Hay victorias y victorias. La conseguida por el Elche el pasado domingo frente al Celta (1-0) ha significado la recuperación de la confianza en el vestuario del conjunto ilicitano y un bálsamo para el entorno franjiverde, en el que habían aparecido algunas de las primeras dudas después de las dos derrotas contra el Villarreal (4-1) y la Real Sociedad (1-0), sobre todo por la forma en la que se produjeron.
Hubiera sido totalmente distinto llegar al parón de estas dos próximas semanas sin haber sumado un triunfo ante los gallegos.
El Elche ha llegado a este descanso de 15 días con una ventaja de cinco puntos sobre los puestos de descenso, la máxima en lo que va de temporada. Ha recuperado las buenas sensaciones. Tras tres jornadas dejó, de nuevo, la portería a cero. Y por si faltaba poco, el equipo de Escribá sumó su primera victoria como local, Benedetto se estrenó como goleador y se produjo el regreso de Lucas Boyé, después de lesión, y el argentino dejó buenos detalles que confirman que sus molestias en el aductor han quedado atrás.
Trabajar con una sonrisa, como la que ahora tiene el cuadro ilicitano, siempre es más fácil que hacerlo con la presión clasificatoria y después de haber mostrado irregularidad y, sobre todo, fallos individuales impropios de la categoría.
La victoria frente al Celta permite recobrar la ilusión. Los puestos de descenso se vuelven a ver lejanos, pero tampoco hay que fiarse, porque otro par de malos resultados volverían a traer las dudas.
Los equipos empiezan a tomar posiciones. El Elche ocupa la décimo cuarta posición, con cinco puntos de ventaja sobre el Levante, seis con el Alavés y ocho con el Getafe, que actualmente son los tres últimos clasificados.
Los franjiverdes no han estado en toda la temporada en la zona roja. Lo más cerca que estuvieron fue en la segunda jornada, tras perder en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid. Después de ese partido, el conjunto ilicitano ocupó la décimo séptima posición de la clasificación, a solo un punto del descenso.
En la jornada 4, con la victoria en Getafe, el equipo de Escribá se colocó décimo, hasta ahora su mejor posición. Y en las últimas jornadas se ha movido entre el puesto 16 y 14.
En el fútbol, la confianza juega un papel importante y suele ser determinante y la victoria ante el Celta la ha traído de regreso al estadio Martínez Valero. Los errores defensivos han quedado atrás, Kiko Casilla consiguió, por tercera vez en la temporada, mantener su portería a cero y eso siempre es sinónimo de sumar puntos.
El regreso de Lucas Boyé también vuelve abrir todavía más la competencia en la delantera. Benedetto y Lucas Pérez ya no pueden dormirse. Piatti demostró, tanto en San Sebastián como contra los celtiñas, que está de vuelta después de su lesión y ha ofrecido sus mejores minutos como franjiverde. Josema volvió a confirmar que está preparado para rendir bien cuando se le necesita.
Ahora hay dos semanas por delante para recuperarse de las molestias y golpes, descansar y preparar los próximos partidos frente a Rayo, Espanyol y Alavés, que marcarán el camino de la temporada, antes de recibir al Real Madrid.
Míchel y Paco López, primeros técnicos destituidos
La jornada 8 ha traído como consecuencia las destituciones de los dos primeros entrenadores de Primera. Si el domingo se anunciaba el cese de Paco López en el Levante, ayer se producía el de Míchel en el Getafe. Los dos caminaban sobre una cuerda que ha terminado rompiéndose. El Getafe es último y solo ha sumado un punto, precisamente esta jornada ante la Real Sociedad. Por su parte, el Levante no conoce todavía la victoria y solo ha logrado cuatro empates. El exjugador del Valencia, Celta y Levante y extécnico del Lugo, Juanfran García, suena para ambos equipos.
