Darío Benedetto, el flamante nuevo fichaje del Elche, ha vivido de forma muy intensa sus primeras horas en tierras ilicitanas.
Desde que aterrizó pasadas la una y media de la madrugada del jueves apenas ha parado. Del aeropuerto se marchó al hotel para descansar y antes de las nueve de la mañana ya estaba en el estadio Martínez Valero. Pasó el reconocimiento médico, tuvo la oportunidad de conocer las instalaciones franjiverdes y como fichaje estrella se enfundó por primera vez la camiseta del Elche y tuvo que posar para diferentes sesiones de fotografías y vídeos del club.
Conoció al entrenador, Fran Escribá, quien en sus primeras palabras le dijo con una sonrisa: «Bienvenido a tu casa», con la ironía de recordarle al delantero argentino que también es accionista de la entidad ilicitana debido a su participación en la sociedad «Score Club 2019», a la que hizo una aportación dineraria para comprar la mayoría accionarial a Sepulcre, que ejecutó Christian Bragarnik.
Posteriormente, sin tiempo que perder, se trasladó hasta el campo Díez Iborra de la Ciudad Deportiva Juan Ángel Romero. Tras una nueva breve charla con Escribá, en esta ocasión en tono más serio y deportivo, Benedetto se incorporó a los entrenamientos con el grupo.
Participó en la sesión de trabajo como uno más de la plantilla y demostró que se encuentra en buen estado de forma, después de haber realizado la pretemporada con el Olympique de Marsella. El nuevo atacante franjiverde comenzó a mostrar sus cualidades de jugador muy intenso, con calidad, buen disparo de balón y calidad, como destacó en rueda de Prensa Raúl Guti.
Bragarnik, que además de máximo accionista y cabeza visible del Elche también es el representante del internacional argentino, fue su cicerone particular. Aunque lo tuvo que guiar poco, porque dentro de la plantilla hay otros jugadores argentinos como Lucas Boyé, Guido Carrillo y, especialmente, Iván Marcone, con el que mantiene una estrecha amistad desde su infancia, que estuvieron a su lado en todo momento.
Darío Benedetto se ha mostrado muy cercano y amable desde su llegada. No rehuyó ninguna petición fotográfica, ni en el aeropuerto, donde varios aficionados fueron a recibirle de madrugada, ni después del entrenamiento, cuando no dudó en firmar autógrafos y hacerse fotografías con los seguidores que se lo solicitaron. Incluso, respondió a varias preguntas cuando ya al mediodía se marchaba del Martínez Valero. El nuevo delantero del Elche aseguró que estaba «muy contento» de su llegada al club ilicitano y no dudó en afirmar que ya está pensando en ayudar al equipo: «Ahora a dar todo por la camiseta», señaló.
El futbolista argentino, que llega en calidad de cedido con una opción de compra, según confirmó la entidad franjiverde, explicó los motivos que le habían llevado a aceptar la propuesta del Elche a pesar del interés de otros equipos como el Betis. «Me gustan los proyectos y creo que aquí hay un proyecto muy serio. Esperamos cumplir los objetivos que tenemos». Benedetto también quiso dejar claro que su condición de accionista del club ilicitano no va a influir ni en el vestuario, ni a la hora de ser alineado por Escribá. «Sigo siendo futbolista. El día de mañana, cuando me retire, ya veré a qué me dedico, pero mientras tanto soy jugador profesional y me voy a dedicar a jugar a la pelota». Por último, el atacante indicó que está intentando adaptarse al grupo lo más rápidamente posible y que la presencia de sus compatriotas argentinos le está ayudando. «Con Iván (Marcone) soy muy amigo desde chico», recordó.
Ahora un centrocampista
Con la llegada de Benedetto, el técnico franjiverde ya tiene, junto a Lucas Boyé, Guido Carrillo y Pere Milla, completado el ataque. Ahora, Bragarnik y el director deportivo, Nico Rodríguez, van a centrar sus esfuerzos en reforzar el centro del campo, que es la zona donde menos efectivos hay, con solo Marcone y Raúl Guti como jugadores específicos. Un pivote defensivo y un centrocampista organizador son las prioridades. Manu Morlanes era uno de los objetivos, pero el máximo accionista no aceptó la condición del Villarreal de no incluir una opción de compra. El jugador quería venir, pero, finalmente, se ha marchado al Espanyol. Quedan once días para que finalice el mercado y el propietario del club ilicitano no tiene prisa y va a esperar a ver cómo se desarrolla el mercado, consciente que en el último momento pueden aparecer cosas interesantes que ahora son inaccesibles.
