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Bragarnik mantiene la calma

El propietario del Elche, que se encuentra en Argentina, está preocupado por la marcha del equipo, pero no quiere precipitarse a la hora de tomar decisiones con Escribá - Espera la reacción en los tres próximos partidos frente al Betis, Osasuna y Cádiz

Bragarnik, entre Florentino Pérez y el alcalde de Elche, Carlos González, en el partido del Madrid. | MATÍAS SEGARRA

El propietario del Elche, Christian Bragarnik, está viviendo desde Argentina el peor momento de la temporada por el que atraviesa el conjunto ilicitano. El máximo accionista se marchó a su país después del encuentro frente al Real Madrid, que siguió en el palco junto a Florentino Pérez.

Bragarnik está preocupado por la marcha del equipo, que solo ha sumado dos puntos de los últimos 15 posibles y está inmerso, por primera vez en la presente campaña, en los puestos de descenso.

Durante la semana pasada, tanto desde el club como de personas allegadas al inversor argentino, se deslizó que una derrota frente al Mallorca podría precipitar la destitución de Fran Escribá.

El propietario no está contento ni con la clasificación ni con el juego del equipo, pero, por el momento, ha decidido mantener la calma y no tomar una decisión drástica. Pero se trata de una calma tensa y, en caso de no producirse una reacción en las tres próximas jornadas, el futuro del preparador valenciano podría estar fuera del banquillo franjiverde.

Después del parón de selecciones, el Elche recibe al Betis en el Martínez Valero. Posteriormente visitará Pamplona para enfrentarse a Osasuna, que a pesar de su buen comienzo de Liga, es uno de los rivales de los denominados de la liga particular del conjunto ilicitano. Y ese ciclo de tres encuentros terminará a principios de diciembre, con el enfrentamiento como local ante el Cádiz que, actualmente, suma solo un punto más que el cuadro franjiverde.

Según fuentes cercanas al máximo accionista, si después de esos tres partidos el Elche continúa en puestos de descenso y no ha sido capaz de mejorar la imagen, el botón rojo se podría activar.

Christian Bragarnik está curtido en muchas batallas futbolísticas y la temporada pasada ya demostró que fue capaz de mantener la calma y aguantó a Jorge Almirón durante 16 jornadas sin conseguir la victoria. En aquella ocasión, la situación era distinta. La plantilla que tenía el Elche no era la actual, se quería esperar a que se abriera el mercado de invierno y, además, Almirón era la gran apuesta del propietario, que optó por no renovar a Pacheta para traer a un entrenador de su confianza, como fue el argentino.

Al final, la reacción no se produjo y Bragarnik no tuvo más remedio que destituir a su amigo.

Con Escribá, el máximo accionista también está dispuesto a aguantar al máximo, porque es consciente de que la campaña anterior obró el milagro y mantuvo al equipo en Primera División. Además, de que es un entrenador idolatrado por la afición, de hecho se ha convertido en el técnico con más partidos (106) en la historia del club ilicitano en Primera División, y que su destitución le dejaría casi sin cuerda de cara a los seguidores, aunque en las últimas semanas han aumentado de forma considerable las críticas hacia el preparador valenciano.

En el fútbol, los sentimentalismos cada vez pesan menos.

Betis, Osasuna y Cádiz marcarán el futuro de Fran Escribá. Luego, antes de terminar la primera vuelta, hay un difícil calendario con dos visitas consecutivas a Valencia y Barcelona para comenzar 2022 recibiendo al Granada.

Consciente de su situación

Fran Escribá aseguró que Bragarnik no le había comentado nada sobre un posible ultimátum, pero el técnico del Elche es consciente de su situación y sabe que está en una situación complicada. Algunas de sus formas de actuar y algunas de sus decisiones durante las últimas dos semanas así lo denotan.

El preparador valenciano se ha puesto a la defensiva en sus declaraciones. «La memoria en el fútbol es muy corta y, a veces, inexistente. Eso me da mucha pena». «No creo que estemos en una situación mala y estoy convencido de que conmigo vamos a conseguir la permanencia y vamos a terminar entre el 10 y el 15 clasificado». «El runrún sobre mi continuidad es triste e incomprensible, no por mí, porque yo trabajo igual, sino porque no ayuda al trabajo del equipo. En este club, fui siempre una solución más que un problema y, si algún día, detecto que no es así, no tienen que enseñarme la puerta, me iré yo».

Esas palabras demuestran su preocupación, porque, a pesar de su jerarquía en la entidad y entre afición, Escribá sabe que su continuidad depende de los resultados y que si el equipo no reacciona su futuro en el Elche peligra.

El Betis también llegará en su  peor momento al Martínez Valero


El próximo partido entre el Elche y el Betis no solo será de máxima necesidad para el conjunto ilicitano. Los béticos también llegarán al Martínez Valero en su peor momento de la temporada. Después de un comienzo brillante, tanto en Liga como en Europa, los andaluces han cosechado tres goleadas en sus últimos tres encuentros. Perdieron en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid (3-0), frente al Bayern Leverkusen (4-0) y el pasado domingo en el derbi sevillano ante el Sevilla (0-2). A pesar de estar en la quinta posición de la clasificación, el equipo de Manuel Pellegrini, afrontará el choque ante los franjiverdes con la obligación de ganar y de reaccionar. De ahí que el partido del domingo 21 de noviembre (18.30) va a ser de máxima exigencia para los dos equipos. El Elche necesita ganar para salir de los puestos de descenso y el Betis también precisa de la victoria para cortar la mala racha y volver a ilusionar a su afición, que ha quedado dolida tras los últimos malos resultados.

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