77) y Joselu (Deyverson, m. 90+).
GOLES: 0-1 m. 39, Joselu. 0-2 m. 54, Luis Rioja.
ÁRBITRO: González Fuertes, del colegio asturiano. Mostró tarjetas amarillas a Edgar Méndez (m. 1), Mfulu (m. 13), Tochi (m. 66), Tomás Pina (m. 84), Deyverson (m. 90+) y a Gazzaniga (m. 90+).
ESTADIO: Martínez Valero. Sin público.