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Análisis

Bragarnik aporta coherencia al mercado del Elche

El propietario del club refuerza la plantilla en las tres posiciones que le había demandado Francisco y deja salir a jugadores como Benedetto y Lucas Pérez, que habían solicitado su marcha

Bragarnik, junto al presidente, Joaquín Buitrago, abandonan el estadio tras cerrar el mercado. | ANTONIO AMORÓS

El tiempo y los resultados determinarán si el Elche ha mejorado o no su plantilla después de los movimientos del mercado de invierno. Tres fichajes: el delantero Ezequiel Ponce, el lateral izquierdo Lucas Olaza y el centrocampista Kike Pérez son las incorporaciones, mientras que se han producido las salidas de los delanteros Benedetto y Lucas Pérez, el defensa Josema y el portero Axel Werner.

El propietario del club ilicitano, Christian Bragarnik ha vuelto a demostrar que es un hombre de fútbol, que se maneja como nadie en los últimos días del mercado y, sobre todo, que sabe imponer sus condiciones. El máximo accionista ha aplicado la coherencia y, aunque con suspense hasta última hora, ha sabido atender las demandas del entrenador, Francisco Rodríguez, sin realizar dispendios.

Además, Bragarnik le va cogiendo, cada vez más, el pulso a las necesidades del fútbol español y ha vuelto a dejar a un lado los experimentos de su primer año al frente de la entidad franjiverde, en el que apostó, principalmente, por el mercado argentino y sudamericano, que era el que conocía, y no le salió. Para ello, la figura del secretario técnico Sergio Mantecón ha ganado peso y la confianza del propietario, que cada vez tiene más en cuenta sus recomendaciones. Aprender de los errores es una virtud, aunque la decisión final y las negociaciones siempre las lleva a cabo el propietario argentino.

POSICIÓN PRIMORDIAL

La plantilla estaba coja en el lateral izquierdo

Desde que comenzó la temporada se pudo comprobar que el Elche andaba cojo en una posición como era la de lateral izquierdo. En verano, el club ilicitano y el entonces entrenador, Fran Escribá, decidieron que Josema, a pesar de ser central, podía desempeñar la función de relevo provisional de Mojica. Sin embargo, al murciano, del que no se puede discutir su compromiso y derroche, le costaba adaptarse a esa posición. Aguantar toda la temporada con solo el colombiano hubiera sido casi un suicidio. Por ello, ha decidido traer a un lateral izquierdo contrastado, que conoce el fútbol español y que ya demostrado que puede jugar en Primera División, como es Lucas Olaza.

Bragarnik no regala caramelos y, al final, la operación se ha cerrado en las condiciones propuestas por el propietario del club ilicitano. Una cesión, con opción de compra, si su rendimiento es satisfactorio. Además, si Olaza ofrece un buen nivel, podría quedarse como primer espada ante una posible venta de Mojica en verano. Tiene una cláusula de solo 5,5 millones y su brillante temporada hace que el internacional colombiano pueda ser apetecible para otros equipos. La Real Sociedad lo sigue de cerca.

CENTROCAMPISTA DIFERENTE

A Kike Pérez ya lo quiso Francisco cuanto estaba en el Girona

Otro de los futbolistas de los que carecía la plantilla franjiverde era un centrocampista de corte organizador, de buen trato de balón y con llegada al área contraria. Kike Pérez es un jugador al que Francisco ya quiso fichar cuando entrenaba al Girona y comenzaba a destacar en el Valladolid.

El nuevo futbolista franjiverde es una apuesta en la que el Elche tiene mucho más que ganar que perder. El centro del campo estaba cubierto con Omar Mascarell, Gumbau, Raúl Guti y Marcone. El argentino pudo salir, pero, al final, no lo hizo. Kike Pérez estaba jugando poco con Pacheta en el conjunto pucelano y eso ha facilitado su incorporación.

Llega para aportar más competencia y disponer de un jugador de características diferentes en la línea de creación. También puede jugar más adelantado y tiene un buen golpeo de balón. Si explota en el Martínez Valero, el club ilicitano se ha reservado una opción de compra y, si no lo hace, hay jugadores suficientes en su posición para no depender de él. Es decir, una apuesta segura.

DELANTERA

Ezequiel Ponce, otra apuesta de presente y de futuro

En unas condiciones similares a las de Kike Pérez se ha producido el fichaje de Ezequiel Ponce. El joven argentino no estaba atravesando un buen momento en el Spartak de Moscú, debido a una lesión que le ha tenido apartado de los terrenos de juego tres meses. Bragarnik ha considerado que era el momento propicio para traer, en unas condiciones asumibles, a un jugador del que espera que dé un salto de calidad en el Martínez Valero y vuelva a ser el futbolista que compró la Roma y fue traspasado al conjunto ruso.

Hasta antes de producirse la salida inesperada de Lucas Pérez, a pesar de la marcha de Benedetto, el ataque del Elche también estaba cubierto, por lo que no era necesario que Ponce ofreciera un rendimiento inmediato. Ahora debe apretar más para recuperarse. El propietario del club ilicitano lo ha visto como una opción de presente y de futuro. Por eso se ha reservado otra opción de compra. Si se produce su eclosión, incluso puede ser un jugador importante de cara a la próxima temporada, máxime, en caso de que Lucas Boyé sea vendido, si llegase una gran oferta. En ese sentido, Christian Bragarnik también ha tenido perspectiva a largo plazo.

BENEDETTO Y LUCAS PÉREZ

Salidas con un beneficio económico para el club

Las salidas de Benedetto y Lucas Pérez han sido más provocadas por los jugadores que por el propio Elche. El delantero argentino quería volver a Boca Juniors después de que su breve etapa en el conjunto ilicitano no estuviera siendo la deseada. Y la marcha del atacante gallego se ha producido por su propia insistencia y voluntad. El propietario de la entidad franjiverde es consciente de que ambos eran dos de los fichajes estrellas del pasado verano, pero que habían perdido protagonismo y que, últimamente, no estaban siendo imprescindibles en el equipo. Lucas Pérez estaba jugando, pero adolecía de capacidad goleadora. Se ha quedado con los dos tantos que marcó en sus dos primeros partidos.

Bragarnik se ha ahorrado una importante ficha con Benedetto y con Lucas Pérez, ha sacado casi un millón de euros y libera otra nómina elevada. El inversor argentino siempre ha sido un maestro para obtener beneficios económicos y, ahora, en el Elche, siendo el dueño, todavía lo busca con más motivo. Pero sin perder potencial deportivo. Prueba de ello, es que no haya vendido a Lucas Boyé. Otra decisión coherente más.

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