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El Elche necesita una identidad

Escribá sigue condicionando sus alineaciones en función de los rivales y campos donde juega - El conjunto ilicitano carece de un sello propio que tenga continuidad cada partido - Los seis cambios en el once inicial frente al Rayo resultaron excesivos

Fran Escribá, pensativo, durante el encuentro del pasado domingo en Vallecas. | E.P.

Pocas veces se habían producido opiniones y críticas tan unánimes que señalasen a Fran Escribá como uno de los culpables o responsable de una derrota del Elche, como la del pasado domingo en Vallecas frente al Rayo.

La mayoría se centran en la alineación y en la poca capacidad, tanto del equipo como del entrenador, a la hora de saber leer el partido y de no aprovechar haberse puesto por delante en el marcador. Algo que es lo más difícil y primordial en el fútbol.

Las principales virtudes de los equipos del preparador valenciano en su exitosa carrera en el conjunto ilicitano han sido el equilibrio y el orden defensivo que siempre han mostrado. Y las escasas críticas, porque los resultados le avalaban, habían derivado de su falta de valentía en determinados momentos.

Al Elche de Escribá se le echa de menos una identidad propia. El técnico franjiverde ha pecado en muchos momentos de condicionar en exceso las alineaciones en función del juego del rival y de las características de los campos donde juega.

Las virtudes, que son muchas, que ha mostrado el entrenador valenciano han resultado muy buenas en equipos con plantillas limitadas y que solo luchen por la permanencia, como ha sido en sus anteriores tres experiencias en Primera División con el conjunto ilicitano. Pero esta campaña, como el propio Escribá reconoció, cuenta con la plantilla de más calidad que nunca ha tenido en el Elche y hay que exigir más.

ONCE INICIAL DE VALLECAS

Demasiado músculo y poca creación en el centro del campo

Cuando parecía que estaba encontrando un once tipo, en el equipo titular del pasado domingo en Vallecas se produjeron hasta seis cambios, más de medio equipo, con respecto al que ganó la jornada anterior al Celta. Es cierto que la alineación pudo estar condicionado por las circunstancias especiales de los internacionales Mojica y Enzo Roco, que llegaron pocas antes del partido. Pero resultó un tanto extraño la apuesta por Gerard Gumbau en lugar de Raúl Guti. El zaragozano se ha convertido en un futbolista imprescindible desde que llegó al Martínez Valero, lo ha jugado todo y no hay otro futbolista de sus características en la plantilla. El técnico franjiverde argumentó al final del encuentro que tenían en el mismo nivel y no es cierto. Aunque el catalán puede ofrecer un buen rendimiento y aportar cosas, ahora mismo no está al nivel de Guti. Escribá se decantó por Gumbau para ganar músculo y altura en el centro del campo y el conjunto ilicitano perdió fútbol.

Luego dijo que Josema tenía que jugar sí o sí. También es discutible, porque Mojica llegó el viernes por la tarde y a pesar del cansancio podría haber sido titular. De hecho disputó el último cuarto de hora de partido.

En el lateral derecho justificó que puso a Helibelton Palacios porque a Barragán le hubiera costado frenar más a Álvaro García. El problema en la banda derecha fue la poca ayuda que tuvo el colombiano de Piatti. Si piensas eso, quizás hubiera sido mejor poner a Josan como extremo derecho, que está más acostumbrado a ayudar al lateral. De hecho ha jugado muchos encuentros como carrilero. El argentino puede dar más control y posesión del balón, pero si no tienes a nadie en la construcción en el centro del campo, está claro que el partido va a ser de ida y vuelta.

SISTEMA SIN DEFINIR

Inició la Liga con tres centrales y ahora utiliza el 1-4-4-2

El Elche tampoco cuenta con un sistema de juego definido. Debido al buen resultado que le había dado la apuesta por los tres centrales en los dos últimos partidos de la temporada pasada, que permitieron la permanencia, Escribá decidió mantenerlo en el comienzo de la presente campaña. Sin embargo, en los últimos cuatro partidos a vuelto al 1-4-4-2, que es su esquema fetiche.

Está bien tener alternativas y poder jugar de diferentes maneras, pero igual sería más rentable tener un modelo y un sistema de juego propio y cambiar pequeños matices de forma puntual, sobre todo en partidos contra equipos grandes que juegan con muchos delanteros y que sí estás obligados a defender y salir más a la contra.

El técnico valenciano, prácticamente, no ha repetido una alineación. Eso de la meritocracia puede servir en determinados momentos para tener a toda la plantilla al máximo y contenta porque todos los futbolistas disfrutan de minutos. Pero su exceso puede que no contente ni a unos, ni a otros.

DELANTERA

Dos puntas fijos y pocas alternativas más

En ataque, Escribá tiene mucho y bueno donde elegir. Al técnico del Elche le gusta jugar con dos delanteros natos y eso siempre es de agradecer. Pero si no le llegan balones y solo son de pelotazos o teniéndose que generar ellos las jugadas de ataque, difícilmente van a estar dentro del área. En la recta final del partido en Vallecas buscó la alternativa de Lucas Pérez en el extremo izquierdo. Sin embargo, eso provocó que hubiera dos delanteros altos como Lucas Boye y Guido Carrillo. La idea de buscar centros laterales no era mala. Pero si pones a dos puntas de esas características, inconscientemente, como ocurrió, tiendes a meter balones largos al área. Escribá criticó eso, pero en buena parte fue generado por sus cambios. Además, de no dar la oportunidad a un jugador como Pastore, que podía ayudar a llevar el balón al área.

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